Aunque Washington no ha establecido una línea roja que Turquía no debería traspasar, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, advirtió a Ankara sobre las “serias consecuencias” de su ofensiva en Siria y alentó a su contraparte turca a “interrumpir” esas operaciones.
Después de soltar la rienda a Turquía para actuar en Siria, Estados Unidos elevó el tono al decir que está dispuesto a activar las sanciones contra Ankara, que continua su ofensiva contra los kurdos.
En esa línea, se anunció que Donald Trump firmará un decreto que permitiría imponer sanciones en cualquier momento.
El objetivo es “disuadir a Turquía de cualquier ampliación de su ofensiva militar en el noreste de Siria”, dijo el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, en un comunicado, sin especificar si esta ampliación debe entenderse en términos geográficos o temporales.
“Estas son sanciones muy fuertes. Esperamos no tener que usarlas, pero podemos neutralizar la economía turca si es necesario”, advirtió Mnuchin a la prensa.
Aunque Washington no ha establecido una línea roja que Turquía no debería traspasar, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, advirtió el viernes a Ankara sobre las “serias consecuencias” de su ofensiva en Siria y alentó a su contraparte turca a “interrumpir” esas operaciones.
Pero los funcionarios de defensa de Estados Unidos dijeron que hasta ahora no había señales de que Turquía fuera a hacerlo.
El tono de Estados Unidos contrasta con el que tuvo a comienzos de la semana. El anuncio de la Casa Blanca el domingo por la noche sobre la retirada de las tropas estadounidenses de las proximidades de la frontera siria con Turquía sorprendió y generó protestas. Esta decisión fue percibida como la luz verde para que Turquía atacara a los kurdos en esta zona.
Entre los países aliados de Estados Unidos, así como dentro de su propio partido, Trump fue criticado por “abandonar” a los kurdos, que han sido esenciales en la lucha contra la organización Estado islámico (EI).
La principal milicia kurda de Siria, las Unidades de Protección Popular (YPG), atacada por Ankara, encabezó la lucha con el apoyo de una coalición internacional, que debilitó al grupo yihadista y desmanteló su “califato”.
– “Aniquilación económica –
Legisladores republicanos han denunciado con fuerza la posición de Donald Trump, mientras que el mandatario republicano ha repetido que los estadounidenses deben retirarse de las guerras en Oriente Medio aunque amenaza a Turquía con la “aniquilación económica”.
Después de que Washington anunciara el retiro de tropas de posiciones clave en la región, Turquía lanzó el miércoles por la noche una ofensiva en una zona mayoritariamente kurda del norte de Siria, lo que generó críticas internacionales.
Unas 100.000 personas ya han sido desplazadas desde el comienzo de la ofensiva, dijo la ONU el viernes.
Este viernes las fuerzas turcas se enfrentaban a una fuerte resistencia de las milicias kurdas.
“No tengo indicios de que quieran detener” su operación, admitió Esper.
El Pentágono criticó el viernes la incursión de Turquía en el noreste de Siria diciendo que amenaza con desestabilizar más la región y acusó al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, de un movimiento “impulsivo” que daña las relaciones entre Washington y Ankara.
“Nos oponemos, y estamos muy decepcionados, de la decisión de Turquía de lanzar una incursión militar unilateral en el norte de Siria”, dijo Esper.
La ofensiva turca se ha compuesto principalmente de ataques aéreos y de artillería contra los kurdos en Siria pero la operación en el terreno es “relativamente limitada”, dijo el jefe del Estado Mayor Conjunto estadounidense, Mark Milley.
“No queremos que maten a muchas personas (…) si tenemos que imponer sanciones lo haremos”, dijo Trump el viernes, sin dar detalles.
Horas más tarde, el Pentágono confirmó que soldados estadounidenses cerca de la frontera norte de Siria fueron objeto de disparos de artillería desde posiciones turcas el viernes.
No hubo heridos estadounidenses pero el portavoz del Pentágono, Brook DeWalt, exhortó a Ankara a evitar “acciones que pudieran resultar en una acción defensiva inmediata”.
“Esta incursión supone un riesgo de serias consecuencias para Turquía”, dijo Esper, que reafirmó la importancia de la relación bilateral estratégica entre Turquía y Estados Unidos.