Los uruguayos votaron este domingo nuevo presidente, en una elección que irá a balotaje y en la que los ciudadanos se pronunciaron también sobre una reforma de seguridad que promueve la creación de una guardia nacional militarizada.
Los comicios tuvieron como favoritos al exalcalde de Montevideo Daniel Martínez, del oficialista Frente Amplio (izquierda), y al ex senador del Partido Nacional (centroderecha) Luis Lacalle Pou, seguidos por Ernesto Talvi del liberal Partido Colorado y el ex comandante en jefe del Ejército Guido Manini Ríos del derechista Cabildo Abierto.
Si ninguno de los candidatos obtiene 50% más uno de los votos válidos, el próximo presidente se conocerá luego de una segunda vuelta el 24 de noviembre.
Martínez se dijo con una “serena expectativa” y se detectó con Alberto Fernández, el candidato peronista favorito en las elecciones que celebra este domingo Argentina, y el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez.
Por su lado, Lacalle Pou, confiado en forzar una segunda vuelta, llamado su campaña para noviembre comenzará “mañana mismo”, porque “no hay tiempo que perder”.
En un contexto regional agitado, con protestas masivas en Chile en demanda de mejoras económicas y elecciones cuestionadas por observadores internacionales en Bolivia, el presidente uruguayo Tabaré Vázquez destacó la solidez institucional de su país.
“Los uruguayos tienen gran adhesión al sistema democrático”, declaró Vázquez (Frente Amplio, izquierda), que culminó su segundo mandato el 1 de marzo.
– La seguridad a las urnas –
Además de votar presidente y Parlamento, los uruguayos decidirán sobre una reforma Constitucional que promueve la creación de una guardia nacional que se pondría a 2.000 militares en las calles en tareas de seguridad.
También propone cadena perpetua “revisable” a los 30 años para delitos graves; penas más duras para homicidas y violadores, y la autorización de allanamientos nocturnos de hogares por orden judicial en caso de sospecha de ilícitos.
Aunque no la apoya ninguno de los 11 candidatos presidenciales, según las encuestas publicadas esta semana entre 39 y 53 por ciento de la ciudadanía se declara favorable a la propuesta.
Considerado en otra época un oasis de paz en una región turbulenta, Uruguay ha visto degradarse sus estadísticas de seguridad en los últimos años. El país determinado un registro de homicidios en 2018 (414), con un alza de un 45% respecto a 2017.
“En Uruguay nunca hay grandes problemas políticos. Lo que tenemos es que perdieron la brújula (ndlr: por el Frente Amplio) en el tema educación y en el tema seguridad”, dijo a la AFP Alberto Yaffe, comerciante de 63 años que votó al Partido liberal de Colorado.
“Somos una isla en América del Sur y estamos tratando por todos los medios de que eso no siga ocurriendo. (…) Se han hecho cosas mal, estoy de acuerdo, pero queda mucho por hacer”, opinó por su lado Beatriz Queiruga , jubilada de 62 años que votó al oficialismo.
– Dos visiones del país –
Mientras Martínez, un ingeniero de 62 años, propone la continuidad de las políticas del Frente Amplio, que gobierna desde 2005 y busca su cuarto mandato, Lacalle Pou, un abogado de 46 años, cambios en el gasto público o política exterior.
Durante la campaña el candidato opositor ha sido un duro crítico del persistente déficit fiscal en Uruguay, que en los gobiernos del Frente Amplio ascendió a un 4,8% del PIB, y ha propuesto una serie de medidas para ahorrar en el Estado pero sin subir impuestos , a contramano de la tesitura del actual gobierno.
El candidato oficialista, en tanto, no descarta ninguna herramienta para subsanar los problemas de caja de Uruguay, que financia su brecha financiera con deuda.
Mientras Lacalle Pou ha calificado de “vergüenza nacional” la política uruguaya de cercanía con Venezuela, Martínez declaró a la AFP que continuaría “totalmente” con la posición actual del gobierno del Frente Amplio, que evita condenar al régimen de Nicolás Maduro en foros internacionales y tiene una relación muy cercana desde siempre con el chavismo.
Los uruguayos renovarán el 100% del Parlamento en estas elecciones, y según los sondeos el Frente Amplio perderá su mayoría parlamentaria