Cuenta atrás en Israel para evitar las terceras elecciones en menos de un año

Cuenta atrás en Israel para evitar las terceras elecciones en menos de un año
Los partidarios del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, cantan consignas y sostienen letreros en apoyo de él durante una manifestación en contra de las sedes del partido Likud en la ciudad costera mediterránea de Tel Aviv el 22 de noviembre de 2019, mientras los partidarios del partido laborista se manifiestan en contra de él cerca. Foto: AFP

Si nada ocurre durante la jornada, los israelíes votarán de nuevo el 2 de marzo.

A la medianoche del miércoles y si los diputados israelíes no logran construir una mayoría, la Knéset, el Parlamento, se disolverá y el país deberá organizar nuevas elecciones legislativas, las terceras en menos de un año, una situación inaudita que ni el primer ministro Benjamin Netanyahu ni su principal rival, Benny Gantz, han logrado evitar.

Los israelíes votaron en abril y después en septiembre. En ambas citas con las urnas Netanyahu y Gantz quedaron prácticamente empatados y sin posibilidad de llegar a la mayoría necesaria para formar gobierno, es decir 61 diputados sobre 120.

Si nada ocurre durante la jornada, los israelíes votarán de nuevo el 2 de marzo. Los partidos de Netanyahu, el Likud (derecha) y de Gantz, Azul-Blanco (centro-derecha), dieron su acuerdo para que sea una campaña rápida que termine antes de la gran fiesta judía de Purim que se celebra días después.

Sin embargo, los más optimistas aún creen en un acuerdo y en que Gantz y Netanyahu consigan finalmente entenderse y formar un gobierno de unión.

Pero para ello las condiciones de Gantz son claras: Netanyahu, que está en el punto de mira de la justicia por varios escándalos de corrupción, debe comprometerse a no pedir una inmunidad jurídica o renunciar a ser el primero de los dos en ocupar el cargo de jefe de gobierno.

Netanyahu, que ha sido primer ministro durante 13 años, los diez últimos consecutivos, lo que es un récord en Israel, fue acusado de fraude, cohecho y abuso de confianza en noviembre.

Algunos de sus allegados, como su abogado, también van a ser acusados de lavado de dinero por una operación de compra de submarinos a la firma alemana ThyssenKrupp.

– Lieberman, la pieza clave –
En este contexto legal, Gantz insta a su rival a retirarse provisionalmente de la política o a renunciar a una inmunidad que le libraría de prestar cuentas ante la justicia mientras ocupe un cargo en el gobierno.

Y Netanyahu hace caso omiso a estas exigencia y pide más bien a Gantz, exjefe de Estado mayor, que deje de querer ser el primero en presidir el gobierno en caso de acuerdo.

Entre los dos rivales políticos, se encuentra el ultranacionalista Avigdor Lieberman, líder de la formación Israel Beitenou, el único partido que no ha dado su apoyo a nadie hasta el momento y cuyos escaños podrían bastar a Netanyahu y a Gantz para obtener la mayoría necesaria para gobernar y evitar así nuevas elecciones.

Ante este panorama, los electores parecen resignados a tener que votar por tercera vez y los medios ya ironizan sobre cuándo serán las cuartas elecciones, ya que los sondeos apuntan que en marzo los resultados serán prácticamente idénticos a los septiembre.

– ¿Primarias en el partido de Netanyahu? –
Un factor que podría cambiar la situación sería la celebración de primarias en el Likud, el gran partido de derecha israelí. Netanyahu es objeto de críticas por un ala de su formación liderada por el diputado Gideon Saar, y dio a entender que estaba dispuesto a someterse a estas elecciones internas, aunque confió en ganarlas.

En un guiño a sus electores y a sus apoyos dentro del partido, Netanyahu recalcó esta semana que quiere avanzar en su idea de anexionar parte de Cisjordania, territorio palestino ocupado por Israel, y llegar a un acuerdo de defensa con Estados Unidos.

Es sabido que el jefe de gobierno saliente tiene muy buenas relaciones con el presidente Donald Trump, quien ya reconoció este año la soberanía israelí sobre los Altos del Golán ocupados a Siria y declaró en 2018 que Jerusalén era la capital de Israel.

Además, Trump declaró recientemente que las colonias israelíes de Cisjordania y Jerusalén Este en las que viven unos 600.000 colonos en tierra palestina no se oponen al derecho internacional.

Estas tres decisiones rompen con la línea diplomática estadounidense mantenida en las últimas décadas y se oponen a las resoluciones internacionales.

Por su parte, Azul-Blanco mantiene como líder a Gantz. Aunque en principio se preveía una alternancia con Yair Lapid, otro líder político incluido en la coalición, este ha renunciado a esta rotación.

“Lo importante es liberar a este país de la corrupción”, dijo, citando uno de los temas centrales de campaña de este partido.

 

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