Panamá se encuentra entre los países de la región donde más estudian las mujeres en todos los segmentos educativos.
Por qué necesitamos mayor participación de las mujeres en la gestión pública y qué debe hacer el Estado para promover espacios de participación donde la mujer sea protagonista, fueron algunas de las preguntas que planteó la ministra de Desarrollo Social, Markova Concepción durante su disertación en el Foro Euro- Latinoamericano de la Mujer que se realizó el viernes en el Parlamento Latinoamericano y Caribeño (Parlatino).
La ministra fue la oradora de fondo de la Duodécima Sesión Plenaria Ordinaria de la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana, donde expuso la conferencia: Participación de la mujer en la vida política y riesgo de violencia e intimidación.
La titular de la cartera social analizó de forma minuciosa el rol protagónico que viene ejerciendo la mujer en la construcción de un país equitativo, donde todos y todas tengamos las mismas oportunidades de desarrollo.
Para Markova Concepción la mujer está llamada a ejercer un rol protagónico en la política y en el desarrollo social del país.
La ministra dividió su exposición en tres renglones estratégicos: autonomía, democratización de la vida política y la transformación de las relaciones del poder.
También reflexionó sobre la necesidad de desarrollar políticas públicas inclusivas que brinden oportunidades de crecimiento a la mujer panameña, tanto en el área política como en el sector privado. En ese sentido abogó por eliminar las restricciones que son sometidas las mujeres, refiriéndose a las brechas económicas y a la toma de decisiones donde se margina la voz de la mujer.
Otro tema que abordó la conferencia fue el riesgo latente al que está expuesta la mujer. Refiriéndose al acoso y a la violencia psicológica y física que vulnera todos los derechos que tiene esta población.
Markova Concepción concluyó su participación enviando un mensaje a los tomadores de decisiones sobre la necesidad de hacer cambios en el sistema. Entre sus recomendaciones está la urgente obligación de fortalecer la institucionalidad y combatir la corrupción; promover los derechos humanos y la equidad de género; el desarrollo de una gestión gubernamental moderna, eficiente y trasparente; la aplicación de sistemas de información robustos desagregando la información por sexo y la articulación de todos los sectores para alcanzar los objetivos, una meta que está arraigada en la Agenda 2030.
¿Cuánto hemos avanzado?
De acuerdo a un informe del McKinsey Global Institute 2015, si las mujeres alcanzaran una participación igualitaria a los hombres, su potencial representaría $28 trillones o 26% más del Producto Interno Bruto (PIB) mundial anual. Para América Latina esto representaría $2.6 trillones o 34% más del PIB regional anual.
Actualmente, Panamá se encuentra entre los países de la región donde más estudian las mujeres en todos los segmentos educativos, donde el 63% de los estudiantes que se gradúan en universidades son mujeres.
Las mujeres representan el 49.8% de la población total conforme a la estimación realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Censo de la Contraloría General de la República 2017; superada en poco por el género masculino. La proporción de mujeres ha ido en incremento, lo cual se refleja en los resultados de los censos (en 2000 era 49.5% y en 2010 49.7%), así como su participación en distintas áreas de la economía nacional.
Una de las áreas donde se destacan las mujeres es en la educación, en que cuentan con un promedio de escolaridad de 12.1 años, mientras los hombres cuentan con 10.8 años. Lo anterior es un reflejo de la cantidad de graduados a nivel superior, en el que las mujeres ostentan el 66% de los puestos de graduación, mientras que los hombres ocupan el 34%.