Firman convenio para garantizar agua potable en escuelas rurales e indígenas

Firman convenio para garantizar agua potable en escuelas rurales e indígenas
La ministra de Educación, Maruja Gorday de Villalobos, y el coordinador subregional de Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para Mesoamérica y Representante en Panamá, Adoniram Sanches. Foto: Cortesía.

La iniciativa, que busca fortalecer la implementación del programa “Estudiar sin hambre”

 

La ministra de Educación, Maruja Gorday de Villalobos, y el coordinador subregional de Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para Mesoamérica y Representante en Panamá, Adoniram Sanches, firmaron este martes un acuerdo de cooperación para mejorar la calidad del agua de centros escolares de 37 áreas rurales e indígenas del país.

La iniciativa, que busca fortalecer la implementación del programa “Estudiar sin hambre”, comprende la asistencia técnica del organismo en el diseño e instalación sistemas de captación, almacenamiento, tratamiento y abastecimiento de agua para consumo, saneamiento, higiene e inocuidad de los alimentos, manejo de los sistemas y capacitación a las escuelas y comunidades para su funcionamiento y mantenimiento.

El proyecto, que cuenta con apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), busca eliminar una de las brechas existentes en materia nutricional que tiene que ver con la falta de acceso a potable, considerada como un limitante para el desarrollo y bienestar de los menores que asisten a escuelas ubicadas en áreas rurales e indígenas.

Igualmente, se firmó otra iniciativa de acompañamiento de la FAO en la capacitación a los educadores de las cuatro escuelas que forman parte del plan piloto de “Estudiar sin hambre” para la promoción de una alimentación nutritiva, saludable, balanceada y culturalmente adecuada y la puesta en práctica de huertos escolares con enfoque pedagógico para los estudiantes.

La ministra de Educación, Gorday de Villalobos, señaló que en las casi mil 900 escuelas de los 300 corregimientos donde se implementará el programa “Estudiar sin hambre”, incluidos en el Plan Colmena, se ha identificado la necesidad de invertir recursos en energía y agua potable porque el 47% de los centros educativos no están conectadas a acueductos.

Por su parte, el representante de la FAO en Panamá destacó que la combinación de los programas de alimentación escolar con la mejora del acceso a agua potable supondrá una mejora integral en la salud de los escolares, al reducir las afecciones gastrointestinales y mejorar la nutrición. “Es una contribución significativa al rendimiento escolar de los niños y niñas, al desarrollo de su potencial y de sus posibilidades para acceder a una vida plena y digna”, agregó.

De acuerdo con el último censo de talla en escolares de primer grado, el retardo de crecimiento afectaba al 15.9% de los estudiantes de Panamá. Sin embargo, en la comarca indígena de Guna Yala alcanzaba el 61.4%, y en la comarca Ngäbe Buglé al 53.4%, lo cual demuestra las disparidades existentes.

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