La cantante de 18 años saltó al estrellato el año pasado cuando ya se había forjado un ferviente público en línea con su sonido pop desfachatado salpicado de melodías inquietantes de graves bajos.
Billie Eilish arrasó este domingo en los Grammys, con cinco gramófonos que incluyen los premios principales como canción, álbum y grabación.
La cantante de 18 años saltó al estrellato el año pasado cuando ya se había forjado un ferviente público en línea con su sonido pop desfachatado salpicado de melodías inquietantes de graves bajos, con guiños al trap y a la música dance electrónica.
Ganó además como artista revelación y en la categoría de mejor álbum pop.
“Principalmente creo que los fans se merecen todo”, dijo al recibir su tercer gramófono. “Siento que no se ha hablado lo suficiente de ellos esta noche porque son la única razón por la que cualquiera de nosotros está aquí. Así que gracias a los fans”.
El mayor premio de la música coincidió con la muerte de la leyenda del básquetbol Kobe Bryant falleció en un accidente aéreo, dejando de luto no solo a Los Ángeles, la ciudad donde jugó toda su carrera, sino a Estados Unidos, al mundo entero.
La ceremonia se realizó de hecho en el Staples Center, casa de Los Angeles Lakers, y adonde cientos de fanáticos acudieron durante el día para rendir tributo a su ídolo.
Al comenzar el show, Lizzo y Alicia Keys, la anfitriona, dedicaron sus presentaciones a Bryant, que falleció junto con su hija al estrellarse el helicóptero en el que viajaba con otras siete personas a las afueras de la metrópoli californiana.
“Todos estamos sintiendo una inmensa tristeza, porque más temprano hoy Los Ángeles, Estados Unidos y el mundo entero perdió a un héroe”, dijo Keys. “Y estamos parados aquí con el corazón destrozado en la casa que Kobe Bryant construyó”.
“Sé que Kobe amaba la música, y esta celebración es en su honor. Él hubiera querido que mantuviéramos las vibras arriba”.
Y música fue lo que no faltó, con espectaculares presentaciones, incluida la de Eilish, así como de las otras nóveles estrellas Lizzo y Lil Nas X, que también estaban entre los favoritos a la gala.
Estos artistas son muestra de los esfuerzos del Grammy para reinventarse con una inyección de juventud, más relieve a las mujeres y una mayor diversidad interna, después de recibir infinidad de críticas por ser muy blancos y masculinos, y demasiado generosos con figuras ya consolidadas.
Lizzo, la efervescente rapera de 31 años, terminó con tres gramófonos, mientras que Lil Nas X, con dos, la misma cantidad que Lady Gaga.
– Inspiración flamenca –
Usher lideró un tributo a Prince, y John Legend a Hussle –que fue reconocido con dos grammys póstumos–, junto a DJ Khaled, Meek Mill, Roddy Rich, Kirk Franklin y YG.
Tyler The Creator, Ariana Grande, Camila Cabello y Demi Lovato también subieron al escenario, así como Aerosmith, homenajeados el viernes por su larga carrera.
Rosalía –ganadora del Grammy al mejor álbum urbano o alternativo respectivamente– le inyectó sonido flamenco al show con su espectacular voz, interpretando “Juro que” y “Malamente”, acompañada de un impresionante ballet.
“El flamenco para mí es una inspiración. Muchísimas gracias por defender y creer en mi proyecto y mi música”, dijo la joven intérprete, que ya había arrasado en noviembre en los Grammy latinos.
Su compatriota Alejandro Sanz, ausente, ganó el Grammy al mejor álbum pop latino.
“Estoy lleno de orgullo por #ELDISCO, por todos y cada uno de vosotros que cada día me empujáis a seguir y a luchar por lo que amo”, escribió Sanz en Twitter.
Marc Anthony y la cubana Aymee Nuviola empataron en la categoría del mejor álbum tropical, mientras que el director venezolano Gustavo Dudamel obtuvo el gramófono a mejor interpretación orquestal con la Filarmónica de Los Ángeles.
– Escándalo previo –
En medio de este proceso de reinvención, el escándalo toca a la puerta: Deborah Dugan, la primera mujer en presidir la Academia de las Artes y Ciencias de la Grabación, presentó una explosiva denuncia por discriminación poco después de que fuera suspendida en el cargo en vísperas de la gala.
Según ella, fue obligada a abandonar su puesto tras alertar sobre casos de acoso sexual en la Academia -entre los que se cuenta como una de las víctimas-, así como irregularidades en la votación y otras faltas dentro de esta organización, de las más influyentes de la música.
No obstante, el espinoso tema quedó fuera del escenario y en los Grammy solo se habló de Kobe y de música.