Los críticos de Sanders dentro del propio partido Demócrata aseguran que su agenda es demasiado radical y no tiene ninguna posibilidad de vencer a Trump.
Para Travis Frierson, la elección es clara: quiere que Estados Unidos recupere “la normalidad” después de cuatro años de presidencia de Donald Trump. Acaba de votar en las primarias demócratas de este sábado en Carolina del Sur por el exvicepresidente Joe Biden.
Pero otros están convencidos de que para vencer al presidente el arma no es el medio, sino el extremo y con un movimiento tan estremecedor y apasionado como lo fue Trump para sus seguidores cuando ganó en 2016.
Ese movimiento es, para ellos, el senador progresista Bernie Sanders y su promesa de salud gratuita y universal, un concepto que en Estados Unidos es revolucionario.
“Trump es demasiado radical y Bernie tiene el mismo estilo de seguidores que Trump detrás de él”, dice Frierson, de 43 años. “Habla como un dictador. Yo solo quiero volver a la democracia”.
La mañana era fría y soleada en Columbia, la capital de este estado del sureste. Varias decenas de votantes tiritaban en la puerta de la escuela de un suburbio de clase media, hasta que se abrieron las puertas a las 7 de la mañana.
Frierson, gerente de un restaurante, era uno de ellos.
“Yo sólo quiero que pongamos allí al mejor candidato que podamos para devolverle la normalidad al país”, dice. “Normalidad”, repite. “Algo que hemos dado por sentado por mucho tiempo”.
Luego de perder malamente en las tres primeras consultas celebradas hasta ahora, el exvicepresidente de Barack Obama cuenta con ganar en Carolina del Sur, donde los sondeos lo dan como favorito sobre todo gracias a su popularidad entre el electorado negro, que representa la mitad del total de votantes demócratas en ese estado.
Pero Sanders, quien ganó New Hampshire y Nevada y lidera las encuestas a nivel nacional, le pisa los talones a Biden en un cercano segundo puesto en Carolina del Sur.
– “Nadando hacia los polos” –
Los críticos de Sanders dentro del propio partido Demócrata aseguran que su agenda es demasiado radical y no tiene ninguna posibilidad de vencer a Trump en una elección presidencial, puesto que no recabará los votos de los moderados.
Sus seguidores piensan que estas son pamplinas. “Creo que un progresista tiene más posibilidades de ganarle a Trump”, dice James Westmoreland, un profesor de 44 años.
Acaba de votar por Sanders y habla mientras camina de regreso en dirección a su coche. “El país está tan dividido en este momento, que todo el mundo está nadando hacia los polos”, explica.
“No hay mucha gente que esté nadando hacia el medio. Así que necesitamos a alguien que ayude a balancear las cosas”.
Una mujer negra que aguardaba ayuda para descender de su coche, debido a una discapacidad, interviene para decir que ella también votará por Sanders.
Admite que será un desafío ganarle a Trump en estados conservadores, pero dice que no cederá a las presiones del ala conservadora del partido en contra de su nominación.
“Supongo que la gente no está lista para él”, reconoce la señora Kennedy, de 51 años, sin querer dar su nombre de pila. “Pero estoy harta de la falta de respeto en este país. Todo el mundo merece ser respetado”.
Si bien la victoria de Biden se da casi por descontada en Carolina del Sur, la popularidad de Sanders “necesita ser mirada con atención”, dice a la AFP Kendall Deas, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Charleston.
“Trump fue esencialmente un movimiento que ocurrió en este país. Su elección fue un movimiento”, señaló. “Y, en 2020, los demócratas pueden tener que responder con un candidato que también refleje un movimiento que haga contrapeso a lo que ocurrió con la elección de Trump en 2016”.