Tras sumar una impresionante serie de victorias en estados muy poblados, quien fuera vicepresidente durante el gobierno de Barack Obama ahora toma el liderato de la carrera.
Joe Biden capitalizó los apoyos recibidos de los candidatos que desertaron la primaria demócrata y logró ganarle al senador progresista Bernie Sanders en varios estados importantes durante la jornada del “supermartes”, incluyendo una sorpresiva victoria en Texas.
Tras sumar una impresionante serie de victorias en estados muy poblados, quien fuera vicepresidente durante el gobierno de Barack Obama ahora toma el liderato de la carrera, que hace dos semanas ostentaba Sanders con un amplio margen.
El resultado en Texas -en el que las encuestas favorecían a Sanders- cierra una gran noche para Biden en esta jornada, donde salió victorioso en la mayoría de los 14 estados en competencia.
Con 228 delegados en juego, Texas era el segundo estado más importante en contienda, después de California, donde según las primeras proyecciones ganaría Sanders.
Millones de estadounidenses se pronunciaron en “supermartes” la fecha más importante del calendario de las primarias, una jornada en la que se reparte un tercio del total de los delegados de las internas demócratas de cara a la convención que se celebra en julio.
“¡Es una buena noche y parece que se va a poner mejor! No lo llaman ‘supermartes’ por nada”, celebró Biden ante a sus seguidores en Los Ángeles después de que se conocieran las primeras proyecciones.
Según los resultados preliminares, el veterano político de 77 años se impuso en Virginia, estado que aporta 99 delegados; Carolina del Norte (110), Alabama (52), Oklahoma (37), Tennessee (64), Arkansas (31), Minnestota (75), Massachusetts (91) y en Texas (228).
“Todavía no me han enterrado”, dijo Biden, que se lanzó a la carrera como favorito, pero en las tres primeras internas tuvo resultados decepcionantes.
Biden llegó revitalizado al “supermartes” después de ganar el sábado en Carolina del Sur con un importante margen.
Con estos resultados la carrera que partió con un número récord de candidatos queda reducida a una contienda entre el ala más moderada del partido que representa el exvicepresidente y el empuje de las facciones más a la izquierda que representa Sanders.
El lunes, el exvicepresidente sumó los apoyos de los exaspirantes Pete Buttigieg, Amy Klobuchar y Beto O’Rourke, consolidando el aval de los moderados del partido, que temen que Bernie Sanders esté demasiado a la izquierda para ganarle a Trump.
El apoyo de O’Rourke -que representó a El Paso en la Cámara de Representantes antes de intentar infructuosamente pasar al Senado- puede haber sido crucial para Biden en Texas, donde Sanders encabezaba las encuestas con un amplio margen.
– California, clave en el “supermartes” –
Al final del recuento de la jornada, la carrera hacia la nominación quedará definida por el número de delegados que se lleve cada candidato, proporcional a la votación obtenida.
Este “supermartes” asigna 1.357 delegados y para obtener la nominación se necesitan al menos 1.991.
Sanders lucha ahora por recuperar la ventaja que tuvo tras imponerse en New Hampshire y Nevada y terminar casi empatado en Iowa. Ganó en el estado de Vermont, donde es senador, sumando 16 delegados. También se impuso en Colorado (67) y Utah (29).
Para Sanders -que se describe como “socialista democrático”- la fórmula para derrotar a Trump es congregar “la mayor participación de votantes en la historia” del país y en ese empeño probablemente logre declarar una victoria en California, el estado que congrega a más delegados (415).
“Hoy les digo que tengo la absoluta confianza de que voy a ganar la nominación demócrata”, dijo a sus seguidores en Vermont.
Su campaña -que defiende ideas como la cobertura universal de salud y un alza del salario mínimo- capta buena parte del voto latino, tiene gran movilización y ha logrado una recaudación récord a base de contribuciones de particulares.
– “Los perdedores de la noche” –
La jornada se proyecta como un balde de agua fría para las candidaturas de Bloomberg, el multimillonario exalcalde de Nueva York de 78 años -que debutó en las urnas este supermartes tras gastar 500 millones de su fortuna personal- y para la senadora progresista Elizabeth Warren.
Trump su burló de ambos en Twitter, diciendo que “fueron los perdedores de la noche”.
“Ella ni siquiera estuvo cerca de ganar su estado de Massachusetts. Bueno ahora puede relajarse y tomarse una cerveza fría con su marido”, dijo el mandatario en Twitter después de que las cadenas proyectaran los resultados en el estado que Warren representa en el Senado.
Bloomberg no dio signos de una retirada inminente y recordó a sus seguidores que en sus campañas para la alcaldía de Nueva York forjó una “coalición amplia” que unió a demócratas, independientes y republicanos moderados.