El cerco epidemiológico en el hospital Ezequiel Abadía ha sido ordenado por seguridad, indicó el Ministerio de Salud la madrugada de este miércoles.
Nadie entra y nadie sale, esta situación que viven las personas que están en el Hospital Ezequiel Abadía de Soná, después que las autoridades de salud detectaron 2 nuevos casos de coronavirus en esa instalación ubicada en la provincia de Veraguas.
Cerca de las 12:30 medianoche, el Ministerio de Salud (Minsa) dio a conocer la decisión que tomaron para investigar posibles contactos con estos casos.
“La medida se toma garantizando todos los derechos de las personas que se encuentran en este momento dentro del hospital, que serán colocados bajo observación, se les harán pruebas necesarias para determinar su estado de salud, una vez obtenidos los resultados, quienes no presenten síntomas ni afecciones respiratorias, serán enviados a cuarentena obligatoria en sus hogares”, detalló la autoridad en un comunicado.
Una vez obtenidos los resultados de este cerco epidemiológico y tras clasificar posibles casos se procederá a hacer la desinfección del Hospital y con apoyo del Ministerio de Obras Públicas instalarán módulos de Triage para hacer más pruebas, si fuese necesario.
Para el Minsa, es crucial atender a los pacientes “potencialmente expuestos” a los casos de Covid-19, para hacer la detección temprana de contagios y así contener la propagación a los habitantes de Soná y el resto del país.
Creo conveniente la medida por seguridad de la población, pero el MINSA debe de proteger y cuidar a los pacientes sino a su personal de salud con todos los equipos necesarios ya que ellos son personas iguales a nosotros con riesgo de contagiarse, y también tienen familias que cuidar, ahora que se necesita que el personal este disponible para enfrentar la crisis que vivimos, los hospitales se quedan sin personal ya que en su mayoría son jubilados que siguen trabajando y los han mandado para sus casas mientras el resto del personal enfrenta el problema. El gobierno tendrá que tomar medidas para que personas jubiladas quieran seguir trabajando no lo hagan en el gobierno, tal vez en sector privado.
Ustedes saben la cantidad de profesionales de la salud que se gradúan en nuestras universidades y no se le da la oportunidad de un trabajo ahí están las consecuencias.
Cuando se esta en guerra los soldados veteranos deben ir al frente.
Se debe limitar el número de funcionarios públicos que asiste a cada institución. Sea por turnos o por horarios para evitar la movilidad de personas y la aglomeración en los lugares de trabajo. Igual considero que es momento de poner límites a las edades hasta las cuales se puede laborar. Y si la persona está jubilada no debe trabajar mas de 3 a 5 años. Se requiere dar oportunidad de empleo a las nuevas generaciones, sin mencionar que después de cierta edad los niveles de rendimiento bajan por las enfermedades y el deterioro físico propio del envejecimiento.
Existen cientos de profesionales en áreas de ciencias médicas y afines, necesitados de laborar en sus especialidades, innovados, competitivos, por tanto; son la fortaleza de nuestra salud y la plena realización de nuestras vidas. Ahora que estamos en crisis, utilicemos RRHH disponibles por los beneficios que gozará la población.