En el populoso barrio de Curundú, residentes saquearon un comercio y en el sector de Río Abajo, moradores se enfrentaron a la Policía Nacional.
Bajo la excusa de falta de alimentos debido a la crisis ocasionada por el coronavirus COVID-19, un grupo de residentes del barrio de Curundú, en la ciudad capital, protagonizaron un saqueo a un comercio ubicado diagonal a Calidonia.
Todo inició como una protesta a eso de las 8.00 de la noche, pero parece que la intención desde un principio no era un reclamo social pacifico, pues media hora después de estar en las calles entraron a la fuerza al pequeño comercio dejando pérdidas materiales cuantiosas.
Vídeos y fotografías posteadas en redes sociales atestiguan los daños ocasionados al establecimiento. Entre estos se aprecia como toda la mercancía que no se pudieron llevar quedó tirada por el piso.
En el acto de violencia, mujeres y hombres sacaron alimentos y otros enseres y huyeron hacía sus residencias. Algunos de ellos, fueron capturados por la Policía Nacional y conducidos a la subestación policial del sector para ser sancionados judicialmente por el acto protagonizado.
Al momento de llegar los uniformados, la situación estaba muy tensa, a tal punto de que se dieron intercambios de disparos. Acciones que rápidamente fue controlada por las unidades policiales.
Algunos de los aprehendidos (cuatro mujeres) fueron encontrados en flagrancia del delito, pues aún se mantenían dentro del comercio intentando llevarse los productos almacenados dentro del local.
Según informes policiales, en el acto de desestabilización social también participaron algunos residentes del sector de Santa Cruz, barrio colindante a Curundú. Ambos sectores poseen características similares respecto a la condición de vida de sus habitantes.
Además, estas localidades céntricas de la capital panameña son consideradas áreas rojas por la inseguridad y el gran número de actos violentos registrados dentro de ellas. Aunque la Policía Nacional mantiene presencia las 24 horas en estos sectores, la ola de criminalidad sigue latente.
Los actos de la noche de ayer parecen ser los primeros síntomas de violencia en Panamá, derivados de esta crisis sanitaria mundial que deja miles de fallecidos en los cinco continentes. En nuestro país al día de ayer se contabilizan 17 defunciones.
Mientras el caos reinaba en el área de Curundú, en otro punto de la capital panameña, específicamente en el sector conocido como La Porqueriza, en el corregimiento de Río Abajo, se fraguaba otro intento de saqueo a un establecimiento. Afortunadamente, la Policía Nacional actuó de forma rápida y pudo frustrar el acto de violencia y desestabilización social.
Pero para ello, tuvo que enfrentarse a sus residentes, que enardecidos lanzaron botellas u otros objetos a los uniformados. El génesis del incidente fue el mismo del barrio de Curundú, la falta de alimentos.
Para sofocar la crisis, el Gobierno Nacional encabezado por el presidente Laurentino Cortizo ha prometido la entrega de bolsas de comidas a los más necesitados, además; la entrega de bonos para la adquisición de alimentos.
Se dejó engañar el gobierno por ateos y supuestos cientificos como Saenz Llorens que nadie reconoce a nivel internacional, propugnando dejar presos en sus casas al pais entero. Y este es y será el resultado. El panameño no es pasivo como el venezolano, no tiene miedo a enfrentarse a tiros al gobierno. Ya hubo un intercambio de disparos con la policia. Y lo seguirán haciendo.
Gracias a Dios esto no ocurrió con la tortuga de presidente si no, puedes imaginarte lo mismo de la invasión del 89.
El pueblo tiene hambre y las respuestas del gobierno son muy lentas
Para este tiempo no hay hambre. Para q quieren tarjetas de telefono celulares y otras cosas q no es comida para …
Esos son los mismos sinvergüenzas que forman alboroto cuando van a buscar los jamones en diciembre. Aunque tengan dinero si se pueden robar las cosas lo hacen, bolas de delincuentes todo lo quieren fácil o regalado.