En Estados Unidos, donde la epidemia se ha cobrado más de 5.000 vidas y hay más de 200.000 casos confirmados, ciudades vibrantes se han convertido en lugares fantasmas con los negocios cerrados y las calles vacías.
Las demandas de subsidios por desempleo marcaron un nuevo récord la semana pasada en Estados Unidos con 6,6 millones de solicitudes, en momentos en que la epidemia del coronavirus ha obligado a cerrar empresas en todo el país, informó este jueves el Departamento de Trabajo.
Estos datos de la semana terminada el 28 de marzo representan el doble de las peticiones registradas la semana anterior cuando 3,3 millones de trabajadores solicitaron beneficios por desempleo, lo que entonces ya marcó un récord semanal.
En Estados Unidos, donde la epidemia se ha cobrado más de 5.000 vidas y hay más de 200.000 casos confirmados, ciudades vibrantes se han convertido en lugares fantasmas con los negocios cerrados y las calles vacías.
En este contexto en que las autoridades intentan atajar el avance de la epidemia -que en el mundo ha dejado más de 940.000 infectados y más de 47.000 muertos-, los únicos lugares abiertos son las tiendas de comida y los hospitales.
Estas cifras de desempleo son peores que las estimaciones más sombrías de los economistas y reflejan un creciente daño a la economía estadounidense a medida que avanza la pandemia y las medidas de confinamiento son más severas.
“Casi cada estado (que reportó sus cifras de pedidos de subsidios por desempleo) incluyó comentarios que citaban el COVID-19”, indicó el reporte, que muestra impactos más marcados en sectores como la hotelería, pero también en la actividad manufacturera y el comercio minorista.
Estas cifras revelan la magnitud que tendrá esta crisis, ya que son las primeras desde que las medidas de confinamiento y las restricciones se hicieron más generales en el país, que esta semana pasó a ser la nación con más casos registrados en todo el mundo.
El miércoles el indicador ADP, que mide las nóminas en el sector privado, mostró que 27.000 empleos se perdieron en el balance entre puestos creados y puestos que se cierran, pero esta encuesta es mensual, por lo que los datos no reflejan el rápido cambio de la situación.
Sin embargo, este marcador mostró un indicio preocupante de que las pequeñas empresas habían perdido empleo a un ritmo que no se veía desde la peor parte de la crisis financiera global a principios de 2009.
– “Sin palabras –
Según analistas, los datos de abril pueden ser desastrosos y mostrar cifras que hubieran parecido inimaginables hace pocas semanas, en el rango de 10 a 20 millones de solicitudes de subsidio.
Algunos economistas predicen que puede darse la peor erosión del empleo desde la Segunda Guerra Mundial.
“No tengo palabras”, expresó tras conocer las cifras el analista Ian Shepherdson de la firma Pantheon Macroeconomics.
“Esperábamos que las cifras de hoy fueran el pico, pero no podemos estar seguros”, indicó en un análisis en el que proyectó que las estimaciones de despidos entre marzo y abril pueden ir de 16 a 20 millones de trabajadores.
El gobierno de Donald Trump – que busca la reelección y que celebraba el bajo desempleo durante su gestión – aprobó la semana pasada un mega paquete de rescate económico por 2 billones de dólares que incluye ayudas a los trabajadores.
Esta iniciativa es la intervención económica federal más grande de la historia de Estados Unidos e incluye una importante expansión de los beneficios por desempleo para amortiguar el golpe para millones de trabajadores.
Wall Street abrió este jueves con pérdidas moderadas tras la publicación del informe con una caída de 0,5% del Dow Jones y de un 0,46% del Nasdaq, pero este desempeño se produjo después de que el miércoles la bolsa cerró con pérdidas de más de 4%.
La jornada se anunciaba volátil ya que inmediatamente tras la apertura, el Dow Jones pasó tímidamente al verde con una ganancia de 0,2% y cuando el mercado llevaba operando 15 minutos el marcador volvió a territorio negativo con una caída de 0,8%.
El viernes se publicarán las cifras de desempleo de marzo, pero estos datos no son un reflejo de la magnitud de la crisis por la forma en la que estas estadísticas son compiladas.