La epidemia ha provocado la muerte a más de 112.500 personas y ha contagiado oficialmente a más de 1,8 millones en todo el planeta desde que el nuevo coronavirus fue identificado en diciembre en China.
Una tímida vuelta al trabajo y un nuevo descenso en el balance diario de muertos en España dieron este lunes un poco de esperanza sobre la utilidad de las medidas de contención contra el coronavirus, que continúa de todo modos con su avance a nivel mundial.
La epidemia ha provocado la muerte a más de 112.500 personas y ha contagiado oficialmente a más de 1,8 millones en todo el planeta desde que el nuevo coronavirus fue identificado en diciembre en China.
Estados Unidos es el país más golpeado con al menos 22.020 muertes y poco más de 555.000 casos confirmados, pero Europa es el continente más afectado por la pandemia, con un total de 75.011 muertes y 909.673 casos de contaminación.
España, tercer país más castigado por la pandemia, registró en las últimas 24 horas 517 fallecidos, informó el lunes el Ministerio de Sanidad, con lo que suma ya 17.489 muertos por la COVID-19. Además de una caída en el número de decesos, también se observó un descenso del número de contagios diarios, el más bajo desde el 20 de marzo, y cuya total se sitúa en 169.496.
Luego de un parón de dos semanas, este lunes se reanudaron actividades en sectores no esenciales de la economía, principalmente en la construcción y la industria, pese a que sigue vigente el confinamiento de los 47 millones de españoles y el gobierno pide mantener las medidas de distanciamiento social.
Ante el temor de un repunte en los contagios, el gobierno anunció que distribuiría 10 millones de máscaras a las personas obligadas a tomar el transporte público para regresar al trabajo.
El reparto está “muy bien, porque algunas (personas) no van con mascarillas ni guantes. Les viene bien a algunas (personas) porque en las farmacias no venden, porque no hay, y algunas van sin protección y es un peligro para la demás gente”, estimó a la AFP en la madrileña estación de Atocha Blanca Cisneros, empleada de una residencia de ancianos.
De todas maneras, en Atocha no se observaban muchos usuarios. El Metro de Madrid anunció que en la mañana del lunes se registró un 34% más de viajeros que hace una semana, pero 86% menos que el mismo lunes hace un año.
En cambio, la vuelta al trabajo, que también se produjo en China -donde la epidemia surgió en diciembre- después de que se levantaran las medidas de confinamiento, sigue estando fuera del orden del día en otros países, como Italia o Francia, pese a que también se esté observando una tendencia a la baja en el número diario de fallecidos.
Italia anunció el domingo su día menos letal en más de tres semanas, con 431 muertos en 24 horas para contar casi 20.000 muertos en total. Desde el 19 de marzo, la cifra diaria había superado sistemáticamente los 500 muertos.
Francia también observa “una caída muy leve” en el número de pacientes en cuidados intensivos por cuarto día consecutivo, así como en el número de muertes en un día en el hospital, con 310 decesos en comparación con 345 el día anterior, para un total de 14.393 muertos.
El presidente, Emmanuel Macron, que debe dirigirse a los franceses el lunes, planea extender el encierro al menos hasta el 10 de mayo.
Al otro lado del Atlántico, la pandemia parece estar llegando a su punto máximo en Estados Unidos, donde se registraron 1.514 decesos más en 24 horas, una cifra en declive por segundo día consecutivo.
Se trata de una señal alentadora que llevó al experto principal de la Casa Blanca, Anthony Fauci, a admitir que la economía de Estados Unidos podría reiniciarse gradualmente en mayo.
Sin embargo, Andrew Cuomo, gobernador del estado de Nueva York, el epicentro de la enfermedad en territorio estadounidense con más de 9.000 muertes, emitió una advertencia: “No vemos una caída significativa, es solo una estabilización”.
– Caos en Guayaquil –
El saldo de la epidemia podría ser terrible en los países más pobres, como se tornó patente en la capital económica de Ecuador, Guayaquil, donde se han recolectado casi 800 cadáveres en residencias privadas, después que la propagación del coronavirus colapsó los servicios hospitalarios y funerarios.
“La cantidad que nosotros hemos recogido, con la fuerza de tarea en viviendas, superó las 700 personas” fallecidas, dijo a la prensa Jorge Wated, quien lidera un equipo de policías y militares creado por el gobierno ante el caos desatado en Guayaquil por la COVID-19.
El responsable señaló luego a través de su cuenta en Twitter que, en tres semanas, el equipo retiró 771 muertos en viviendas y 631 en hospitales, cuyas morgues están colmadas.
Además, en el plano económico, Ecuador sufrirá una contracción del 4% de su PIB a causa de la epidemia y de la bajada de los precios del petróleo, advirtió el domingo su ministro de Economía, Richard Martínez.
– Extensión de las medidas preventivas –
El avance de la pandemia llevó a países de todo el mundo a ordenar unas medidas de confinamiento sin precedentes, que los gobiernos van prolongando o adaptando en función de las previsiones de los expertos.
Así, El Salvador decidió el domingo prorrogar 4 días el estado de Emergencia, mientras que Guatemala fue más allá y extendió una semana el toque de queda parcial decretado para frenar la propagación de la pandemia.
En México, ante una eventual congestión de los hospitales por la pandemia, el gobierno alcanzó un acuerdo con el sector privado, que puso a disposición del sistema público de salud la mitad de su capacidad, 3.300 camas.
Por otro lado, la epidemia provocó una celebración de la Pascua inédita este año, con iglesias desiertas y ceremonias sin fieles.
En todos los rincones del mundo, el encierro pesa sobre los humanos enclaustrados, pero en Panamá policías uniformados, con máscaras y guantes, entretuvieron a la gente cantando y bailando canciones del astro local Rubén Blades, el argentino Diego Torres y el grupo británico Queen.
En el aspecto económico, el grupo de países exportadores de petróleo y sus principales asociados anunciaron en la noche del domingo un acuerdo para reducir la producción de crudo en 9,7 millones de barriles al día a partir del 1 de mayo por un período de dos meses, para recuperar los precios internacionales, que se desplomaron al inicio de la pandemia.