Españoles salen a pasear y una parte del mundo inicia desconfinamiento

Españoles salen a pasear y una parte del mundo inicia desconfinamiento
La gente cruza el Puente de Triana en Sevilla el 2 de mayo de 2020, durante las horas permitidas por el gobierno para salir y hacer ejercicio, por primera vez desde el comienzo de un bloqueo nacional para prevenir la propagación de la enfermedad COVID-19. Foto: AFP

España ha previsto un desconfinamiento por fases desde ahora hasta finales de junio.

Los españoles salieron este sábado a pasear o hacer deporte después de 48 días encerrados en sus casas, mientras el desconfinamiento de la población en otros puntos de Europa y Estados Unidos se iniciaba prudentemente, a medida que la pandemia del nuevo coronavirus comienza a perder fuerza.

En Madrid, cerca del gran parque del Retiro, que sigue cerrado, numerosos habitantes salieron a correr, a veces en grupo, constató la AFP.

“Después de tantas semanas confinado, tenía muchas ganas de salir y correr y ver gente. Ayer parecía un niño en la noche de Reyes Magos”, declaraba Marcos Abeytua, asesor financiero de 42 años que vive en el céntrico barrio madrileño de Chueca.

España ha previsto un desconfinamiento por fases desde ahora hasta finales de junio. En otros países europeos como Italia, Francia o Alemania, los gobiernos también suavizan poco a poco las medidas de confinamiento pero siempre dependiendo de la evolución de las cifras de contagios y víctimas y exigiendo a los ciudadanos medidas de protección y de distanciamiento social. El objetivo es evitar una segunda ola de contagios.

En Estados Unidos, el país más afectado en el mundo por la pandemia, los estados también avanzan en el levantamiento de las medidas de restricción. Y la Agencia Estadounidense de Medicamentos (FDA) ha aprobado urgentemente un antiviral experimental, el remdesivir, que dice que facilita una recuperación más rápida de los enfermos de COVID-19.

– “Un paseíto” –
“Salgo por primera vez para un paseíto”, declaró a la AFP Amalia García Manso, de 87 años, con una mascarilla y guantes, que caminaba lentamente por la céntrica calle Mayor de Madrid, apoyándose en su bastón y el brazo de su hija.

Hasta ahora, los españoles solo podían abandonar su domicilio para ir a trabajar –en el caso de que el teletrabajo no fuese posible–, comprar comida, ir a la farmacia, al médico o dar cortos paseos a los perros.

A partir de ahora, los españoles deberán respetar franjas horarias, para evitar aglomeraciones y mantener a distancia a niños y ancianos, que no podrán salir a las mismas horas. La tarde está reservada para los menores de 14 años, que pueden salir a la calle acompañados de un adulto.

El levantamiento de las restricciones está bien avanzado en Alemania, Austria y los países escandinavos, que siguen imponiendo en cambio “medidas barrera” y el distanciamiento social. Francia e Italia, por su parte, se preparan para iniciar el proceso en unos días.

El Reino Unido, donde se alcanzó el pico de la pandemia según el primer ministro Boris Johnson, prometió un plan de desescalada para la próxima semana. El país es el segundo más afectado de Europa, en número de fallecidos, después de Italia.

En total, la pandemia de nuevo coronavirus causó más de 238.000 muertos en el mundo y 3,3 millones de contagios desde su aparición en diciembre en China, según un balance de la AFP establecido a partir de fuentes oficiales el sábado a las 11H00 GMT.

El país más golpeado en número de muertos es Estados Unidos con 65.068, por delante de Italia (28.236 muertos), Reino Unido (27.510), España (25.100) y Francia (24.594).

Rusia, con 1.222 fallecidos, registra actualmente el mayor número de nuevos casos diarios. Alrededor del 2% de los habitantes de Moscú –más de 250.000 personas– padece la enfermedad, indicó el sábado el alcalde de la capital rusa, citando resultados de tests.

– “¿Y qué?” –
En América Latina y el Caribe fallecieron 12.197 personas y se han registrado 231.039 casos.

En Brasil, cuyo presidente Jair Bolsonaro defiende la recuperación de la actividad económica a toda costa, lo peor puede estar por llegar, en un momento en el que el país está a punto de convertirse en el principal foco de contagio en el mundo.

Según las estimaciones del colectivo de investigadores de covid-19 Brasil, el país contaba con más de 1,3 millones de casos de coronavirus el jueves.

Esto es entre 15 y 20 veces más que los 91.500 casos confirmados hasta ahora, en este vasto país de 210 millones de habitantes donde apenas se hacen test y donde hay poblaciones vulnerables, como indígenas o habitantes de las grandes y superpobladas favelas, donde el confinamiento es una utopía.

Brasil tiene además el índice de contagio más elevado del mundo (2,8) según el Imperial College de Londres.

Dentro y fuera del país sigue además la polémica por una respuesta dada por Bolsonaro el martes a una pregunta sobre el aumento de muertos en el país, que en aquel momento llegaban a 5.000: “¿Y qué? Lo lamento. ¿Qué quieren, que haga qué?”, dijo el mandatario. En este momento, los muertos en el país ya superan los 6.300.

– “¡Abran California!” –
En Estados Unidos, que sigue con un promedio de unos 2.000 muertos por día (1.883 el viernes), una meseta de contagios en la que lleva atascado desde mediados de abril, el propio presidente estadounidense Donald Trump fue quien anunció el lanzamiento del uso del medicamento antiviral remdesivir, que permitirá que los hospitales estadounidenses puedan administrarlo a los enfermos graves.

Remdesivir es un antiviral experimental de amplio espectro fabricado por la farmacéutica estadounidense Gilead Sciences, que se desarrolló por primera vez para tratar el ébola, una fiebre hemorrágica viral.

En el ámbito económico, Estados Unidos registró más de 30 millones de solicitudes de prestaciones de desempleo desde mediados de marzo, un récord.

Para reactivar la economía, más de 35 de los 50 estados del país han comenzado a levantar -o están a punto de hacerlo- las medidas de confinamiento.

Texas reabrió el viernes tiendas, restaurantes y bibliotecas, siempre que operen al 25% de su capacidad. Sentado en un restaurante de Houston, donde los camareros usan máscaras y guantes, Jack Sweed se siente “feliz de poder apoyar a los comercios locales”.

Para exigir el levantamiento del confinamiento en vigor desde hace seis semanas en su estado, miles de personas se manifestaron el viernes en California.

“¡Abran California!”, gritaban cerca de las playas cerradas de Huntington Beach. “Todos los empleos son esenciales” o “La libertad es esencial”, se leía en las pancartas.

También hubo manifestaciones en Los Angeles, Nueva York y Chicago.

En Nueva York, varios miles de inquilinos, que temen perder sus casas tras quedarse sin empleo y libran una “huelga de los alquileres”, se echaron a la calle.

En China, donde ya no hay apenas contagios locales, comenzaron el viernes las primeras vacaciones después del surgimiento de la pandemia.

En Pekín, en especial, reabrió la Ciudad Prohibida, aunque de manera más limitada que de costumbre.

Acusada por Washington de ser complaciente con China al comienzo de la crisis, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha pedido a Pekín que le asocie a las investigaciones sobre el origen de la pandemia. Se trata de entender -dice- cuál ha sido el “huésped natural” de este virus y su “transmisión de animal a humano”.

 

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