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Cómo volver a tener una conversación divertida

Cómo volver a tener una conversación divertida
Imagen Ilustrativa/ NYT

El  coronavirus no tiene por qué arruinar toda interacción personal. a continuación, presentamos algunos consejos para animar tus llamadas telefónicas y mensajes de texto.

Cuando no sales de tu casa durante días y días, ser un gran conversador puede ser todo un reto en llamadas con tu familia o tus amigos. Siempre que alguien me pregunta qué he hecho últimamente, mi mente se pone en blanco. Miro a mi alrededor buscando inspiración y, por lo general, murmuro algo acerca del clima. También suspiro mucho, lo cual no resulta entretenido para la otra persona.

Es difícil lograr un equilibrio en la conversación cuando te sientes abrumado, infeliz y exhausto. “Algunas personas podrían estar batallando para tener conversaciones positivas porque el mundo es oscuro”, afirmó Alison Wood Brooks, profesora adjunta de Administración de Empresas en la Escuela de Negocios de Harvard. “Otras personas enfrentan una fatiga conversacional mientras tratan de gestionar sus hogares abarrotados. Aunque existen otros que desearían poder sostener más conversaciones ya que combaten una profunda soledad”.

Aunque en este momento hay muchos aspectos que no podemos controlar, cuando se trata de las conversaciones que tenemos, hay cosas que sí podemos controlar. Podemos elegir temas que hemos leído o escuchado para poder incluirlos en la conversación. También controlamos la atención que le ponemos a la conversación. Podemos escuchar con detenimiento y hacer preguntas posteriores.

También podemos elegir con quién nos comunicamos.

“Trata de hablar con personas que te hacen sentir alegre”, comentó Brooks. “Piensa en cómo te sientes durante las conversaciones y después de ellas”. Si hay alguien que constantemente apaga tu ánimo, “tal vez sea mejor interactuar con otras personas por ahora”.

Por último, también somos responsables de nuestra actitud en esta situación. Podemos hacer bromas y tonterías. Las investigaciones sugieren que el humor es un mecanismo excelente para salir adelante que nos ayuda a distraernos (y a sanar) de las noticias negativas. Así que, como Brooks señaló, trata de hacer reír a las personas. ¡Y no olvides reír tú también! “Aun cuando debas abordar un tema serio, no es necesario que toda la interacción tenga ese tono formal, terrible y oscuro”, dijo. “Tienes permitido llorar y sonreír a la vez”.

Con estos principios básicos en mente, a continuación, te mostramos cómo hacer que tus conversaciones sean interesantes cuando la vida empieza a ser monótona:

Prepárate un poco. En la investigación de Brooks, ella descubrió que anotar de uno a tres temas antes del inicio de la conversación reduce la ansiedad durante esta y aumenta el disfrute de la interacción. “Incluso el solo hecho de pensar en una o dos ideas en los veinte segundos previos a la conversación parece ser de ayuda”, señaló.

Inicia la conversación con el pie derecho. Cuando las personas le preguntan a Debra Fine, autora de “The Fine Art of Small Talk (El arte de la conversación trivial)”, cómo le va, ella da una respuesta alegre pero real: “¡Todavía no me reinvento!”, o, “Me falta un episodio de Ozark. No puedo esperar”.

“Eso les da a las personas un tema o una trivialidad para seguir con la conversación”, afirmó.

Fine también comienza las conversaciones diciendo cosas como:

    • ¿Qué haces para entretenerte?

    • ¿Cuál es tu conjunto favorito para vestir en la cuarentena?

    • Háblame de lo mejor que has comido hasta ahora.

Evita tratar de superar a la otra persona. Sí, la situación es difícil para ambos y podrías sentir que te estás compadeciendo — ¡Te entiendo! ¡La vida también es difícil para mí! — pero eso hace que la otra persona se sienta desestimada. Así que no hagas lo siguiente:

Primer amigo: “Ash, He tenido reuniones por Zoom todo el día. Estoy completamente exhausto”.

Segundo amigo: “¿Crees que eso es malo? Al final de mi día laboral, tengo que entretener y alimentar a dos adolescentes”.

Primer amigo: “Siento claustrofobia ahora que los parques y los senderos están cerrados”.

Segundo amigo: “Intenta vivir en un apartamento de una habitación en Brooklyn”.

En lugar de eso, dijo Fine, debemos escuchar y ofrecer respuestas empáticas. Di algo como: “Eso sí que suena agotador”, “Me imagino por lo que estás pasando” y, “¿Qué te ha funcionado cuando tratas de manejar un estrés como este?”.

Haz preguntas acerca del día a día. A Sherry Turkle le gusta que la gente le pregunte qué ha hecho, pues en estos momentos está involucrada en un proyecto interesante. La profesora del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT, por su sigla en inglés) y autora de “Reclaiming Conversation: The Power of Talk in a Digital Age (Recuperando la conversación: El poder de hablar en una era digital)” quiere hablar de todo lo que ha estado haciendo para adaptarse a esta nueva normalidad. “De manera similar”, dijo, “mis compañeros de cuarentena están haciendo el trabajo más fascinante en administración, finanzas, estrategia y el futuro de los recursos humanos, las contrataciones y la mercadotecnia”. Afirmó que adentrarse en el meollo de sus vidas es la mejor conversación. Es “infinitamente interesante”.

También es importante ser sensibles ante quienes han sido despedidos o están inactivos en el futuro inmediato. Si tu amigo parece dispuesto a hablar sobre cómo será el mundo una vez que se levanten las restricciones, atiende la señal. “Es probable que entre los dos puedan surgir ideas interesantes acerca de cómo se pueden acoplar sus habilidades”, señaló Turkle. Asegúrate de que la persona sin trabajo se siente apoyada, ya sea que quiera hablar de sus preocupaciones laborales en este momento o no.

Mantén una conversación equilibrada. Debe haber un estira y afloja. Evita atraer la atención hacia ti constantemente, lo cual es un hábito que mucha gente tiene y no se da cuenta. Esta tendencia molesta a los interlocutores, quienes entonces “terminan la conversación sintiéndose cansados, como si no te hubieras interesado en ellos”, señaló Brooks.

Encuentra la manera de hacer que lo aburrido sea emocionante. Maravíllate con lo absurdo de la vida diaria. A R. Eric Thomas, editor sénior de Elle.com y autor de “Here For It: Or How to Save Your Soul In America (A eso venimos: O cómo salvar tu alma en Estados Unidos)”, le encanta escuchar de los temas más banales cuando se conecta a hablar con su familia y sus amistades. “Te sorprendería cuánto me interesa escuchar lo que mis amigos le ponen a su pan en la cuarentena”, dijo. “Háblame más de tu vida y menos acerca de la incertidumbre del futuro”.

Habla de lo que estás leyendo, viendo o haciendo. Thomas ha logrado que la gente se anime a conversar cuando habla de la cultura pop: libros, programas de televisión, películas y música. A las personas también les gusta instalarse en la nostalgia. Él recomienda preguntarles a tus amistades:

    • ¿Cuál es tu princesa favorita de Disney?

    • ¿Cuál es la primera película que recuerdas haber visto en un cine?

    • ¿Qué serie de televisión vuelves a ver todo el tiempo?

    • ¿Cuál es la música que siempre te pone de buenas?

“Estamos rodeados de un mundo de cosas que nos ponen de buen humor y, en ocasiones, revisitarlas es un respiro,” dijo.

También puedes hablar de las historias más bobas de tus mascotas. ¿Tu perro ha comenzado a ladrar como loco cuando estás en medio de una teleconferencia? ¿Tu gato mordisqueó tu preciado paquete de papel sanitario? ¡Habla de eso!

Sé sincero. Si no te sientes capaz de mantener una conversación, puedes decírselo a la otra persona. En ocasiones, dijo Thomas, está bien solo estar presente y no involucrarte. O, se vale decir: “Se me dificulta encontrar algo positivo en este momento”.

“De hecho”, afirmó, “también podría hacer que tu interlocutor se sienta libre de ser sincero acerca de cómo se siente”.

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