El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, estrenó este martes un tono más grave ante la crisis del coronavirus, tras las críticas a su gestión de la pandemia y una situación poco favorable en los sondeos de cara a las elecciones de noviembre.
“Algunas zonas de nuestro país están muy bien”, dijo Trump en la primera rueda de prensa sobre la covid-19 en casi tres meses. “Otros están menos bien”, añadió. “Probablemente y desafortunadamente va a empeorar antes de que haya una mejora”.
El regreso de las ruedas de prensa presidenciales sobre la epidemia –abandonadas en abril después de que el mandatario republicano se ridiculizara al sugerir la posibilidad de inyectar desinfectante a los pacientes– es parte de un esfuerzo por mejorar la imagen de Trump.
Tras una respuesta inicial errática, cerca de 140.000 fallecidos y fuertes aumentos de los contagios en el sur y el suroeste del país, los sondeos muestran que Trump se encamina a una derrota en noviembre ante su rival demócrata, Joe Biden, y que más de dos tercios de los estadounidenses desconfían del mandatario respecto a la pandemia.
– Sin el doctor Fauci –
Tras haber minimizado la gravedad de la covid-19 durante meses y promovido soluciones contra la pandemia sin ninguna base científica, Trump espera que su versión más grave y realista pueda mejorar sus posibilidades de ser reelegido.
Después de negarse a ser fotografiado con una mascarilla, el presidente instó a los estadounidenses a seguir las recomendaciones de los médicos y utilizar tapabocas para frenar la propagación del coronavirus.
“Usen una mascarilla”, dijo el mandatario. “Les puede gustar o no, pero tienen un impacto”.
Por último, Trump prometió que pronto habrá una vacuna para este virus, que fue detectado por primera vez en China en diciembre de 2019.
“Las vacunas están en camino y van a llegar mucho antes de lo que cualquiera pensó que fuera posible”, afirmó el mandatario, que sorprendió al aparecer solo en el estrado, sin ninguno de los líderes médicos del país.
Anthony Fauci, el referente estadounidense en materia de enfermedades infecciosas, ni siquiera fue invitado a la rueda de prensa tras haber sido criticado por el equipo de Trump debido a sus predicciones poco optimistas sobre la pandemia.
– ¿Salud o campaña electoral? –
Trump, acostumbrado a la televisión tras protagonizar durante años un reality, parece a menudo más cómodo ante las cámaras que en los escenarios más formales de la vida presidencial. A pesar de sus numerosas quejas sobre los medios de comunicación, probablemente ha dado más ruedas de prensa que cualquiera de sus predecesores.
El presidente dijo que iba a mantener esas conferencias, aunque seguramente no cada día. La versión de este martes duró menos de media hora y se ajustó a la agenda prevista por la Casa Blanca.
Pero aún no se sabe si Trump podrá resistir la tentación de utilizar esa presencia en directo para abordar la política electoral, algo que podría resultar contraproducente ante un público preocupado por la salud.
El inquilino de la Casa Blanca va a la zaga de Biden en todas las encuestas y está reformulando su retórica de campaña hacia un tono más oscuro en el que intenta presentar a los demócratas como una fuerza política respaldada por socialistas al estilo del gobierno de Venezuela y también por anarquistas.
Los tuits del presidente este martes reflejan esos dos polos de atención.
Por un lado, publicó: “Avances tremendos se están realizando en vacunas y terapias!!!”.
En otro mensaje escribió, en tono alarmista y sin pruebas que lo sustenten, una declaración que por su investidura resulta escandalosa: que la elección en la que se presume perderá estará amañada.