Además de representar una barrera natural y captar gran cantidad de carbono, los manglares representan una alternativa para la economía.
Su conservación y protección no solo representa el bienestar de los animales y plantas que allí residen, sino que también es una fuente de ingresos para las comunidades debido a la cantidad de servicios ecosistémicos que brindan.
Este domingo 26 de julio se celebra el Día Internacional por la Defensa del Manglar, y para el Ministerio de Ambiente es vital destacar las bondades que ofrece este recurso natural.
José Julio Casas, Director Nacional de Costas y Mares del Ministerio de Ambiente (MiAMBIENTE), destacó que Panamá es un país privilegiado por contar con la mayor cobertura de manglares en Centro América; los cuales son un pilar importante para establecer proyectos de desarrollo sostenible apegados a actividades marino costeras (pesca, acuicultura, turismo sostenible, investigación científica, actividades portuarias). Además estos ecosistemas representan un potencial enorme para el desarrollo de alternativas ecológicas sostenibles que permitan generar ingresos a partir de su protección; enmarcados dentro de proyectos de Economía Azul.
Un estudio socioeconómico realizado por la organización Conservación Internacional Panamá, en el Oriente Chiricano, demostró que solo en 13,000 ha de manglar evaluados, se percibe más de 27 millones de dólares anualmente sobre los servicios ambientales que presta directa e indirectamente a esta región del país en temas de pesca, protección costera, captación de carbono, turismo entre otros
Esto quiere decir que salvaguardar los humedales es clave para la inyección de capital financiero del país, “Ganamos mucho más conservándolos que destruyéndolos; los manglares tienen una importancia ecológica invaluable, pero también brindan la posibilidad de generar ingresos para el beneficio de las comunidades costeras y el país”, indica el Director.
Uno de los propósitos primordiales del Ministerio de Ambiente, es aportar al país iniciativas que permitan reactivar una economía sostenible y más resiliente, posterior a la situación actual (COVID 19), por ello se considera que es el momento crucial para realizar los cambios pertinentes y asegurar que estos recursos se empleen de manera responsable.
Referente a este punto, Jorge Jaén, Jefe del Departamento de Ordenamiento de Espacios de Costas y mares, indicó que “Adicional al factor económico, los manglares son conocidos por disminuir el embate de las olas, acumulando sedimento lo que reduce la erosión costera, algo que ha sido comprobado científicamente en sitios que han sufrido eventos como los tsunamis. Los cuales tienen una capacidad de secuestro de carbono de hasta cinco veces mayor en suelo que retienen sus raíces comparados a otros bosques terrestres”.
A la fecha MiAMBIENTE ha logrado proteger unas 70 mil hectáreas de manglar dentro del Sistema Nacional de Áreas Protegidas y Vida Silvestre, sin embargo, la presión antrópica y los efectos adversos del cambio climático han debilitado la capacidad de resiliencia de estos ecosistemas en algunos puntos del país.
Actualmente el Ministerio trabaja es un proceso de gobernanza que permita ordenar los aspectos legales alrededor es estos bosques marinos, para poder establecer estrategias sostenibles para su aprovechamiento, asegurando el menor impacto posible. De igual manera pronto se publicará una guía que brindará el conocimiento técnico-científico de cómo realizar actividades de restauración y reforestación de los manglares, de tal manera que los profesionales de nuestro país puedan ponerla en práctica.
El siguiente reto es lograr que la Política Nacional de Humedales que establece directrices para la protección y conservación de estos ecosistemas, sea realmente un mecanismo participativo, e incluyente para lograr la defensa real de tan importante ecosistema.