Se trata del último de una serie de siete incidentes violentos entre el 19 y el 26 de julio, que dejaron decenas de muertos y herido.
Unos 500 hombres armados mataron a 60 personas tras irrumpir en una aldea habitada por agricultores de tribus africanas en la región sudanesa de Darfur, adonde el nuevo gobierno enviará tropas para detener la violencia endémica.
Es el incidente más sangriento de una serie de actos violentos cometidos desde la semana pasada en varias partes de Darfur, en el oeste de Sudán, donde desde hace años las tribus nómadas árabes y los agricultores de tribus africanas se enfrentan por la tierra y el agua.
Según la ONU, unos 500 hombres armados atacaron el sábado la localidad de Masteri, a 48 kilómetros de la capital provincial de El Geneina, en Darfur del Oeste, y mataron a más de 60 personas, en su mayoría de la comunidad Masalit. Hirieron a otras 60.
Varias casas del norte, sur y este del pueblo fueron saqueadas y quemadas, al igual que la mitad del mercado local, informó la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la ONU en Jartum.
“Se trata del último de una serie de siete incidentes violentos entre el 19 y el 26 de julio, que dejaron decenas de muertos y heridos, además de varios pueblos y casas quemados, y de mercados y tiendas dañados” en este estado, precisó la ONU.
Según la organización internacional, “esta espiral de violencia en distintas partes de Darfur provoca desplazamientos de la población y pone en peligro la temporada agrícola”, que coincide con la de las lluvias.
En los cinco estados de Darfur, 2,8 millones de personas padecen hambre, de las cuales 545.000 viven en Darfur del Oeste.
En Darfur del Sur, hombres armados mataron el viernes a por lo menos 20 campesinos cuando regresaban a sus campos después de más de 15 años de ausencia, según un jefe tribal local.
Estos campesinos asesinados habían sido autorizados a regresar a sus tierras gracias a un acuerdo concluido hace dos meses con quienes se instalaron en ellas durante el conflicto de Darfur. El gobierno medió en este arreglo.
– Minorías marginadas –
El Consejo de Defensa y Seguridad, el máximo órgano de seguridad del país, se ha reunido para abordar la situación.
“Debemos usar la fuerza para proteger a los ciudadanos y sus propiedades. Las fuerzas de seguridad serán enviadas de Jartum a las regiones donde se producen disturbios para garantizar la seguridad de los habitantes”, declaró en un comunicado el ministro sudanés del Interior, Eltrafi Elsdik.
Este conflicto, que estalló en 2003 entre el régimen de mayoría árabe de Omar al Bashir e insurgentes de minorías étnicas que se consideraban marginadas, ha causado cientos de miles de muertos y millones de desplazados, según la ONU.
En los últimos años ha bajado de intensidad. En 2019, el autócrata Omar al Bashir fue derrocado por el ejército bajo la presión de los manifestantes.
El nuevo gobierno, formado tras un acuerdo entre los militares y los líderes de las protestas, entabló en octubre de 2019 negociaciones para un acuerdo de paz con grupos rebeldes con el objetivo de acabar con los conflictos en las regiones de Darfur, Kordofán del Sur y el Nilo Azul.
Pero la violencia endémica persiste debido a conflictos relacionados con la tierra, según Adam Mohamad, un experto en la región.
“El tema de la tierra es una de las causas del conflicto y lo sigue siendo porque durante la guerra los campesinos huyeron de sus tierras y de sus aldeas para ir a los campamentos y los nómadas los sustituyeron y se instalaron allí”, explicó a la AFP.