Casi once semanas después de que George Floyd fue asesinado por la policía en Minneapolis, lo que incitó a una ola de protestas en todo Estados Unidos, una corte del condado en Minnesota ha divulgado al público por primera vez imágenes de las cámaras corporales de los policías grabadas durante el incidente.
The New York Times revisó los 65 minutos completos de la grabación, la cual previamente solo podía ser vista si a uno le concedían el acceso, y seleccionó momentos cruciales que ofrecen nueva información.
Las imágenes responden a las interrogantes, formulan nuevas preguntas y nos dan mayor conocimiento sobre el estado mental de Floyd y cómo la respuesta de la policía a su aparente uso de un billete apócrifo se convirtió en un encuentro mortal. Muestra que los policías escalaron la situación desde el principio del arresto, Floyd ruega para no ser subido a la patrulla y una repetida falta de cuidado de la salud de Floyd mientras está retenido en el piso.
Las grabaciones fueron tomadas por las cámaras corporales de los policías Thomas Lane y J. Alexander Kueng, quienes detuvieron a Floyd el 25 de mayo. La cámara de un tercer agente, Derek Chauvin, quien apareció en imágenes ampliamente vistas donde se le ve arrodillado en el cuello de Floyd, se cayó durante el arresto y lo que grabó no ha sido difundido. Lane, Kueng y un cuarto policía, Tou Thao, han recibido cargos por ayudar e instigar asesinato y homicidio culposo, mientras que Chauvin enfrenta cargos por homicidio en segundo grado, homicidio en tercer grado y homicidio culposo en segundo grado. Todos los policías fueron despedidos después del asesinato de Floyd.
Así escaló
A las 20:09, se puede ver a Lane aproximarse a un auto en el que viajan Floyd y dos acompañantes, Shawanda Hill y Maurice Lester Hall. La grabación de Lane muestra lo rápido que él parece escalar la situación.
Floyd está en el asiento del conductor y Lane golpea la ventana con su linterna. Le solicita a Floyd que muestre sus manos y golpea de nuevo la ventana cuando Floyd no obedece.
Cuando Floyd —quien parece mirar hacia el lado del pasajero donde Kueng está parado— no obedece la orden, Lane golpea otra vez.
Floyd está visiblemente desconcertado y se disculpa mientras abre la puerta del auto.
Lane le dice a Floyd que muestre las manos tres veces más. Seis segundos después de que se abre la puerta, desenfunda la pistola, le apunta a Floyd y dice: “Levanta las [insulto] manos ahora”. Sin explicar el motivo por el cual su auto fue detenido, saca a Floyd del vehículo.
Afirmación de un disparo previo
Las grabaciones de las cámaras corporales de Lane y Kueng revelan una posible razón para el temor de Floyd: tanto Floyd como Hill les dicen a los agentes en múltiples ocasiones que a Floyd le dispararon previamente en una situación similar.
“Oiga, antes me dispararon de la misma manera, señor oficial”, le dice Floyd a Lane. “La última vez me dispararon así, señor oficial, fue lo mismo”.
El Times no pudo verificar si era cierto o no que Floyd había recibido un disparo previamente durante un encuentro con la policía, pero un vocero del Departamento de Policía de Minneapolis dijo el lunes que sus agentes no le habían disparado antes a Floyd.
El forcejeo
Las imágenes también brindan un nuevo punto de vista del forcejeo para subir a Floyd a la patrulla y una explicación de cómo Floyd terminó bocabajo en la calle, donde los agentes lo mantuvieron sometido durante nueve minutos y treinta segundos.
Tras sacar a Floyd de su auto, Lane y Kueng lo esposan y lo hacen caminar para que cruce la calle hacia la patrulla.
Se puede escuchar cuando Floyd les dice a los policías que es claustrofóbico. Lane promete mantener la ventana trasera parcialmente abierta, pero Floyd se resiste a sus esfuerzos para subirlo al auto.
Un minuto después, Floyd les dice a los agentes que tuvo coronavirus, lo que posteriormente confirmó el informe de un médico forense.
“Voy a morir”, dijo. “Y acabo de tener COVID, hombre. No quiero volver a eso”. Usa una palabra malsonante para describir qué tan asustado está, entonces, ofrece contar hasta tres antes de meterse, sentarse en el asiento delantero o en cambio ponerse en el piso. Los policías insisten en que se siente en el asiento trasero.
Lane se mueve al otro lado del auto y abre la puerta. Floyd grita que él no es “un mal hombre” a medida que comienza el forcejeo para obligarlo a ponerse en el asiento trasero.
Inmovilización
Antes de la divulgación de las grabaciones de las cámaras corporales, no quedaba claro cómo Floyd salió de la patrulla después de ser obligado a entrar y exactamente qué pasó después de que los agentes lo tuvieron sometido.
Las nuevas imágenes muestran que conforme Lane y Kueng intentan obligar a Floyd a entrar en la parte trasera, él grita que no puede respirar, dice que se lastimó la nariz y parece usar las piernas para impulsarse hacia afuera por el otro lado, y repite: “Me voy a acostar en el piso”.
Después de alrededor de un minuto de forcejeo para empujar a Floyd de regreso al auto, Thao, que observa desde uno de los costados, dice: “Acostémoslo”, por lo que Chauvin y Kueng mueven a Floyd hacia el pavimento.
Los videos de Lane y Kueng aportan la primera evidencia clara del momento en que Chauvin coloca la rodilla en el cuello de Floyd, lo que cambia la narrativa ampliamente conocida de que Chauvin mantuvo la rodilla ahí durante 8 minutos y 46 segundos. Los fiscales inicialmente dieron esa duración, después la cambiaron a 7 minutos y 46 segundos. Las grabaciones muestran que ninguna es correcta: Chauvin realmente conserva la rodilla en el cuello de Floyd desde las 20:19 hasta las 20:28, para un total de 9 minutos y 30 segundos. Eso es casi dos minutos más que el tiempo corregido de los fiscales.
Las imágenes de Lane también brindan un nuevo y revelador punto de vista sobre cómo los policías inmovilizaron a Floyd.
Lane se prepara para usar una correa parecida a un cinturón para inmovilizarlo, pero decide guardarla, lo que posiblemente indica que los policías sienten que tienen a Floyd bajo control. Desde esta perspectiva, se puede ver a Chauvin arrodillado sobre el cuello y el brazo de Floyd y agarrando su mano izquierda. Kueng se arrodilla en la parte superior de las piernas de Floyd y sostiene su muñeca, mientras Lane sostiene las piernas de Floyd.
Retraso en la atención médica
Las grabaciones de las cámaras corporales también muestran retrasos de los policías y de los paramédicos que respondieron.
“Es una cascada en la que todo salió mal”, dijo Rohini J. Haar, un experto médico en Physicians for Human Rights, quien revisó las grabaciones para el Times. “Y nunca corrigieron el rumbo, incluso dentro de la ambulancia”.
Seis minutos después de que Chauvin, Lane y Kueng pusieron bocabajo a Floyd, y solo después de que transeúntes les gritaron a los policías que verificaran la salud de Floyd, Kueng revisa el pulso de Floyd y les dice a Chauvin y Lane que no puede sentirlo. Los tres agentes continúan sosteniendo a Floyd en una posición que restringe su respiración y ninguno revisa para comprobar si está recibiendo aire.
Dos minutos después, los paramédicos llegan y revisan el pulso de Floyd, pero no evalúan su respiración. En lugar de cambiar la posición de Floyd para evaluar o tratarlo en el sitio, los médicos lo suben a la ambulancia y Lane se les une.
Son necesarios tres minutos después de su llegada a la escena —y cuatro revisiones de pulso más— antes de que Lane comience las primeras compresiones de pecho. Pasan cinco minutos más antes de que un médico brinde ventilación asistida a Floyd —diez minutos después de que Kueng reportara por primera vez que Floyd no tenía pulso—. Lane finalmente abandona la ambulancia cuando llega el departamento de bomberos.
Autores: Evan Hill, Haley Willis, Robin Stein, Christiaan Triebert, Ben Laffin y Drew Jordan