Sin acuerdo internacional sobre un impuesto a los grandes grupos digitales este año

Sin acuerdo internacional sobre un impuesto a los grandes grupos digitales este año
El director del Centro de Política Tributaria de la OCDE, Pascal Saint-Amans, celebra una conferencia el último día de la Web Summit en Lisboa el 7 de noviembre de 2019. Foto: AFP

Ante la ausencia de un acuerdo en tiempo y forma, los países adoptaron un documento para definir el marco global de esta reforma que debe establecer nuevas reglas.

Los 137 países que negocian bajo el paraguas de la OCDE fracasaron en llegar a un acuerdo sobre un impuesto a las grandes empresas del sector digital antes de finales de 2020, el plazo que les había fijado el G20, lo que podría reanimar una “guerra comercial” en plena pandemia.

“El vaso está a mitad lleno: el paquete está casi listo pero falta un acuerdo político”, reconoció este lunes Pascal Saint Amans, responsable de política fiscal de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

“El covid provocó un retraso pero estamos casi a punto y hay una voluntad de concluir rápidamente”, agregó, precisando que el proceso lanzado en 2013 podría dar lugar a un compromiso “durante 2021”.

El responsable se refirió en particular al bloqueo de Estados Unidos, país del que han surgido la mayoría de los gigantes del sector digital.

Aunque la OCDE confía llegar a un acuerdo de aquí a 2021, su secretario general Angel Gurría predijo, en caso de fracaso definitivo, “una multiplicación de las acciones unilaterales, medidas de represalia”, y a fin de cuentas, una nueva “guerra comercial”.

Añadió que las nuevas reglas fiscales, además de pacificar las relaciones económicas internacionales, podrían generar 200.000 millones de dólares anuales, que serían bienvenidos cuando la pandemia ha “incrementado los déficits” públicos.

Los gigantes digitales “se beneficiaron” de la digitalización de la economía, acelerada por las diversas medidas de confinamiento en el mundo, señaló Gurría.

Ante la ausencia de un acuerdo en tiempo y forma, los países adoptaron un documento para definir el marco global de esta reforma que debe establecer nuevas reglas para que “las grandes empresas rentables que ejerzan una actividad internacional paguen su justa parte de impuestos en la jurisdicción en la que obtienen ganancias”, según la OCDE.

Como ejemplo, Facebook realizó una cifra de negocios de cerca de 70.000 millones de dólares en 2019, pero pagó 8,46 millones de euros de impuesto a las sociedades en Francia en 2019. Una parte ínfima de los 6.300 millones de dólares de impuestos pagados por el grupo, especialmente en Estados Unidos

El documento prevé una tasa mínima mundial de imposición que podría ser del 12,5%.

Esta hoja de ruta será presentada el miércoles a los ministros de Finanzas de los países del G20, que había otorgado mandato en 2018 a la OCDE para reformar un sistema fiscal internacional caduco tras el surgimiento de los GAFA (acrónimo para referirse a Google, Amazon, Facebook y Apple) y otras grandes empresas digitales.

– “Impaciencia” –
Estas empresas son criticadas de manera regular por recurrir a sistemas de optimización a menudo legales que les permiten reducir fuertemente su carga fiscal, aprovechando las diferencias de imposición entre países.

Además de la crisis mundial a raíz de la pandemia de covid-19, las negociaciones se retrasaron por la decisión de Estados Unidos en junio de suspender su participación en las discusiones hasta la elección presidencial del 3 de noviembre, según Pascal Saint Amans.

Frente a estos obstáculos, el responsable de fiscalidad de la OCDE reconoce que la partida se encuentra lejos de estar ganada.

“A pesar de las circunstancias excepcionales, hay mucha susceptibilidad e impaciencia, y la tentación de decisiones unilaterales frente a una medida que tomará años en ser aplicada”, advirtió.

Francia ya fue la primera al adoptar en julio de 2019 un impuesto a los gigantes del sector digital.

Ante las amenazas de represalias estadounidenses, el gobierno francés decidió suspender la aplicación, pero advirtió que sin acuerdo internacional antes de fin de año, volverá a ponerla en vigor.

“El trabajo realizado a nivel técnico es una base sólida para lograr por fin una decisión política”, se congratuló el lunes el ministro francés de Economía Bruno Le Maire. Su homólogo alemán Olaf Scholz ve en este acuerdo sobre los grandes principios “un enorme paso adelante”.

Por el contrario, la Independent Commission for the Reform of International Corporate Taxation (ICRICT), grupo de reflexión que reúne juristas y economistas de alto nivel, dice que las medidas “no están a la altura” y pidió a los países tomar sin espera “medidas unilaterales” que al menos tendrían la ventaja de “favorecer un aumento de los ingresos mientras las reformas más amplias sean bloqueadas por los principales miembros de la OCDE”.

 

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