Trump está “dándolo todo” para recuperar terreno, dijo el sábado su portavoz, Kayleigh McEnany.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, continúa este sábado su campaña a un ritmo frenético para conseguir un segundo mandato, recorriendo el país para movilizar a sus tropas y lograr alcanzar a su oponente demócrata Joe Biden, 17 días antes de las elecciones.
El multimillonario de 74 años viaja por la tarde hacia el norte del país para visitar Michigan y Wisconsin, dos estados tradicionalmente demócratas que ganó en 2016, antes de dirigirse a Las Vegas, Nevada, para una gira en el oeste desde el domingo.
Con encuestas que no le favorecen, una pandemia de coronavirus que ha superado los 8 millones de casos en Estados Unidos, y las dudas que surgen en su propio partido, el inquilino de la Casa Blanca está “dándolo todo” para recuperar terreno, dijo el sábado su portavoz, Kayleigh McEnany.
“La estrategia del presidente Trump es trabajar por el voto del pueblo estadounidense. Por eso estará en dos estados hoy (sábado), tendrá dos mítines mañana (domingo) y dos más en Arizona el lunes”, explicó McEnany a la cadena Fox News.
Al igual que en 2016, Trump hace una intensa campaña en el terreno con varios viajes al día. El viernes estuvo en Georgia y Florida, dos estados del sureste que difícilmente puede permitirse perder si quiere ganar contra Biden el 3 de noviembre.
Para movilizar a sus seguidores, el mandatario anunció, a pesar de las encuestas, “una ola roja de magnitud nunca antes vista”, haciendo referencia al color que distingue a los republicanos.
“Infligiremos una derrota contundente a Joe”, dijo ante una eufórica multitud en Florida.
En marcado contraste, la campaña de Biden, de 77 años, no tenía nada previsto para este sábado en su programa oficial. El candidato demócrata se quedó en la costa este, en su bastión de Wilmingon, Delaware, antes de partir el domingo a Carolina del Norte, otro estado clave.
– “Mentiras y distracciones” –
El viernes, el ex vicepresidente visitó Michigan, que busca atraer hacia el campo demócrata.
“Todo lo que el presidente Trump tiene para ofrecer al pueblo de Michigan son mentiras y distracciones. Ningún plan para controlar el virus, ninguna estrategia para sacar a nuestra economía de esta recesión, y ninguna visión para unificar nuestro país”, aseguró Biden, horas antes de la visita de su rival al estado.
El político veterano lidera por nueve puntos porcentuales el promedio nacional de encuestas. Más importante aún, aunque por un margen más estrecho, puntea en los estados clave, que pueden decidirse por uno u otro partido en cada elección.
Como Pensilvania, que Trump ganó en 2016 por una nariz. En ese estado del noreste, el expresidente demócrata Barack Obama participará el miércoles en su primer evento de campaña en Filadelfia.
Pero la carrera es mucho más reñida de lo que sugieren las encuestas, advirtió esta semana la jefa de la campaña demócrata, Jen O’Malley Dillon, basándose en sondeos internos.
La portavoz de la Casa Blanca McEnany, también denunció el sábado encuestas “muy infladas”, diseñadas para “formar la opinión pública en lugar de medirla”.
Sin embargo, varios funcionarios republicanos están abiertamente preocupados por una avasalladora victoria demócrata.
Ben Sasse, que representa al estado de Nebraska (centro) en el Senado, calificó esta semana a Trump de líder “mediocre”, en una grabación revelada por los medios. Dijo temer un “baño de sangre en el Senado para los republicanos”, que actualmente controlan la cámara alta del Congreso.
Sus declaraciones enfurecieron al presidente, quien rechazó la conducta “estúpida y odiosa” del congresista, en un tuit publicado el sábado.