Al igual que en 2016, el presidente Trump realiza una frenética campaña en el terreno con varios viajes al día.
Donald Trump en Nevada y su adversario demócrata, Joe Biden, en Carolina del Norte: los dos candidatos a las elecciones presidenciales de Estados Unidos viajaron el domingo a estados clave en vísperas de una semana crucial para la campaña, marcada por un repunte de la agresividad.
Al igual que en 2016, el presidente Trump -que busca un segundo mandato- realiza una frenética campaña en el terreno con varios viajes al día. Después de aterrizar el sábado por la noche en Las Vegas, se encontró con centenares de fieles en una iglesia evangélica de la ciudad este domingo.
Poco practicante, el millonario conservador depositó varios billetes de 20 dólares en la cesta de donaciones. Más tarde tiene previsto hablar ante sus seguidores en Carson City, capital de Nevada, estado en el que su contrincante demócrata le lleva una ventaja de cinco puntos.
Tras participar igualmente en una misa en Wilmington, y orar después frente a la tumba de su hijo Beau, Joe Biden se desplazó a Durham, en Carolina del Norte. Desde allí pidió a sus seguidores que no esperen hasta el 3 de noviembre para votar, en especial al electorado afroamericano, con el que cuenta para vencer en este estado donde adelanta a su adversario por 2,7 puntos.
“Esta nación es suficientemente fuerte para enfrentar con honestidad al racismo sistémico y ofrecer calles seguras a las familias y los pequeños comercios que son demasiadas veces los más afectados por los saqueos y los incendios”, lanzó el demócrata, en referencia especialmente a George Floyd, el ciudadano afroestadounidense que murió asfixiado por un policía blanco a finales de mayo en Minneapolis.
Su muerte provocó disturbios en la ciudad y una histórica ola de indignación contra el racismo.
Político veterano, Biden lidera el promedio nacional de encuestas por nueve puntos porcentuales. Aún más importante, aunque por un margen más estrecho, encabeza en los estados clave, que pueden votar por un partido u otro en cada elección.
Para movilizar a sus partidarios, Trump promete, a pesar de las encuestas, “una ola roja de una magnitud nunca antes vista”, en referencia al color que identifica a los republicanos.
Los dos candidatos se reunirán en Nashville, Tennessee (oeste) el jueves para el debate presidencial final, pero el bando de Trump ya ha intensificado sus ataques contra Biden en los últimos días.
“Joe Biden es un político corrupto y todo el mundo lo sabe”, escribió el domingo en Twitter el mandatario.
En su mitin del sábado en Michigan, otro estado crucial para las elecciones, llamó a Biden “criminal” y dijo que representaba “un riesgo para la seguridad nacional”.
También atacó a la gobernadora demócrata del estado, Gretchen Whitmer, quien impuso severas restricciones para combatir la pandemia del coronavirus, mientras la multitud gritaba: “¡Métanla en la cárcel!”.
– “Terrorismo doméstico”-
Whitmer, acérrima opositora del presidente, fue blanco de un grupo de extrema derecha que planeaba secuestrarla y juzgarla por “traición”. Los individuos que participaron fueron arrestados recientemente antes de que pudieran perpetrar su plan.
“Es increíblemente perturbador” que el presidente “inspire, aliente e incite a este tipo de terrorismo doméstico”, comentó Whitmer el domingo a la cadena NBC.
“La gente está frustrada con esta gobernadora y eso no tiene nada que ver con el intento de atacarla”, respondió Lara Trump, nuera del presidente, a la cadena CNN, argumentando que el mandatario no hizo “absolutamente nada para incitar a la gente a amenazar” a Whitmer, sino que se estaba “divirtiendo” en un mitin.
Trump “debe darse cuenta de que las palabras de un presidente de Estados Unidos tienen peso”, dijo la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, a la cadena ABC.
De su lado, Biden denunció el domingo el tan criticado manejo de la pandemia por parte de la Casa Blanca, en un momento en que, según él, “la situación empeora” en Estados Unidos, con más de 8 millones de casos y casi 220.000 muertes por covid-19.
“El presidente sabía desde enero lo peligroso que era el virus y se lo escondió al país”, lanzó el candidato demócrata en Durham, en referencia a las revelaciones de un periodista que afirmó que Trump había sido advertido entonces sobre el riesgo de la pandemia.
Más temprano, Biden había criticado igualmente a un presidente que “continúa restando importancia al covid-19”, a través de un comunicado.
El mandatario estadounidense, que siempre se ha mostrado reacio a usar mascarilla, fue hospitalizado tres noches después de contraer el nuevo coronavirus a principios de octubre. Desde entonces ha reanudado su campaña a un ritmo maratónico, afirmando ser “inmune”.