El Producto Interior Bruto (PIB) de España creció un 16,7% en el tercer trimestre tras la fuerte caída (-17,8%) registrada en el periodo anterior, marcado por el severo confinamiento decretado para contener la pandemia.
En términos interanuales, sin embargo, el PIB retrocede un 8,7%, señal de que la cuarta economía de la zona euro se encuentra todavía lejos de recuperar la riqueza previa a la crisis sanitaria, según los datos publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística.
Estas cifras rompen la dinámica negativa de la economía española tras dos trimestres en caída (-5,2% en el primero y -17,8% en el segundo).
Después de un estricto confinamiento entre marzo y abril, incluidas dos semanas de paro de todas las actividades no esenciales, la economía empezó a reactivarse tímidamente en mayo, con un progresivo desconfinamiento que terminó a finales de junio.
Pero entre finales de julio y comienzos de agosto numerosas regiones volvieron a aplicar restricciones para contener el repunte de contagios que experimentaron a las pocas semanas de volver a una relativa normalidad.
El turismo, uno de los pilares de la economía española, vivió un verano boreal catastrófico, con una caída de alrededor del 75% de las llegadas de visitantes extranjeros.
El INE advierte que, debido a la dificultad de establecer estadísticas fiables por las graves perturbaciones económicas, la cifra publicada este viernes puede sufrir una revisión “de una magnitud mayor que la habitual”.
Para el conjunto de 2020, el gobierno prevé un retroceso del 11,2% del PIB, más optimista que el pronóstico del Fondo Monetario Internacional (-12,8%), que sitúa a España como la economía occidental más castigada por la pandemia.
El país es también uno de los miembros de la Unión Europea más impactados sanitariamente, con más de un millón de contagios diagnosticados y por encima de los 35.000 fallecidos.
En un comunicado, la ministra de Economía, Nadia Calviño, estima que las cifras del tercer trimestre constituyen “una buena base para la recuperación económica”.
Aun así, también indica que “estamos en un momento de alta incertidumbre, tanto a nivel europeo como global”, con Europa haciendo frente a una intensa segunda ola de la pandemia que ha llevado a la reinstauración de fuertes restricciones en los últimos días.