Las personas con COVID-19, la enfermedad producto del coronavirus, son más infecciosas unos dos días antes de que comiencen los síntomas y durante cinco días más, de acuerdo con el nuevo análisis de una investigación.
Otros estudios han sugerido que unos pocos pacientes extremadamente enfermos o con sistemas inmunitarios dañados podrían expulsar —o “liberar”— el virus hasta por veinte días. Incluso en los casos leves, algunos pacientes pueden liberar el virus más o menos durante una semana, según el nuevo análisis.
Los datos que se siguen acumulando presentan un dilema: ¿las autoridades del sector de la salud pública deberían reducir el tiempo recomendado de aislamiento si con eso cooperara más gente infectada? ¿O deberían optar por periodos más largos para evitar la transmisión en casi todos los casos, aunque al hacerlo haya un mayor impacto en la economía?
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés) de Estados Unidos recomiendan que la gente infectada se aísle durante un mínimo de diez días desde el inicio de su enfermedad. La agencia está considerando reducir el periodo recomendado de aislamiento y podría publicar nuevos lineamientos la próxima semana, según dos funcionarios federales con conocimientos sobre las conversaciones.
En septiembre, Francia disminuyó el periodo de aislamiento que exigía, de catorce a siete días, y Alemania está considerando reducirlo a cinco días (el aislamiento es para la gente enferma; la cuarentena es para la gente que ha estado expuesta al virus y podría enfermarse).
Es probable que fijar el tiempo de aislamiento en cinco días sea mucho más aceptable y pueda fomentar un mayor cumplimiento de la gente infectada, comentó Muge Cevik, experta en enfermedades infecciosas de la Universidad de St. Andrews en Escocia y que dirigió el nuevo análisis, publicado en la revista The Lancet Microbe.
Un estudio reciente realizado en el Reino Unido demostró que tan solo una de cada cinco personas pudo aislarse durante diez días después de haber desarrollado los síntomas. “Aunque hiciéramos más pruebas, si no podemos garantizar el autoaislamiento de la gente, no creo que podamos controlar la propagación”, opinó Cevik.
En Estados Unidos, muchas personas se hacen la prueba para ver si están infectadas hasta un día o dos después de que empiezan a sentirse enfermas. Con las demoras actuales, muchas reciben sus resultados dos o tres días más tarde, cerca del final del lapso de tiempo en el que pueden contagiar a otros.
“Aunque te hagas la prueba PCR el primer día que puedas, para cuando te lleguen los resultados se habrá completado el 90 por ciento de tu liberación”, señaló Michael Mina, virólogo de la Escuela de Salud Pública T. H. Chan de la Universidad de Harvard. “Este metaanálisis muestra la brevedad del periodo de transmisión”.
La gente con COVID-19 suele ser más infecciosa un día o dos antes de la aparición de los síntomas y hasta unos cinco días después, concluyó el análisis. No obstante, los pacientes pueden ser portadores de fragmentos genéticos del virus en la nariz y la garganta un promedio de diecisiete días y, en algunos casos, hasta tres meses.
Unos pocos pacientes pueden portar virus infeccioso en los pulmones —en lugar de la nariz y la garganta—hasta ocho días después de que comenzaron los síntomas, señaló Megan Ranney, médica de emergencia en la Universidad de Brown. Al menos para estos pacientes, la duración del aislamiento tal vez debería ser mayor a cinco días, si tan solo pudieran ser identificados.
“El problema es que a partir de un examen físico no siempre es evidente quién tiene neumonía por COVID y quién no”, mencionó Ranney. “No lo pueden saber por sí solos”.
El análisis enfatiza los datos que se han acumulado desde marzo. En julio, con base en evidencia similar, los CDC truncaron su recomendación de aislamiento de catorce a diez días.
Sin embargo, incluso con diez días, el periodo de aislamiento podría ser demasiado largo para muchas personas, según expertos. Los pacientes tal vez no sean capaces de aislarse durante tanto tiempo por motivos financieros o tal vez no se sientan tan enfermos como para querer hacerlo.
“Si se pudiera reducir, creo que serviría para que la gente cumpla los lineamientos de salud pública”, opinó Angela Rasmussen, viróloga afiliada con el Centro de Ciencias y Seguridad de la Salud Global de la Universidad Georgetown, para referirse al periodo recomendado de aislamiento.
No obstante, el hecho de que tan solo unos pocos de los estudios incluidos observaron el virus vivo es una limitante para el nuevo análisis.
Algunas personas de la tercera edad o muy enfermas podrían ser infecciosas durante más de una semana. Sin embargo, si más gente se aísla gracias a una reducción del periodo recomendado, el beneficio para la comunidad será mayor que cualquier riesgo que represente la pequeña cantidad de virus que podrían seguir portando unos pocos pacientes después de cinco días, señaló Stefan Baral, investigador especializado en salud pública de la Universidad Johns Hopkins.
Sin embargo, algunos doctores mencionaron que no les convencía el análisis que determinó cinco días de aislamiento para evitar la transmisión en la mayoría de la gente.
“Supongo que hay un punto óptimo, pero todavía no sé cuál es”, comentó Taison Bell, médico especializado en enfermedades infecciosas y cuidados intensivos de la Universidad de Virginia.
En general, el nuevo análisis enfatiza la rapidez con la que prolifera el coronavirus en el cuerpo y la velocidad de respuesta que deben tener los pacientes y los doctores para mantenerlo contenido, mencionó Baral. El punto máximo en los niveles del virus del síndrome respiratorio de Oriente Medio (SROM) es de siete a diez días a partir de que comienzan los síntomas, y el punto máximo en los del síndrome respiratorio agudo grave (SRAG) es entre los días diez a catorce.
En contraste, el nuevo coronavirus “se mueve rápido”, comentó Baral. “Es un virus muy difícil de controlar, en comparación con el SRAG”.
Baral agregó que el aislamiento en casa es seguro para la mayoría de los recién infectados con el coronavirus: en esencia, el modelo de cuidado que usan los doctores para los pacientes sospechosos de padecer influenza.
Algunos países ya han adoptado políticas para facilitar el aislamiento. Vietnam les brinda apoyo a las personas que necesitan tomarse unos días de asueto. Hasta mayo, el gobierno japonés les pidió a los pacientes jóvenes y con síntomas leves que se quedaran en casa durante cuatro días antes de hacerse la prueba.
En la actualidad, los lineamientos de Japón les piden a los pacientes que consulten con sus doctores por teléfono y que busquen hacerse la prueba solo si es probable que estén infectados. Cualquiera que dé positivo es internado en un hospital o un hotel para aislarse. En Estados Unidos, la ciudad de Nueva York y el estado de Vermont han puesto alojamientos similares a disposición de los pacientes infectados.
Aunque el resto del país no implemente este tipo de políticas, es más viable tener a los pacientes aislados en casa durante cinco días que durante diez, usando mascarilla, con las ventanas abiertas, con una limpieza constante de las superficies de contacto frecuente y alejados de otros miembros de la casa, mencionó Baral.
“Creo que hay una disminución del rendimiento con esos últimos cuatro o cinco días”, opinó. “Un aislamiento intenso durante esos primeros cinco a siete días evitará muchísimas infecciones… muchísimas”.