Bielorrusia, exrepública soviética, se ha visto perturbada desde hace meses por históricas manifestaciones contra el régimen, que estallaron tras las elecciones presidenciales de agosto.
Los manifestantes bielorrusos, desafiando las gélidas condiciones climáticas, salieron este domingo a las calles para continuar exigiendo la renuncia del presidente autoritario Alexander Lukashenko, quien desde hace meses enfrenta históricas protestas de los opositores a su gobierno.
El grupo de derechos humanos Viasna indicó que decenas de personas han sido arrestadas en Minsk, donde las fuerzas del orden desplegaron vehículos con cañones de agua a presión y un gran número de efectivos bloqueando las áreas clave del centro de la capital.
Blandiendo banderas rojas y blancas de la oposición, los manifestantes desfilaron por barrios de las afueras de la capital para evitar una represión policial a gran escala.
El sitio de noticias pro-oposición Nasha Niva indicó que fueron organizadas al menos un centenar de concentraciones distintas en Minsk y sus suburbios.
Un periodista de la AFP destacó que, a diferencia de las protestas del fin de semana anterior en las que se concentraron decenas de miles de personas en el centro de Minsk, este domingo las estaciones céntricas del metro se encontraban abiertas y el servicio de internet móvil funcionaba sin inconvenientes.
Bielorrusia, exrepública soviética, se ha visto perturbada desde hace meses por históricas manifestaciones contra el régimen, que estallaron tras las elecciones presidenciales de agosto, en las que Lukashenko fue declarado vencedor para un sexto mandato consecutivo.
Sus opositores afirman que las urnas fueron manipuladas y que la novata política Svetlana Tijanóvskaya, que se postuló reemplazando a su marido encarcelado, fue la verdadera ganadora de la consulta.
Tijanóvskaya, quien se encuentra exiliada en la vecina Lituania, destacó este domingo que los manifestantes salieron a las calles “a pesar de la represión, la violencia y el frío”.
“Resisten al gobierno de Lukashenko, dado que el pueblo bielorruso aspira a vivir en un país democrático y libre”, escribió en un tuit.
La Unión Europea (UE) ha impuesto sanciones a Lukashenko y a sus aliados, argumentando que hubo fraude electoral y ante la violenta represión policial contra los opositores.
Bielorrusia anunció a comienzos de esta semana que cerrará provisionalmente sus fronteras terrestres a fines de diciembre para intentar contener la propagación de covid-19, lo que la oposición ha considerado como una nueva medida represiva contra los disidentes.