Con estos 300.000 fallecimientos, el país perdió el equivalente a la población de la ciudad de Cincinnati, en el estado de Ohio.
Más de 300.000 personas fallecieron a causa del covid-19 en Estados Unidos desde el inicio de la pandemia, según mostró el lunes el recuento de la Universidad Johns Hopkins, el día del lanzamiento de una campaña de vacunación masiva en el país más enlutado del mundo por el coronavirus.
La primera potencia económica mundial continúa registrando récords al superar regularmente los 200.000 nuevos casos por día y las 2.500, y en ocasiones 3.000, muertes cada 24 horas.
Más de 16 millones de personas contrajeron el virus en Estados Unidos desde la aparición de la pandemia. Pero el balance real debe ser mayor a causa de la falta de tests al principio de la emergencia sanitaria.
Al contrario de lo que ocurrió en la primera ola en la primavera (boreal), que nunca llegó a caer del todo, y después en el repunte del verano, el brote actual afecta al país en su totalidad.
Más de 109.000 personas están actualmente hospitalizadas por covid-19 en Estados Unidos, una cifra nunca alcanzada antes, según los datos del Covid Tracking Project.
Los estadounidenses se aferran ahora a la esperanza de la vacuna. Las primeras dosis de la de Pfizer/BioNTech llegaron el lunes por la mañana a los centros de inmunización del país, y una enfermera de Nueva York se convirtió en la primera estadounidense en ser vacunada contra el covid-19 en el país.
Los Centros de prevención y de lucha contra las enfermedades (CDC) recomendaron que los internos de residencias de ancianos (tres millones de personas) y los profesionales del sector de salud (21 millones) tengan prioridad.