OAKLAND, California — Cuando Eden Chen quiere ir a comprar zapatos deportivos, saca su teléfono inteligente y apunta la cámara hacia sus pies. Los zapatos se materializan. Gira el pie de lado a lado. ¿Cómo se ve el zapato en su pie? ¿Cómo queda la parte superior del calzado con el dobladillo del pantalón?
“Una cosa es cuando un zapato se ve genial en el aparador”, dijo Chen. “Cuando está en tu pie, es diferente”.
Chen, quien ha fundado empresas emergentes centradas en los videojuegos y la realidad aumentada, forma parte de un creciente número de consumidores que, encerrados en casa debido a la pandemia, compran con la ayuda de la realidad aumentada.
La tecnología se hizo omnipresente gracias a la plataforma de redes sociales Snapchat, que la usó para transformar los rostros de los usuarios en ilustraciones de anime y agregar hot dogs bailarines a sus videos. Sin embargo, conforme la pandemia continúa, los vendedores minoristas dependen cada vez más de la realidad aumentada para ayudar a los clientes a probarse los productos. Muestra la mercancía como un filtro con el que la ven en sus celulares. La tecnología permite a los clientes ponerse zapatos, maquillarse y colocar muebles en sus apartamentos.
El proceso no es infalible, dijo Chen. Algunas veces, los zapatos parpadean cuando la inteligencia artificial que los hace funcionar encuentra dificultades para determinar dónde deberían estar. En otras ocasiones, los zapatos forman capas de manera poco natural con los pantalones, ya que los cubren en lugar de desvanecerse debajo de ellos.
No obstante, es mejor que no probárselos.
“La primera vez que lo hice, fue cuando se lanzaron los Nike Dior”, dijo Jerry Lu, inversionista en Maveron, una firma de capital de riesgo. Los tenis, una colaboración entre una de las compañías más conocidas de prendas deportivas y la empresa francesa de productos de lujo, prometieron combinar la “alta costura y la ropa deportiva de alto desempeño”. Fueron lanzados en línea, pero no estuvieron disponibles en tiendas físicas.
“Sabía que no podría comprarlos”, dijo Lu. “¿Por qué no solo jugar con este filtro para imaginar que los tengo?”.
Los minoristas tradicionales, que luchan para mantenerse a flote durante la pandemia, esperan que la realidad aumentada pueda ayudarles a recrear en el mundo virtual la experiencia de compra del mundo real. Las ventas en general de los minoristas durante el Viernes Negro disminuyeron en un 20 por ciento en comparación con el año pasado, de acuerdo con cálculos de Morgan Stanley, pero las compras en línea ese día se incrementó un 21,6 por ciento, según Adobe Analytics.
La necesidad que tienen los minoristas de usar la tecnología de la realidad aumentada ha llevado a muchos de ellos a Snap, la compañía matriz de Snapchat, que se ha apresurado a agregar experiencias de compra a su conjunto de filtros. La compañía comenzó a agregar filtros de compra en junio y ahora ofrece experiencias de realidad aumentada para probarse marcas de lujo como Gucci y Dior, así como tutoriales de maquillaje del fabricante de cosméticos Too Faced. Este mes, Snap trabajó en conjunto con Perfect, una compañía que crea experiencias de prueba de maquillaje, para crear más filtros de belleza y experiencias de compra en Snapchat.
“La pandemia aceleró muchas conversaciones que ya entablábamos”, dijo Carolina Arguelles Navas, líder de estrategia de productos de realidad aumentada en Snap.
Los minoristas tradicionales como Home Depot y los gigantes de internet como Amazon también han experimentado con la tecnología, al usar filtros de realidad aumentada para proyectar muebles en los hogares de los consumidores.
Algunas compañías que se enfocan en la realidad aumentada han creado aplicaciones que sirven exclusivamente para probarse cosas, como Wanna Kicks, para zapatos deportivos. Otras, como Marxent, han trabajado con minoristas para ayudar a crear experiencias de realidad aumentada enfocadas en sus productos. En junio, Snap también lanzó una biblioteca técnica de herramientas para ayudar a los desarrolladores a reconocer y clasificar objetos con el fin de crear filtros de realidad aumentada para Snapchat.
Los filtros de compras han dado lugar a la tendencia de presumir cosas en las redes, pues los usuarios se han apresurado a compartir imágenes en las que “usan” Gucci y otras marcas. Casi diecinueve millones de usuarios de Snapchat se han probado los productos de Gucci mediante el filtro, dijo Snap.
No obstante, probarse productos de gama alta en la realidad aumentada no siempre se traduce en ventas. Alex Sirota, una estudiante de 21 años de la Universidad Northwestern, dijo que a menudo se entretenía con las nuevas experiencias de compra con realidad aumentada en Snapchat, pero que nunca ha comprado nada.
Se ha probado gafas de sol de Dior, barniz de uñas de Sally Hansen, zapatos deportivos de Nike. Sin embargo, a veces la tecnología tiene errores o es lenta, y no puede ofrecer a los usuarios una idea de cómo se sienten los productos. A ella todavía le gusta comprar en persona, cuando es posible.
“Si voy a comprar algo, quiero la experiencia de ir a la tienda, probarme cosas y asegurarme de que realmente es para mí”, dijo Sirota. “No pienso que debo comprar ese producto de inmediato. Lo apunto en la lista de cosas que tengo la esperanza de poder pagar algún día o de convencer a mis padres para que me las compren”.
Deborah Weinswig, directora ejecutiva de Coresight Research, una firma de asesoría e investigación que se especializa en ventas minoristas y tecnología, dijo que los usuarios interactuaron con las experiencias de realidad aumentada tres veces más que con los sitios tradicionales de comercio electrónico, y los minoristas esperan que eso dé como resultado menos cambios y devoluciones.
Sin la realidad aumentada para probarse cosas, dijo Chen, las compras durante la pandemia han continuado con las habituales frustraciones de comprar en línea. “Acabo de comprar un par de cosas de Nike el Viernes Negro, pero las devolveré”, dijo. “Para probarte algo, tienes que comprarlo y devolverlo”.
Las devoluciones siempre han sido un problema para los vendedores minoristas en línea, sobre todo después de las festividades. Sin embargo, a los analistas les preocupa que la acometida sea particularmente grave este año, pues los consumidores dependen más de las compras en línea, y la presión económica de la pandemia hace que reconsideren sus compras.
“Pienso que habrá más devoluciones de las que hayamos visto en la historia de Estados Unidos”, dijo Weinswig. “Será una masacre”.