Alternativas de mascarillas para personas que necesitan ver articular los labios debido a que no pueden escuchar.
Definitivamente, esta situación imprevista de la pandemia del coronavirus, al ser inédita y no generalizada, nos ha llevado a buscar soluciones creativas a muchas cosas y necesidades.
Las mascarillas, de uso tan necesario y obligatorio, no habían contemplado algunos aspectos que requiere su estructura para situaciones especiales, en este caso, personas con dificultades para oír que suelen leer los labios y gestos para descifrar lo que les dicen.
Como los tapabocas ocultan la expresión facial, aunque son una medida esencial de protección para evitar el contagio, también son una barrera de comunicación para quienes no pueden oír. De acuerdo a fuentes de la Fundación Oír es Vivir, “esta situación no deja de presentar un agravante adicional para quienes padecen de sordera o pérdida auditiva, que se apoyan para su comunicación en la lectura labio facial”.
Lo arriba expuesto, dio origen a la creación de alternativas de diseño inclusivas del implemento de bioseguridad.
La Fundación señaló que, “ha sugerido ideas para utilizar mascarillas que tengan una “ventana” transparente, la cual permita continuar viendo la boca”.
Estos accesorios tienen una lámina que hace la situación más fácil a quienes habían desmejorado su calidad de vida. La organización también recomienda que, quienes empleen implante coclear o audífonos, no coloquen los elásticos detrás de sus orejas para evitar que se les caiga o dañe su función.
La Fundación Oír es Vivir, ofrece el “Regalo del Sonido” a quienes no pueden escuchar. Cuenta con el Centro Integral de Salud Auditiva (CISA), que brinda todos los servicios audiológicos bajo un mismo techo, lo cual facilita acceder a la atención de Otorrinolaringología, exámenes y terapias. Inició operaciones en el año 2008 y actualmente está dirigido por su presidenta Giovanna Troncoso.