El incumplimiento de estas legislaciones que protegen a las especies a punto de desaparecer, se sanciona administrativamente, en algunas circunstancias penalmente.
En Panamá se identifican alrededor de 1,925 especies a punto de desaparecer, las cuales se ubican en las distintas regiones del país y cuyo listado oficial se mantiene en la Resolución No. DM-0657-2016, de acuerdo a información brindada por el Ministerio de Ambiente.
Erick Núñez, jefe del departamento de Biodiversidad de Mi AMBIENTE, encargado, nos comentó que el listado que contiene las especies de fauna y flora amenazadas para Panamá, se actualiza cada cierto tiempo de acuerdo al estado de conservación de las especies.
Y aún cuando las autoridades mantienen constantes campañas para sensibilizar a la población respecto a la importancia de la conservación de estas especies, todavía se subsisten las malas prácticas de caza, que atentan contra la sobrevivencia de estas variedades de nuestra fauna y flora.
Núñez comentó que las especies silvestres en Panamá se protegen a través de la Ley 24 de Vida Silvestre de 1995, Decreto Ejecutivo No. 43 del 2004 que reglamenta la Ley de Vida Silvestre y dicta otras disposiciones.
Adicionalmente a estas, se encuentra la Resolución No.0138 que establece el Manual de procedimientos para acciones sobre la vida silvestre en Panamá.
Señaló que el incumplimiento de estas normas se sanciona administrativamente, y, en algunas circunstancias, hasta penalmente de acuerdo a la gravedad de la infracción.
El Ministerio de Ambiente toma acciones de protección de la fauna silvestre, como la implementación de los planes de conservación de anfibios, águila arpía, jaguar, de tortugas marinas, entre otras, detalló el jefe del departamento de Biodiversidad.
Advirtió que, además, se incentiva la inscripción de centros de conservación ex situ para el manejo en cautiverio de aquellas especies que así lo requieran o no puedan ser introducidas a su ambiente natural.
En este sentido, puntualizó que la institución implementa mecanismos de fiscalización y seguimiento, “buscando velar siempre por el cumplimiento de las legislaciones vigentes y que no se incumpla lo establecido”.
Núñez también informó que la institución da mucho énfasis en la actualización del listado de las especies en peligro de extinción cada cierto tiempo, “lo cual es importante para la gestión y el manejo de los diferentes grupos taxonómicos y su estado de conservación”.
En Panamá la vida silvestre la podemos encontrar en diferentes áreas protegidas y zonas de amortiguamientos, remanentes de bosques, todo dependerá de su rango de distribución, hábitat de preferencia, así como en centros de conservación ex situ que se dediquen a la reproducción con el fin de conservación, señaló Erick Núñez.
Una de las especies en riesgo, contenida en el listado proporcionado por Mi Ambiente, es el jaguar, conocido así por su nombre común, y de acuerdo al grupo taxonómico se trata de un mamífero, su nombre científico lo identifica como: Panthera onca.
Se le conoce como un animal solitario, aunque en ocasiones se le observa en pareja. De su existencia en Panamá poco se sabe, solo en las regiones que habita, aunque suelen estar adentrados en áreas densas pobladas por mucha vegetación.
De acuerdo a Mi Ambiente, su hábitat se concentra en la vertiente atlántica, Bocas del Toro hasta Darién, en la cordillera central, la península de Azuero y más cerca de la capital del país, en la cuenca del Canal de Panamá.
Se dice que el jaguar, en tierras panameñas, cohabita con otros felinos, pumas, manigordos, tigrillos, congos y oncillas.
Nos encontramos que en Panamá hay organizaciones que velan por la protección, una de estas, según se pudo conocer es la Fundación Yaguará, organización no lucrativa, dedicada a la conservación del jaguar y los bosques que habitan, y entre sus objetivos está reducir el conflicto humano-jaguar y asegurar la conservación de la especie.
Yaguará Panamá “se enfoca en la aplicación de acciones dirigidas a la población que coexiste con los jaguares para desarrollar paisajes ecológicamente sostenibles y crear alternativas económicas, con el objetivo de reducir el conflicto humano-jaguar y asegurar la conservación de la especie”. (De esta organización no pudimos confirmar su existencia actualmente).