El mercado fue reformado y abrió sus puertas en el mes de enero. Ahora es moderno, ordenado, higiénico y seguro. Un cambio total.
¿Ya visitó el renovado mercado San Felipe Neri? Tuvo un cambio total. Cuando fui, tardé en comprar porque quise primero examinarlo, y me sentí orgullosa, pues, calidad fue lo que vi.
El mercado público tuvo sus inicios en 1,914. Estaba localizado en Avenida Norte, actualmente, la avenida Eloy Alfaro, entre las calles 12 y 13 este. En 1,961, el municipio se hizo cargo de su administración. En el 2006, se inauguró bajo el nombre de San Felipe Neri. Así se llamaba un sacerdote y músico italiano al que le decían el Apóstol de Roma. Este año, pese a la pandemia, el mercado pudo reinaugurarse en el mes de enero.
En sus primeros tiempos, desde temprano se sentía el ajetreo y bullicio en los predios del lugar. Campesinos panameños y extranjeros cargaban bultos en sus hombros que trasladaban de camiones; y otros, pregonaban muy alto en competencia para anunciar lo que vendían. Dentro y fuera del mercado se encontraba de todo y lo conservaban de forma natural.
Nos cuenta la señora Bélgica, quien era billetera en el mercado, que su madrina se levantaba “entre oscuro y claro” (madrugada), para hacer las compras diarias. Dijo, que la estructura era de varios pisos y los puestos de ventas tenían mallas de metal. Había pequeños restaurantes donde vendían comidas caseras. Recuerda un puesto, en especial, que vendía deliciosos macarrones con carne guisada, ensalada de feria, tajada y chicha de resbaladera. Comentó que en esa fonda también solía comprar el general Omar Torrijos Herrera.
El hijo del señor Zapata, nos dijo que su papá tenía un pequeño bote en el que transportaba carbón, que vendía en un espacio cerca de la sección de aves. Contó que uno de los dependientes era un personaje del mercado, conocido por todos, un señor moreno, muy alto, a quien llamaban “Flaco”, famoso por sus cuentos y robustas gallinas de patio que vendía vivas o muertas y desplumadas al instante.
Hoy en día, el Mercado San Felipe Neri está ubicado en Avenida B, entre Calle 15 Este y Avenida Balboa. Ahora es moderno, ordenado, higiénico y seguro. Tanto, que no concuerda con el concepto que tenía de mercado público, ni en su estructura, ni organización.
El día de mi visita, observé desde el inicio que todo se manejaba bajo estrictas medidas de bioseguridad para evitar el contagio del coronavirus y había seguimiento a ello. Ese es mi primer filtro para mantenerme en cualquier lugar, así que, afortunadamente, pude continuar mi recorrido.
En la entrada, había seguridad, me dieron la bienvenida, tomaron la temperatura, facilitaron alcohol, guiaron sobre el ingreso y, luego, me autorizaron pasar por una rampa de acceso. Luego observé bancas y lámparas de jardín, área que invita a sentarse a conversar. Las instalaciones tienen amplias puertas eléctricas con rótulos neón, como en las mejores tiendas o supermercados.
Hay una sección de frutas y legumbres, donde también venden deliciosas chichas naturales tradicionales, entre las que se encuentra una que tiene remolacha, zanahoria, naranja y berro. También está el área de carnes y la de restaurantes. Tienen una antesala decorada con plantas ornamentales grandes, muy bonitas, y baldosas de buen gusto.
Cuando entré, la iluminación era perfecta, cómoda y facilitaba la buena visual. Resaltaba las características de los productos, letreros con sus precios y reflejaba su piso limpio, seco y brillante. Todo se veía higiénico y destacaba la gama de colores. Tienen aire acondicionado y no se sienten malos olores.
Los colaboradores y dueños de los puestos, debidamente ataviados y presentados, todos con camisas blancas, delantales, mascarillas, caretas faciales, cabello cubierto y su alcohol en mano, recibían a los clientes con una gran sonrisa e invitaban a conocer la oferta por los espacios y pasillos de amplias dimensiones, que permiten un buen desplazamiento y distanciamiento físico.
En el mercado todo está debidamente señalizado. Tienen modernos sistemas de almacenamiento y refrigeración, cuartos fríos para las carnes, frutas, verduras y legumbres, amplias vitrinas refrigeradas, equipos que aseguran un buen corte de las carnes, sistema para el tratamiento de desechos, sistema de almacenamiento de agua y baños de varones, damas y discapacitados con lo necesario.
Norma, de alegría y energía contagiosa, nos compartió que le va bastante bien en el negocio de frutas y legumbres, pero espera que, cuando la situación mejore, le vaya mucho mejor. Jason, quien tiene carnicería, está pendiente de las aperturas para que haya más movimiento. Jorge y Luis, al igual, están optimistas y esperan que más personas acudan.
Les recomiendo visitar el renovado Mercado San Felipe Neri. La tarea cotidiana de comprar alimentos, será confortable y obtendrán productos de calidad. ¡Nos vemos el domingo en las compras del mercado!
Muy buen articulo belkis felicidades