El director de orquesta y compositor de origen dominicano cofundó Fania Records, conocida como la Motown de la salsa.
Johnny Pacheco, el director de orquesta dominicano que fue uno de los fundadores del sello discográfico que convirtió a la salsa en una sensación mundial, murió el lunes en el Centro Médico Holy Name en Teaneck, Nueva Jersey. Tenía 85 años y vivía en Fort Lee, Nueva Jersey.
Su esposa, María Elena Pacheco, conocida como Cuqui, confirmó el deceso.
Fania Records, el sello discográfico que Pacheco fundó con Jerry Masucci en 1964, contrató a los talentos más brillantes de la música latina de las décadas de 1960 y 1970 como Celia Cruz, Willie Colón, Héctor Lavoe y Rubén Blades. Pacheco, un flautista talentoso, abrió el camino dentro y fuera del escenario, trabajando como compositor, arreglista y líder de Fania All Stars, la primera superbanda de la salsa.
Desde el principio, colaboró con músicos jóvenes que mezclaban jazz, rhythm and blues, funk y otros estilos con la música afrocubana tradicional.
Para los años setenta, la Fania, a veces llamada la Motown de la Salsa, era una potencia de la música latina y la Fania All Stars iba de gira por el mundo. La disquera vio nacer colaboraciones creativas incendiarias, como la de Colón, compositor y trombonista y Blades, un cantante y letrista con conciencia social, y héroes de culto como Lavoe, el cantante puertorriqueño que batalló con la adicción a las drogas y murió de complicaciones relacionadas con el sida a los 46 años.
A mediados de los años ochenta se disolvió la Fania, entre demandas por regalías y en 2005, Emusica, una empresa de Miami, compró su catálogo y empezó a lanzar versiones remasterizadas de sus grabaciones clásicas.
Juan Azarías Pacheco Knipping, nació el 25 de marzo de 1935 en Santiago de los Caballeros, República Dominicana. Su padre, Rafael Azarias Pacheco era un renombrado clarinetista y director de orquesta. Su madre, Octavia Knipping Rochet, era nieta de un colonizador francés y bisnieta de un comerciante alemán, que se había casado con una dominicana hija de colonizadores españoles.
La familia se mudó a Nueva York cuando Johnny tenía 11 años y estudió percusión en la Escuela Juilliard de música y trabajó con bandas latinas antes de fundar la suya en 1960, Pacheco y su charanga.
La banda firmó con Alegre records y su primer disco vendió más de 100.000 copias en el primer año y se convirtió en uno de los álbumes latinos mejor vendidos de su época, según su sitio web oficial. Se convirtió en un éxito e impulsó la carrera de Pacheco al presentar un ritmo bailable llamado la pachanga. Se convirtió en una estrella internacional que iba de gira por Estados Unidos, Europa, Asia y América Latina.
Fania Records nació de la improbable colaboración entre Pachecho y Masucci, un expolicía convertido en abogado que se enamoró de la música latina en una visita a Cuba.
Desde sus orígenes humildes en Harlem y el Bronx, donde los lanzamientos se vendían desde los maleteros de los autos, la Fania le dio sensibilidad urbana a la música latina. El sello empezó a usar el nombre salsa como parte de su estrategia de mercadeo.
Guiados por Pacheco, los artistas construyeron un nuevo sonido basado en ritmos tradicionales y el género del son cubano, pero más rápido y agresivo. Muchas de las letras sobre racismo, orgullo cultural y la tumultuosa política de la época, quedaron muy alejadas de las escenas rurales y románticas de las canciones tradicionales cubanas.
En ese sentido, la salsa era “música de producción local estadounidense que formaba parte del panorama musical como el jazz, el rock o el hip-hop”, escribió Jody Rosen en The New York Times en 2006, con motivo del relanzamiento de las cintas maestras de Fania, luego de que estuvieron acumulando humedad en un almacén en Hudson, Nueva York.
Pacheco colaboró con Cruz a principios de los años setenta. Su primer disco, “Celia & Johnny,”, fue una potente mezcla de salsa dura y estribillos pegajosos y actuaciones virtuosas. Pronto alcanzó el oro, gracias a la proeza vocal de Cruz y la dirección de orquesta de Pacheco. El primer sencillo, “Quimbara”, una canción de ritmo veloz, ayudó a lanzar la carrera de Cruz hacia su estatus de reina de la salsa.
Ambos lanzaron juntos más de 10 discos; Pacheco fue productor del último disco de ella como solista “La negra tiene tumbao”, que ganó el Grammy al mejor álbum de salsa en 2002.
A lo largo de los años, Pacheco produjo discos para varios artistas, actuó en todo el mundo y contribuyó a bandas sonoras de películas, entre ellas la de Los reyes del Mambo, un filme de 1992 basado en la novela de Oscar Hijuelos Los reyes del mambo tocan canciones de amor. También participó en la película Algo salvaje de Jonathan Demme, trabajó con David Byrne, líder de la banda Talking Heads en una de sus numerosas y eclécticas colaboraciones.
Pacheco, que recibió numerosos premios y distinciones tanto en República Dominicana como en Estados Unidos, ingresó al Salón de la Fama Internacional de la Música Latina en 1998. Escribió más de 150 canciones, muchas de ellas ahora son clásicos.
Durante muchos años lideró el Festival de Jazz y Música Latina Johnny Pacheco en Lehman College, en el Bronx, un evento anual en colaboración con la universidad (transmitido en vivo en los últimos años), que ofrece un escenario para cientos de talentosos jóvenes que estudian en las escuelas de música en Nueva York.
Además de su esposa, la familia de Pacheco estaba integrada por sus dos hijas, Norma y Joanne; y sus dos hijos, Elis y Phillip.
El fenómeno de la salsa que Pacheco creó alcanzó nuevas alturas el 23 de agosto de 1973 con un espectáculo volcánico que agotó entradas en el estadio de los Yankees donde, liderada por Pacheco que lucía su camisa de estoperoles empapada en sudor, la Fania All Stars llevó al frenesí musical a 40.000 admiradores. El concierto cimentó la estatura legendaria de la banda y de Pacheco.
En 1975, Fania lanzó el muy esperado álbum doble “Live at Yankee Stadium” que, a pesar de su nombre, también incluía material de un concierto en el Coliseo Roberto Clemente, en Puerto Rico, que tenía mucha mejor calidad de sonido. El disco le valió a la Fania All Stars su primera nominación al Grammy en la categoría de mejor grabación latina.
En 2004, la Biblioteca del Congreso lo añadió al Registro Nacional de Grabaciones de Estados Unidos.
Michael Levenson colaboró en este reportaje.