Con ambas nominaciones, Hollywood reconoce una carrera que estalló en 2006 con las payasadas de “Borat”, para la cual Baron Cohen no tuvo reparos en posar en la playa del festival de cine de Cannes con un diminuto traje de baño verde que dejó poco librado a la imaginación.
Catorce años después de ganar el Globo de Oro a mejor actor por “Borat”, Sacha Baron Cohen regresa a la ceremonia con dos nominaciones sin haber perdido sus marcas distintivas: el gusto por la provocación y el interés por denunciar prejuicios.
La continuación de las aventuras del ahora legendario reportero kazajo en ‘mankini’, un bikini con tiradores, “Borat Subsequent Moviefilm” (Borat, siguiente película documental), lanzada en Amazon Prime Video el año pasado, podría otorgarle el premio al mejor actor el domingo.
Y puede ser una noche de doblete para Baron Cohen, quien también compite en los Globos de Oro como mejor actor de reparto por “El juicio de los 7 de Chicago”, un drama dirigido por Aaron Sorkin lanzado en Netflix el año pasado.
La película cuenta la historia real de siete estadounidenses acusados de incitar a una revuelta en 1968 después del fracaso de una protesta por la paz.
Con ambas nominaciones, Hollywood reconoce una carrera que estalló en 2006 con las payasadas de “Borat”, para la cual Baron Cohen no tuvo reparos en posar en la playa del festival de cine de Cannes con un diminuto traje de baño verde que dejó poco librado a la imaginación.
Vulgar para algunos, brillante para otros, la primera entrega de las andanzas de Borat, un kazajo sexista, antisemita y homofóbico, lo lleva de Kazajistán a Estados Unidos, el “país más grandioso en el mundo” en un choque cultural desopilante.
– “Democracia en peligro” –
En una entrevista con la revista Rolling Stone, Baron Cohen explicó que la película en realidad se burlaba de “la gente que cree que existe el Kazajstán que estoy describiendo”.
Kazajistán, que prohibió la distribución del film, furioso por la imagen atrasada del país que transmite, finalmente aprovechó la popularidad de Borat utilizando su conocida expresión “Very nice!” (¡Muy bien!) en una campaña de promoción turística.
En la secuela, Baron Cohen vuelve a ponerse en la piel del reportero kazajo de bigote de viaje por Estados Unidos, ahora en tiempos de covid-19 y elección presidencial.
En un mitin a favor de las armas, se hace pasar por cantante y alienta a la audiencia a cantar una canción que invita a inyectar “la gripe de Wuhan” al expresidente de Estados Unidos Barack Obama. Pero debe huir cuando la multitud descubre quién es en realidad.
“Estábamos rodeados por un montón de gente, una turba enfurecida con armas”, contó a la radio pública NPR. “No puedo hacer esto de nuevo (…) en algún momento, tu suerte se acaba”.
La película también muestra al abogado de Trump y exalcalde de Nueva York, Rudy Giuliani, aparentemente metiéndose la mano en los pantalones en una habitación de hotel, después de ser entrevistado por la hija de Borat.
Giuliani, ajeno a las cámaras ocultas, insistió en que se estaba acomodando la camisa.
Baron Cohen le dijo a NPR que revivió a Borat en un intento por influir de alguna manera en las elecciones presidenciales de 2020 contra Trump.
“Sentimos que teníamos que hacer algo, sentimos que la democracia estaba en peligro real”, dijo.
La cinta también compite por un Globo de Oro en las categorías de mejor comedia y mejor actriz de comedia para Maria Bakalova.
– “Farsante” –
El personaje de Borat está a miles de kilómetros del entorno social en el que creció este hombre de cabellera negra y figura esbelta.
Criado en una familia judía en Londres por un padre que dirigía tiendas de ropa, se educó en escuelas privadas y luego estudió historia en la prestigiosa Universidad de Cambridge, donde integró el club de teatro Footlights, que lanzó estrellas como Hugh Laurie y miembros de Monty Python.
Fue visto en parodias en el canal británico Paramount Comedy, con su personaje Ali G, un aspirante a rapero de una pequeña ciudad inglesa, que tenía su propio programa, “Da Ali G Show”, transmitido desde 2000 en el Canal 4 británico.
Entrevistó a políticos y otras personalidades convencido de que eran entrevistas reales, haciéndoles preguntas cada vez más atrevidas.
Allí interpretó a Borat y a Brüno, un alegre y exuberante fashionista austriaco. Ali G tuvo su película en 2002, antes que Borat en 2006 y luego Brüno, en 2009.
El programa convirtió a Baron Cohen en una estrella en el Reino Unido. El príncipe Guillermo incluso reveló que él y su hermano Enrique le enseñaron a su bisabuela, la Reina Madre, a imitar a Ali G chasqueando los dedos y diciendo su clásico “Respec”, episodios transmitidos en Estados Unidos por HBO.
Entre los entrevistados estaba Trump, quien el año pasado llamó a Baron Cohen “un farsante”, y agregó: “No lo encuentro gracioso”.