La Línea de Crédito Sectorial permitirá apoyar las medidas orientadas a mejorar el acceso a tratamientos, procedimientos médicos y asegurar el acceso a una o más vacunas contra el covid-19.
Una línea de crédito por hasta 1.000 millones de dólares dirigida al fortalecimiento de los sectores de salud de la región, aprobó el Directorio de CAF -banco de desarrollo de América Latina.
La información la dio a conocer la multilateral mediante una nota de prensa, la cual resaltó que la “Línea de Crédito Sectorial permitirá apoyar las medidas orientadas a mejorar el acceso a tratamientos, procedimientos médicos y asegurar el acceso a una o más vacunas contra el COVID-19, así como la adquisición de los insumos necesarios para que la vacuna sea efectivamente aplicada”.
“El financiamiento también se podrá destinar para fortalecer la vigilancia epidemiológica y la capacidad de respuesta del sector salud; acelerar la incorporación de tecnologías; y restablecer las condiciones normales de operación de servicios de salud, entre otros”, agregó.
“Seguimos ofreciendo facilidades de financiamiento ágil y eficiente para apoyar la gestión que están realizando las autoridades en los 19 países miembros en sus planes de vacunación y el fortalecimiento del sector de la salud para mejorar el bienestar de la población”, aseguró Luis Carranza Ugarte, presidente ejecutivo de CAF.
Se comunicó que “la Asamblea Extraordinaria de Accionistas aprobó el ingreso de Costa Rica y México como miembros plenos de la institución, que le representará a los países tener un mayor acceso a recursos financieros de largo plazo, así como cooperación técnica para su desarrollo sostenible, entre otros beneficios. Para CAF, este fortalecimiento patrimonial le permitirá sostener el crecimiento operativo del banco de manera que pueda seguir maximizando su impacto en el desarrollo de los países y en la mejora de las condiciones de vida de la población”.
Por otra parte, en la CLXXI reunión del Directorio “se aprobó una línea de crédito contingente regional para eventos extremos del clima, sismos, accidentes contaminantes y epidemias en la región por hasta millones de dólares, para atender de manera ágil y oportuna las emergencias que se pudieran presentar en sus países accionistas. En 2020, se otorgaron 300 millones de dólares bajo estas mismas condiciones para apoyar las acciones de los gobiernos para enfrentar la pandemia del COVID-19.