El reporte, puede proporcionar una guía clínica para otras organizaciones deportivas.
Un estudio publicado el jueves encontró que apenas un 0,6% de 789 deportistas contagiados de covid-19 en las principales ligas norteamericanas sufrieron una enfermedad cardíaca inflamatoria.
En la investigación, publicada por la revista JAMA Cardiology, colaboraron expertos médicos de la ligas de football americano (NFL), basquetbol masculino (NBA) y femenino (WNBA), béisbol (MLB), fútbol (MLS) y hockey sobre hielo (NHL).
El estudio contó con datos anónimos de jugadores contagiados entre mayo y octubre del año pasado.
“Desde el inicio de la pandemia, hemos aunado esfuerzos como nunca antes para compartir las lecciones aprendidas y garantizar el mejor cuidado médico posible para los jugadores”, dijeron las seis ligas implicadas en un comunicado conjunto.
“Como parte de esa colaboración continua, cada liga implementó un programa similar de detección cardíaca para deportistas infectados previamente por COVID-19”, señaló el texto.
Los programas, basados en las recomendaciones del Colegio Americano de Cardiología, se utilizaron para detectar afecciones cardíacas graves derivadas de la covid-19 y ayudar a promover el regreso seguro de los deportistas a la competición después de superar la enfermedad.
“El estudio, revisado por científicos externos, encontró muy pocos casos de enfermedad cardíaca inflamatoria y (también) que el retorno a la actividad que requieren los deportes profesionales después de la infección por COVID-19 se puede lograr de manera segura utilizando este programa de detección de retorno a la competencia”, señaló el comunicado.
De 789 deportistas que participaron en la investigación, “se identificó evidencia de enfermedad cardíaca inflamatoria en el 0,6% de los casos”, detalló.
Un total de 30 de los deportistas dieron resultados anormales en las pruebas y fueron sometidos a una resonancia magnética cardíaca, en la que los médicos encontraron tres casos de miocarditis y dos de pericarditis.
El estudio no encontró “eventos cardíacos adversos que ocurrieran en los deportistas que se sometieron a exámenes cardíacos y posteriormente reanudaron la participación deportiva profesional”, indicó.
Los datos del reporte serán compartidos para que puedan servir a las investigaciones sobre el impacto del virus en el deporte.
El reporte, “aunque no es generalizable a todas las poblaciones de atletas, puede proporcionar una guía clínica para otras organizaciones deportivas que estén preparando y optimizando” sus protocolos de regreso a la actividad deportiva, señaló el comunicado.