“Lo único real de la sociedad, es la educación pública, que permite mantener a una sociedad reflexiva y con una permanente movilidad social, disminuyendo la desigualdad y la ignorancia”.
“La amenaza de degradar el nivel académico en la formación de profesionales de la salud en la Facultad de Medicina, de la Universidad de Panamá, constituye una franca transgresión a los artículos 103 y 104 de nuestra Carta Magna”, aseguró el Dr. Gilberto Boutin, presidente del Movimiento de Abogados Gremialistas.
El también catedrático universitario recordó la génesis de la Facultad de Medicina, la que “históricamente, ha sido el epicentro de la búsqueda del conocimiento científico de la salud. Fue allí donde comenzó por primera vez el sentido de tener una Medicina Nacional, independiente de hospitales extranjeros, después de la Segunda Guerra Mundial, lo cual fue liderizado por los doctores Jaime De La Guardia y Antonio González Revilla”.
“En plena crisis producida por una pandemia, -reiteró- la medida de descalificar la calidad del acceso a los cánones tradicionales, es un atentado contra el conocimiento de la salud y el bien común, que representa la formación profesional del médico panameño”.
Asimismo, Boutin precisó que “debemos remarcar que la iniciativa del Ministerio de Salud de bajar los índices, contraviene la prioridad del presidente Laurentino Cortizo, de garantizar la competitividad y el desarrollo científico de la comunidad universitaria”.
Por otro lado, llamó la atención en el hecho que ”las universidades oficiales sirven a los intereses de todo Estado, en tres aspectos: preservar la conciencia cívica del hombre profesional; estimular la educación científica, en apoyo al desarrollo integral de todo Estado; y, por último, son los frentes creativos permanentes de la cultura de la panameñidad”.
Boutin también resaltó que “lo único real de la sociedad, es la educación pública, que permite mantener a una sociedad reflexiva y con una permanente movilidad social, disminuyendo la desigualdad y la ignorancia”.
Me parece una total irresponsabilidad, cuando debemos estar pensando, en búsqueda y adquiriendo conocimientos y buscar estar al nivel de otros países más avanzados en medicina. La pregunta es, a quién quieren beneficiar al tomar dicha medidas.
El hecho de intentar disminuir la calidad de la enseñanza de los nuevos médicos panameños es una clara afrenta a nuestro desarrollo intelectual y científico; lo cual trastoca nuestras ansias de dejar en alto nuestro status ya ganado en materia médica.
Así mismo, se convierte en una gran amenaza y retroceso a un país que durante muchos años ha deseado situarse entre los mejores exámenes evaluativos médicos.
En esto, la “política partidista” no debe inmiscuirse; antes por el contrario, debiera colaborar en el desarrollo y engrandecimiento del mundo médico nacional.
Ojalá…que el Gobierno de turno retroceda en este intento de menoscabar lo que ya se ha logrado hasta el momento.