Documental arroja luz sobre viaje "atormentado" del mítico Jacques Brel

Documental arroja luz sobre viaje "atormentado" del mítico Jacques Brel
Una obra de arte dedicada al fallecido cantante belga Jacques Brel se exhibe en la entrada del hangar donde el antiguo barco del cantante, el Askoy II, está siendo restaurado por el artista y activista belga Piet Wittevrongel, en el puerto de Zeebrugge el 3 de abril de 2018. - Brel, que intentó dar la vuelta al mundo con el barco hasta que fue derrotado por una enfermedad, fue rescatado por Wittevrongel en Nueva Zelanda para devolverlo al agua. Foto: AFP

La navegación de Brel constituye el corazón del documental “Chronique d’une vie”, dirigido por France Brel, hija del legendario cantautor, que solamente se puede ver en un pequeño museo en Bruselas dedicado al ídolo belga.

Una película sobre el legendario cantautor belga Jacques Brel, dirigida por su hija, arroja luz sobre un viaje en velero en el ocaso de su vida, un período “atormentado” del intérprete de “Ne me quitte pas”.

El documental se concentra en el viaje que Brel, enfermo y atormentado, realizó en los años 1970 en el velero “Askoy”, del mar del Norte al océano Pacífico, cuando prácticamente había desaparecido de la vida pública.

El desesperado viaje siempre representó un período casi desconocido en los últimos años de vida de Brel, quien falleció en Francia en 1978, a los 49 años de edad.

La navegación de Brel constituye el corazón del documental “Chronique d’une vie”, dirigido por France Brel, hija del legendario cantautor, que solamente se puede ver en un pequeño museo en Bruselas dedicado al ídolo belga.

Brel irrumpió en la escena musical a finales de la década de 1950 y es recordado por sus sobrecogedoras canciones, como “Amsterdam”, “Au suivant” y “Ne me quitte pas”.

Esta última, su tema más conocido, ha sido versionada por innumerables artistas, desde Sting hasta Nina Simone.

Pero “Ne me quitte pas” (no me dejes, en español) también puede servir como fondo musical de la relación de Brel con Bélgica, país que abandonó aún joven para alcanzar fama y fortuna en París, un camino seguido por muchos artistas belgas de habla francesa.

– Escape suicida –
Cuando se fue a Francia, Brel tenía apenas 24 años, y en Bruselas dejó atrás no solamente su aburrido trabajo en la fábrica de cartones que pertenecía a su padre, sino también a su esposa Thérèse “Miche” Michielsen y dos hijas (una tercera hija nacería más tarde).

A partir de ese momento, Brel alcanzó la fama en París mientras su familia seguía una vida normal en Bruselas.

En 1974, sin embargo, Brel abandonó las presentaciones en directo y veía hundirse su sueño de convertirse en una estrella de cine.

Frustrado, Brel en julio de ese año zarpó en su velero con su novia Maddly Bamy, una actriz franco-caribeña que había conocido tres años antes en el set de la película de Claude Lelouch “L’aventure c’est l’aventure”.

En ese viaje, en el que pretendía dar la vuelta al mundo, Brel invitó a una de sus hijas, que de esa forma sería testigo de escenas clave en esta travesía.

El plan prometía una aventura única pero se vio constantemente interrumpido por viajes de retorno a Europa, incluyendo una visita a Suiza, donde los médicos le diagnosticaron el cáncer de pulmón que finalmente lo llevaría a la muerte.

“Fue lo opuesto a un viaje tranquilo. Fue una forma de escape suicida”, dijo France a AFP al fin de una proyección de su película, en Bruselas. El documental muestra imágenes nunca vistas del músico

– Período atormentado –
France, quien tenía 21 años en ese momento, esperaba que Bamy solo estuviera allí por un corto tiempo y ni siquiera excluyó que su madre se uniera al viaje, un proyecto que nunca se materializó.

“No puedo verte arrastrando tus faldas en el ‘Askoy'”, le escribió Brel a su esposa en ese momento. La familia de Brel aún hoy considera que Bamy “se incrustó” a bordo.

En enero de 1975 las cosas se desbordaron y durante una escala en Martinica, Brel se despidió de su hija y se fue a las islas Marquesas, en Polinesia, con Bamy.

Casi cinco décadas después, su hija no guarda rencor, a pesar de que sólo volvió a ver a su padre una vez antes de que falleciera.

France afirma que, cuando en 1974 descubre que tiene cáncer de pulmón, todo cambia para el cantautor.

Su enfermedad y su falta de voluntad para aceptarla son un foco importante de la historia, que también está salpicada de anécdotas pintorescas, como cuando Brel ingresó con un nombre falso en el ala de maternidad de un conocido hospital de Bruselas.

Bamy y su esposa Miche (quien murió en 2020) se turnarían junto a su lecho de enfermo.

Según France, el propósito de la película es capturar un momento controvertido en la vida de su padre que ha estado oculto durante mucho tiempo.

“Quería presentar a un hombre con todas sus debilidades y flaquezas, en un período profundamente atormentado”, dijo antes de una de las proyecciones.

France Brel ha limitado la difusión del documental, a pesar de la inmensa notoriedad de su padre. Apenas está programada una proyección por día en la Fundación Brel en Bruselas.

 

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