”Uno mismo decide dónde quiere estar y quién quiere ser...”, Marita Salamín

”Uno mismo decide dónde quiere estar y quién quiere ser...”, Marita Salamín
Marita Salamín, narra su historia en cuatro etapas, para salir de la adversidad. Foto, Marita Salamín.

“La lectura me ayudó mucho y tuve que tomar elecciones, no fijarme en lo que no tenía y enfocarme en lo que sí tenía”.

María Salamín, mejor conocida como Marita, nos ofrece un testimonio de “vida y fe” que transmite seguridad, convicción y confianza a toda aquella persona que se traza una meta en su paso por este planeta: con perseverancia, se puede lograr, porque los resultados no dependen de los demás, sino de cada individuo.

Marita, es la autora del libro “Mi Vida Sobre Ruedas”, una obra publicada en octubre de 2020 y , que en cuatro partes o cuatro ruedas,  como ella afirma, relata su historia,  lo que ha sido su vida.

Esta obra no solamente ha circulado en nuestro país, sino que ahora, en tiempos de la pandemia del Covid-19, ha trascendido fronteras, llegando a lectores de otras partes del mundo, mediante la  “virtualidad”, como nos comenta Marita.

La obra habla de su infancia, una etapa como de cualquier otra niña, que tiene sueños e ilusiones, pero que a los 13 años, todo “se ensombrece” cuando le detectan una enfermedad degenerativa, llamada Artritis Reumatoidea Juvenil.

“Así comienza una carrera por la vida, llena de padecimientos y barreras físicas que llevan a esta joven a depender de una silla de ruedas, a la edad de 21 años. La trama dividida en cuatro ruedas, hace referencia a las cuatro etapas por las que pasó para alcanzar y superar estas adversidades”, así la describe su hermana, Isabel Salamín, y su amiga María Judith Jaén, en el prólogo de la obra.

Su libro, comenta la autora, escrito en el 2012, participó en todas las ferias del libro celebradas en Panamá,  y siempre recibió apoyo. Destacó que su creación fue la primera obra que se donó al programa de resocialización y rehabilitación “Mi voz para tus ojos”, del Centro Femenino de Rehabilitación.

Natividad Jaén, coordinadora del programa y amiga de Marita, le comentó  que requería obras de autores panameños para grabarlos mediante ese programa, lo que lleva a la firma de un convenio entre el Ministerio de Gobierno y la Secretaría Nacional de Discapacidad. Es así como la obra se entregó a la Senadis para su distribución en el país.

Mi Voz para tus Ojos (MVO), es un programa que funciona en el Centro Femenino de Rehabilitación (CEFERE), graban audiolibros que luego  donan a personas con discapacidad visual, como parte del proyecto de resocialización efectiva que desarrolla el Ministerio de Gobierno (Mingob), a través del Sistema Penitenciario.

Comenzó en esos años como voluntaria por ser coach de vida y tener experiencia en el tema de talleres y capacitaciones. Mencionó que  en el 2016, quedó encargada de este programa de cultura, en el cual participan 48 privadas de libertad, actualmente.

Agregó que con las internas trabajan en cuatro ejes, entre estos, inteligencia emocional para intentar liberarse, aceptarse, perdonarse. También en la actitud y la parte intelectual. En sus habilidades laborales para que al salir estén empoderadas y tener las herramientas para avanzar en su diario vivir.

En la actualidad reciben sus clases de forma virtual y comentó que, entre marzo y diciembre, han leído 26 libros y se edita el material de Mi Voz para tus ojos. Señaló que  han escrito poemas y libros de cuento.

Dijo que ya lleva cinco años trabajando en el Centro Femenino, y que entre un emprendimiento y otro, ya escribió su segundo libro, bajo el título “Tu limitación está en la mente, concéntrate a ti mismo”, el cual será publicado en este mes de marzo.

Marita nos comentó que ingresó a un programa de autoras de América, invitada por una amiga, en el cual participan personas de todos los países. Ha tenido presencia en ferias virtuales, en países, como Argentina, Colombia y España.

“Después de nueve años de haber escrito, Mi vida sobre ruedas, ahora es cuando más se está conociendo mi obra a través de la virtualidad, principalmente por  la pandemia”, reconoció María Salamín.

Recordó que tenía un emprendimiento (agencia de viajes), no  pudo continuar por los cambios que se dieron en la economía. Compartió que mediante el internet se conecta con un amigo en Argentina, con quien se asoció en un club de educación financiera.

Ese amigo le incentivó a contar su historia, pues había salido del  oscurantismo para encontrar el propósito en la vida, como un ser creado a imagen de Dios. Y, de hecho, señaló que uno de sus lemas es: “Uno mismo decide dónde quiere estar y quién quiere ser, las limitaciones están en la mente”. Así inició este nuevo reto en su vida.

 

Nada llega a nuestras vidas sin haber pasado por las manos de Dios. Foto, Marita Salamín.

 

Rememoró que fue así como  comenzó a escribir Mi vida sobre ruedas. Fue una catarsis, porque sus dos primeros capítulos son fuertes,  es todo relativo al dolor y al sufrimiento. “Esa ruptura interna y afortunadamente comienza a salir de todo eso, cuando leyó su primer libro “Tu puedes sanar tu Vida” de Louise L. Hay. Una obra que hizo un  cambio emocional dentro de ella.

Así decidió salir de esas cuatro paredes para emprender acciones por ella misma. Cada rueda termina con una introspección  que te ayuda, son  herramientas porque  todos tenemos la oportunidad de salir adelante, simplemente de cómo se ven las cosas.

Manifestó que cuando emprendió la escritura de su libro, desconocía en ese momento a qué público estaría dirigido  y jamás pensó en las privadas de libertad, y ahora en todo el mundo, por la virtualidad,  “porque solo con un click se pueden hacer tantas cosas”.

La autora de Mi Vida Sobre Ruedas, expresó jocosamente que ella es producto de un carnaval, porque nació en el mes de noviembre y su abuela paterna (que estuvo vinculada a la maternidad del hospital Santo Tomás), le decía que es el mes en que más mujeres parían.

Está casada con Ricardo Palma, son nueve años, recuerda con satisfacción, porque es una persona que la apoya en todo y en su obra le dedica uno de los capítulos, “un nuevo comienzo”.

Aunque resaltó que no existe una fórmula para impulsar a otras mujeres a salir adelante, ante el agobio de muchas circunstancias que por su vida están pasando, afirmó que cada persona busca las herramientas para trabajar en sí mismas, que ella pasó nueve años de su vida deprimida, sin salir de su habitación, porque sentía no iba a hacer más nada.

Sin embargo, la lectura ayudó mucho y le obligó a tomar elecciones, no fijarse en lo que no tenía, sino enfocarse en lo que sí tenía.

“Estaba en una silla, con limitaciones múltiples, pero en la vida todo tiene una solución”, nos comentó Marita y recomendó buscar qué leer, qué escuchar, con quien se rodea  a quien escucha, comienza a trabajar en tu mundo interior, esa persona dentro de tí… haz una pausa y continúa, porque todos tenemos algo que dar,  tenemos un talento, una pasión dentro de nosotros”, reiteró.

“Buscar esa pasión y trabajar fuertemente, física, espiritual y mentalmente, sobre esa meta es algo diario en la vida”, reafirmó.

Informó que ha participado en muchísimos seminarios, donde van a recibir herramientas, “pero hay que seguir alimentándose, todo te va a pasar de acuerdo a lo que piensas. Hoy día estás donde tú elegiste estar. Yo elijo. Estoy donde estoy, porque es elección”.

Después de cuatro años había pensado en hacer una pausa y dedicarse a algo de ella, vino la pandemia, y han pasado cosas tristes, “pero mi rueda interna continuó, porque fue la rueda que aprovechó, haber estado físicamente en su trabajo habría impedido emprender su nueva obra.  La rueda siempre giró”, afirmó.

Tiene 51 años “bien vividos”.  Rememoró cuando inició su enfermedad, y los médicos no le daban posibilidad de llegar a esta edad. Está agradecida con Dios, “fue el primer paradigma que tuve que romper en mi vida con la ayuda de Dios… es él quien dice hasta aquí. Dios ha caminado al lado mío. La fe, la esperanza y el amor siempre están caminando con nosotros”.

Decidió tomar suplementos desde los 40 años,  porque no se quería quedar conforme con los que los médicos decían.  La medicina avanza y se mantiene en pie gracias a eso.

“Me alimento bien. Invierto en mi salud”, añadió. Y agradecida con Dios, a la vez que manifestó que desde el 2009 “no ingiero medicamento alguno para la artritis, y estoy bien”.

Aclaró que desde hace muchos años conoció sobre el sistema inmunológico. “Todo un conjunto de cosas. Mental, física y espiritual tres áreas que el ser humano debe fortalecer y continuar constantemente entrenando, donde paras te fundes, es la vitamina que llena mi vida”, agregó.

“La artritis dejó un desastre en mí, pero enfoco mi mente en otras cosas que me llenan y, como se dice, “no le mete mente a eso”, y es lo que pasa con todas las enfermedades”, adicionó.

Actualmente, cursa un diplomado, tiene un canal de Youtube, y expuso, complacida, todo lo que ha logrado, ha sido  por esfuerzo propio. Sus cuatro ruedas, han rodado y le dirigen por ese camino de enfrentar y superar los retos. Solamente hace falta atreverse a intentarlo. Los resultados hablarán por sí solos.

2 Respuestas
  1. Excelente entrevista Marita, estoy orgullosa de ser parte de vida y de ser tu amiga. Siempre puedes contar conmigo.. Amigas por siempre.

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