¿Efectividad o inmunización de la vacuna? Se espera que mantenga inmunidad mínima de un año

¿Efectividad o inmunización de la vacuna? Se espera que mantenga inmunidad mínima de un año
Dr. Max Ramírez, jefe de Salud Pública, de la Dirección Regional de San Miguelito, del MINSA. Foto, Asamblea Nacional.

Dosis de vacunas contra la Covid-19 depende de su efectividad

En cuanto a la efectividad o inmunización de las vacunas, el doctor Max Ramírez, precisó: “se espera que esta vacuna mantenga su inmunidad mínimo de un año, aunque algunos hablan de dos años”.

La persona que recibió la primera dosis de la vacuna contra la Covid-19, al cabo de 14 días tiene la inmunidad suficiente con esta dosis, pero, ¿por qué se colocan dos dosis?  Porque dependiendo de la vacuna, es que se mide la eficacia,  respondió el experto en salud pública, Dr. Max Ramírez, al ser cuestionado sobre el particular.

Agregó que hay vacunas que tienen un poquito más de eficacia, como ejemplo, mencionó  las RNA en comparación a las vacunas que se preparan con virus. “Por eso va un poco la diferencia de su capacidad inmunogénica, y eso  hace las diferencias”.

En cuanto a la efectividad o protección de las vacunas, dijo, por ejemplo, que a la Pfizer se le atribuye un  promedio de  eficacia de 95%, porque  los rangos son entre 90 y 97%;  la Moderna 94.5% , que tiene un  rango entre 86 y 97; AstraZeneca, es de 70%, porque los rangos van de 54 a 80;  la vacuna China (Sinopharm) está entre 78 y 91; rusa (Sputnik) es de 91; Johnson & Johnson estaba reportada como un 66 % y la Novavax, un 95%.

No obstante, indicó que esto puede variar “un poquito, porque se trata de estudios de eficacia que estaban hechos a nivel de la fase  3 y que, ya con la vacunación, se vuelven a verificar las eficacias, y se ajustan mejor, porque en mayor cantidad de gente se puede tener mejor confiabilidad de los resultados”.

En este caso señaló,  “no es lo mismo cuando se hace, por ejemplo, con 10 mil personas, que cuando se hace con millones de personas, entonces, es ahí cuando se mide la verdadera eficacia”, argumentó.

De lo que se sabe es que la experiencia de haber padecido la enfermedad y de haber recibido la vacuna, ambas experiencias, es enfrentar a la persona a un agente externo.

“Lo que se conoce de la enfermedad es que ya llevamos un año y a la fecha  la inmunidad se mantiene. En el caso de la vacuna llevamos aproximadamente seis meses y hasta la fecha, la inmunidad se mantiene”, reiteró el doctor Ramírez, jefe de Salud Pública de la Dirección Regional de San Miguelito, del Ministerio de Salud (MINSA).

En cuanto a la efectividad o inmunización de las vacunas, el doctor Ramírez precisó que “se espera que esta vacuna mantenga su inmunidad mínimo de un año, aunque algunos hablan de dos años”.

Agregó que “se trata de un virus respiratorio parecido al de la influenza y en el caso de las vacunas contra esta,  hay que estar vacunando a la población cada año, porque las variantes de las cepas van cambiando y que cada año se prepara la vacuna con la cepa que va a existir”.

“En el caso de la influenza – señaló- se sabe bien que hay una cepa que circula en el hemisferio  Sur y otra en el hemisferio Norte  y se tiene preparada la vacuna anticipadamente, porque se conoce cuál es la que llegará el siguiente año”.

Sin embargo, en el caso del coronavirus, “sabemos que existen variantes”, aunque dijo no es exactamente igual, “porque el coronavirus se sabe que tiene el RNA más largo, eso condiciona a que el virus se comporta parecido, pero no igual al de la influenza y, por lo tanto, aunque ya han habido variantes del virus del coronavirus, ya  las empresas  han ido ajustando  sus siguientes producciones de vacunas”.

“Con las técnicas que se usan  con  el RNA es más rápido hacer la vacuna y la muestra es que ya tenemos vacunas al cabo de un año de la pandemia”, complementó.

Aunque, señaló que “no se tiene la seguridad total porque no ha pasado tanto tiempo de que se esté utilizando la vacuna y, por lo tanto, conforme va pasando el tiempo se van extendiendo y verificando las inmunidades postvacuna en el mismo caso de la enfermedad”.

Por otro lado, el Dr. Ramíez señaló que “las casas farmacéuticas tienen  licencias para producir vacunas para las instituciones, pero no tienen autorización de comercialización, con la finalidad  de seguir observando el resultado y comportamiento de estas”.

“Hay que seguir monitorizando a millones de personas para entonces recibir esta autorización final”, anotó.

De acuerdo al Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, las vacunas de ARN mensajero, también conocidas como vacunas ARNm, son algunas de las primeras vacunas contra el COVID-19 autorizadas para usar en los Estados Unidos.

Señaló el informe que “las vacunas de ARNm contra el COVID-19 se aplican en el músculo del brazo, y una vez que las instrucciones (ARNm) se encuentran dentro de las células inmunitarias, estas las usan para producir una porción de la proteína”. Una vez que nuestro organismo creó esa porción de proteína, la célula descompone las instrucciones para deshacerse de ellas”.

Destacan tres aspectos a saber: Estas  vacunas de ARNm no contienen el virus vivo que causa el COVID-19 y no afectan nuestro ADN ni interactúan con el de ninguna forma; el ARNm nunca ingresa al núcleo celular, que es donde está nuestro ADN (material genético) y que la célula se descompone y se deshace del ARNm al poco tiempo de haber terminado de usar sus instrucciones.

En el caso de la vacuna AstraZeneca, esta semana se reportó que el gobierno de Dinamarca suspendió el uso de la vacuna durante 14 días mientras se revisan los efectos secundarios de algunos pacientes.

Mientras que la OMS remarcó que “hasta ahora no se ha establecido ninguna relación entre la vacuna y los problemas de salud reportadas”.

 

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