La dictadura de Brasil intervino junto a Estados Unidos para derrocar al gobierno de Salvador Allende en Chile, según documentos de inteligencia desclasificados que fueron publicados este miércoles por el centro National Security Archive, con sede en Washington.
Varios documentos de inteligencia de Estados Unidos, Chile y Brasil señalan el rol del régimen brasileño para socavar la democracia y apoyar el golpe de estado perpetrado por Augusto Pinochet el 11 de septiembre de 1973 en Chile.
Uno de los documentos destacados es el memorándum de una reunión en diciembre de 1971 entre el presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, y el líder por entonces de la dictadura brasileña, el general Emílio Garrastazu Médici, en la Casa Blanca, donde hablaron sobre los esfuerzos para derrocar a Allende, que llegó al poder tras las elecciones de septiembre de 1970.
Médici le dijo a Nixon que Allende iba a ser depuesto “por la misma razón que (el presidente Joao) Goulart había sido derrocado en Brasil”.
Goulart fue depuesto por un golpe militar en 1964 -del cual se cumplen 57 años este miércoles- que instauró una dictadura que duró hasta 1985.
Otro documento de inteligencia de la CIA citado por el National Security Archive sobre una reunión entre altos oficiales brasileños señala que uno de ellos creía que “Estados Unidos obviamente quiere que Brasil ‘haga el trabajo sucio’ en Sudamérica”.
El centro también citó el trabajo del investigador brasileño Roberto Simon, que en su libro “Brasil contra la democracia: dictadura, golpe en Chile y la Guerra Fría en Sudamérica” indagó sobre el tema.
Según Simon, “Brasil dio un apoyo directo y un modelo para la dictadura de Pinochet” y la imagen del régimen militar de Brasilia como una “‘marioneta de Washington’ completamente alineado con la superpotencia regional es un mito y relega a Brasil a un mero rol subsidiario en la región”.
Para Simon, “la dictadura brasileña tenía sus propias motivaciones, estratégicas, ideológicas, económicas y de otro tipo, para intervenir en Chile”.