Seguridad vial debe ser un compromiso de autoridades, peatones y conductores

Seguridad vial debe ser un compromiso de autoridades, peatones y conductores
El desplazamiento en las calles es responsabilidad de todos. Foto, Henry G. Kinkead M.

“Todos debemos conocer cómo se garantiza la circulación de tránsito en una avenida o calle, es algo que hay que comenzar desde abajo, con los niños. Multiplicar el mensaje, de eso tratan la seguridad y la educación vial”, Alejandro Urriola.

El conocimiento de las normativas en materia de tránsito y desplazamiento por las vías públicas, no solamente es responsabilidad de los conductores de vehículos, motorizados, ciclistas y de otros equipos a motor, sino que es necesario que los peatones también deben conocer.

Esto ayudaría a mitigar los accidentes de tránsito y, por ende, las muertes y personas lesionadas que se ven involucradas en este tipo de incidentes que, de acuerdo a la última estadística de tránsito, (viernes 14 de mayo de 2021) suman un total de 82 víctimas fatales en 133 días transcurridos del año.

Desde hoy 17 al 23 de mayo de 2021 se celebra la Sexta Semana Mundial de las Naciones Unidas para la Seguridad Vial, dirigida a la prevención sobre los peligros del exceso de velocidad en las vías, así como las medidas a aplicar para evitar o disminuir el número de muertes y traumatismos, a consecuencia de los accidentes de tránsito.

La Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) desde el 2007 delegó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y a las comisiones regionales de la ONU, la planificación y organización periódica de Semanas Mundiales de Seguridad Vial.

Para ampliar sobre el tema de seguridad vial, conversamos con el docente Alejandro Urriola, director del Programa de Seguridad y Educación Vial, de la Universidad Especializada de las Américas (Udelas), quien señaló que, para conducirse en las calles, hay que abocarse a una cultura de educación vial y para entenderla, es necesario saber de qué, se trata.

Urriola, quien también imparte clases sobre legislación de tránsito y otras en materia vial, dijo que la educación vial se define de varias formas, debido a que envuelve a varias medidas y recomendaciones, porque “la persona al transitar por la vía pública, debe conocer la normativa o forma correcta de conducirse, desde los conductores de automóviles, motorizados, ciclistas, sin excluir a los peatones”.

“Todos debemos conocer cómo se garantiza la circulación de tránsito en una avenida o calle, es algo que hay que comenzar desde abajo, con los niños. Se debe enseñar todo el funcionamiento de cómo salvar vidas, porque si se capacitan van multiplicando el mensaje, que representa el objetivo de la seguridad y la educación vial”, agregó el docente.

En su opinión, similar a otras, hay que estimular la participación de la sociedad civil, porque la educación vial, no es solamente para la unidad de la policía, la Autoridad de Tránsito y Transporte Terrestre o los profesionales que abordamos el tema.

“La sociedad civil debe involucrarse en hacer cumplir lo que dice: el reglamento, porque en base a la norma vamos haciendo todo el procedimiento de lo que es educación vial”, agregó.

Coincidió el docente con la premisa de que existe un desorden en las calles en esta materia, y destacó que ello se presenta debido a que cuando se sale a la calle, es un sálvese quien pueda, “porque voy manejando y creo que se hace de esa forma y vamos criticando a los demás, pero se pierde de vista lo que nosotros también estamos haciendo”.

Otra de las situaciones que se presenta son las personas pasivas, pero que cuando entran a sus vehículos, se transforman y se convierten en agresivas en las vías.

 

Es prioritaria la educación vial
Alejandro Urriola, director del Programa de Seguridad y Educación Vial, de la Udelas. Foto, cortesía.

“Hay que ir cambiando esa forma”, pero se pregunta cómo lograr este propósito: “capacitando y brindando más estudios sobre el tema. En América Latina, la segunda causa de muerte entre jóvenes entre 15 y 29 años, se registra por accidentes de tránsito, según datos de la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud”, apuntó Urriola.

En los últimos años, en el país se ha agudizado el tema de los motorizados, porque se ha incrementado el uso de este medio de transporte, como en otras latitudes, pero, precisó, que ellos son los más vulnerables, inclusive más que los peatones.

A estos conductores también se les ha capacitado, comentó el docente. Señaló que, si se trata de una carretera de dos carriles, los motorizados deben desplazarse detrás de los otros conductores, porque el paño izquierdo, solamente se debe utilizar para rebasar y se puede hacer, cuando no represente un riesgo para ninguna de las partes que se desplace en las vías, es decir, ningún desastre vial.

“El motorizado no puede ir en el centro de la vía”, porque en Panamá no existe un tercer carril exclusivo para ellos. “Los motorizados tienen que cumplir con el Decreto 640, sean ellos de donde sean y esta norma dice, que debe ir detrás de cada vehículo”, precisó.

De ahí, la necesidad de enseñar más educación vial en las escuelas, por lo que se requiere la intervención del Ministerio de Educación, y lograr aumentar la conciencia y conocimiento del tema, especialmente en los niños.

El Decreto 640 del 27 diciembre 2006, que rige la materia de tránsito en el país, debe ser conocido por todo conductor y que el peatón también debe contribuir al momento de desplazarse por las vías públicas.

Otra de las formas de ir cambiando hacia esa cultura de educación vial, es que el Estado promueva campañas al respecto, a las que deben sumarse otras organizaciones, entidades públicas, privadas y los medios de comunicación.

Tenemos que ir cambiando esa cultura de agresividad entre los conductores, y argumentó, que todo se logrará, con más estudios en el tema, que es lo que nos ayudará a salvar vidas.

Compartió algunos aspectos relacionados con la formación en este tema de educación vial, que se imparte a través de la Udelas, pionera en este tipo de formación. Posee dos carreras en el plano de la educación formal, licenciatura en Seguridad y Educación Vial y Técnico en Gestión y Administración de Transporte Terrestre.

En el campo de la educación no formal, ofrece diplomados dirigidos a los inspectores de la Autoridad de Tránsito y Transporte Terrestre, la Policía de Tránsito, como instituciones estatales y empresa privada. También, diplomados dirigidos al personal que tiene entre sus tareas la labor de capacitar, como son los diplomados en Formación de Formadores en Educación Vial I y II.

Esta universidad posee una oferta amplia de cursos que se ofrecen en cuatro niveles: básico, intermedio, avanzado y especializado, que en total suman 17 cursos de 40 horas. Se trata de cursos de corto plazo para capacitar en temas específicos como: transporte de carga pesada y peligrosa, contaminación ambiental, infracción de normas de tránsito por la ingesta de alcohol, conducción de vehículos de emergencia, entre otras.

El programa desarrolla un componente de prevención y cultura vial para el desarrollo de acciones de sensibilización y concienciación, Incidencia pública y vinculación con la sociedad.

“Todos somos usuarios de las vías y hay que saber cómo conducirse. La educación vial es una nueva cultura ciudadana que vamos a formar”, reafirmó el docente Urriola.

Una Respuesta
  1. Excelenre felicidades profesor urriola.. Es cierto que hay muchas personas que al conducir un vehiculo es como si se transformaran en personaa agresivas.
    Todas las personas debieran conocer el reglamento y señales de transito..
    En la calle hay un monton de conductores que no utilizan las luces direccionales.

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