Una investigación de The New York Times reveló cómo Apple ha arriesgado los datos de sus clientes chinos y ha ayudado a la censura del gobierno chino.
Durante dos décadas, Apple ha construido la empresa más valiosa del mundo gracias a China. Ahora ensambla casi todos sus productos en el país y genera una quinta parte de sus ventas allí. A su vez, el gobierno chino ha presionado a los ejecutivos de Apple para que hagan concesiones que desprecian los valores que ellos defienden.
Una investigación de The New York Times reveló cómo Apple ha arriesgado los datos de sus clientes chinos y ha ayudado a la censura del gobierno chino. A continuación, cinco claves:
Apple almacena los datos de sus clientes en servidores del gobierno chino.
En respuesta a una ley china de 2017, Apple accedió a trasladar los datos de sus clientes chinos a China y a computadoras que son propiedad de una empresa estatal china y son administradas por ella.
Los trabajadores del gobierno chino controlan y operan físicamente los centros de datos. Apple aceptó almacenar las claves digitales que desbloquean la información de sus clientes chinos en estos centros, además de que prescindió de la tecnología de cifrado que utiliza en otros centros de datos después de que China no le permitió usarla.
Expertos independientes en seguridad e ingenieros de Apple, dijeron que sus concesiones harían casi imposible que la empresa impidiera a las autoridades chinas acceder a los correos electrónicos, las fotografías, los contactos, los calendarios y los datos de ubicación de los clientes chinos de Apple.
Apple dijo que había mantenido el control de las claves de los datos y que estaba utilizando una tecnología de cifrado más avanzada en China que en otros países.
“Nunca hemos comprometido la seguridad de nuestros usuarios ni sus datos en China ni en cualquier lugar en el que operamos”, dijo la compañía a través de un comunicado.
Apple comparte ahora los datos de sus clientes con el gobierno chino.
La ley estadounidense prohíbe desde hace tiempo que Apple entregue datos a las autoridades chinas. Sin embargo, al trasladar los datos a China, Apple creó un acuerdo legal con el gobierno chino que sortea las leyes estadounidenses.
Apple convirtió a Guizhou-Cloud Big Data, o GCBD, una empresa propiedad del gobierno provincial de Guizhou, en propietaria legal de los datos de iCloud de sus clientes chinos. Apple y GCBD también introdujeron un nuevo texto en los términos y condiciones de iCloud en China que les concedía “acceso a todos los datos que usted almacene en este servicio” y les permitía a las empresas compartir los datos entre sí. Las autoridades chinas ahora le solicitan los datos de los clientes de Apple a GCBD, no a Apple.
Antes del acuerdo, Apple dijo que nunca les había dado el contenido de la cuenta de iCloud de un cliente a las autoridades chinas. Desde que se estableció el acuerdo, Apple ha proporcionado el contenido de una cantidad no revelada de cuentas en nueve casos distintos, señaló.
Apple elimina proactivamente aplicaciones para aplacar a los funcionarios chinos.
Apple ha creado una burocracia interna que rechaza o elimina las aplicaciones que la empresa considera que podrían infringir las normas chinas. Apple capacita a sus revisores de aplicaciones y utiliza un software especial para inspeccionar las aplicaciones en busca de cualquier mención de temas que Apple considera prohibidos en China, como la Plaza de Tiananmén, el movimiento espiritual chino Falun Gong, el dalái lama y la independencia del Tíbet y Taiwán.
Apple dijo que elimina las aplicaciones en China para cumplir con las leyes locales.
Apple prohibió las aplicaciones de un crítico del Partido Comunista.
En 2018, los reguladores de internet de China le ordenaron a Apple que rechazara una aplicación de Guo Wengui, un multimillonario chino que había difundido denuncias de corrupción dentro del Partido Comunista. Altos ejecutivos de Apple entonces decidieron añadir a Guo a la “lista de temas sensibles en China” de Apple, lo que significaba que el software escanearía las aplicaciones en busca de menciones sobre él y los revisores de aplicaciones serían capacitados para rechazar sus aplicaciones, según documentos judiciales.
Cuando una aplicación de Guo escapó a las defensas de Apple y se publicó en la App Store, los funcionarios chinos se pusieron en contacto con Apple para pedir respuestas. Entonces, el jefe de revisión de aplicaciones de Apple envió a sus colegas un correo electrónico a las 2:32 de la madrugada que decía: “Esta aplicación y cualquier otra de Guo Wengui no puede estar en la tienda de China”.
Apple investigó el incidente y luego despidió al revisor que había aprobado la aplicación.
Apple dijo que había despedido al revisor de la aplicación por su mal desempeño y que había eliminado la aplicación de Guo en China porque había determinado que ahí era ilegal.
Decenas de miles de aplicaciones para iPhone han desaparecido en China.
Desde 2017, alrededor de 55.000 aplicaciones activas han desaparecido de la App Store de Apple en China, y la mayoría siguen disponibles en otros países, según un análisis del Times.
Más de 35.000 de esas aplicaciones eran juegos, que en China deben obtener la aprobación de los reguladores. Las 20.000 restantes abarcan un amplio abanico de categorías, como medios de comunicación extranjeros, servicios de citas LGBT y aplicaciones de mensajería cifrada. Apple también bloqueó herramientas para organizar protestas a favor de la democracia y eludir las restricciones de internet, así como aplicaciones sobre el dalái lama.
Apple refutó las cifras del Times, afirmando que algunos desarrolladores retiraron sus propias aplicaciones de China.