El nuevo presidente peruano afirmó que ninguna persona privada de libertad tendrá un trato privilegiado.
Vladimiro Montesinos, el todopoderoso jefe de inteligencia peruano del expresidente Alberto Fujimori, fue trasladado este miércoles a una cárcel común desde la base naval donde cumplía su condena, una medida que alcanzará al fundador de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán.
“Hemos trasladado a Vladimiro Montesinos al Penal Ancón II [al norte de Lima] hasta el fin de su condena” de 25 años, escribió Castillo en su cuenta de Twitter.
En junio, desde la prisión de máxima seguridad de la Base Naval del Callao, el que fuera el hombre fuerte de Fujimori (1990-2000) buscó sobornar a magistrados del jurado electoral para que dieran el triunfo a la candidata derechista Keiko Fujimori, hija de su exjefe, en desmedro de Castillo, luego del reñido balotaje presidencial.
El nuevo mandatario izquierdista indicó que en su gobierno “ninguna persona privada de libertad tendrá un trato privilegiado ni se le permitirá burlar la seguridad de los penales para seguir delinquiendo”.
Horas antes del anuncio de Castillo, el gobierno dictó un decreto que permitía el traslado de reclusos de la Base Naval a cárceles comunes, en las que habrá un régimen de máxima seguridad operado por el Instituto Nacional Penitenciario (INPE).
Montesinos, de 76 años, cumple desde 2001 una condena de 25 años por corrupción y actualmente está bajo investigación de la justicia civil y militar por las 17 llamadas que hizo en junio con el fin de interferir en el proceso electoral que llevó a Castillo al poder.
– Cambio de vecindario –
En la prisión de la base del puerto del Callao, vecino a Lima, están recluidos desde 1992 media docena de jerarcas del grupo maoísta Sendero Luminoso y del guevarista MRTA, quienes también serán transferidos en las próximas semanas a un penal común.
Los dos presos más famosos de ese pequeño centro de reclusión naval eran Montesinos y Abimael Guzmán, de 86 años, condenado a cadena perpetua.
El superespía de Alberto Fujimori llegó a ese presidio en junio de 2001, tras ser capturado en Caracas y extraditado desde Venezuela por el entonces presidente Hugo Chávez.
Los juicios contra Montesinos y Guzmán se desarrollaron en una sala judicial adyacente de ese penal, a cargo de magistrados civiles.
– Cerrarán prisión naval –
La decisión de transferir a los presos de la base se debe a un pedido del alto mando naval para clausurar ese presidio en diciembre de este año.
La Marina de Guerra comunicó en 2019 al ministerio de Justicia que planeaba realizar obras para ampliar la base, para lo cual era necesario remover la cárcel.
Bajo ese contexto el actual gobierno izquierdista aprobó un nuevo régimen de seguridad carcelaria para Montesinos y los jerarcas guerrilleros.
El traslado de los líderes de Sendero y del MRTA aún no ha sido anunciado, pero se da por descontado que sería también a la prisión de Ancón, 39 km al norte de Lima.
En la base naval también se encuentran cumpliendo condenas a cadena perpetua Óscar Ramírez Durand y Eleuterio Flores Hala, ambos de Sendero. Además están Víctor Polay y Miguel Rincón, cabecillas del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA).
También hay dos delincuentes condenados por extorsión y narcotráfico.
– “Cárceles doradas” –
La decisión del gobierno de Castillo de acabar con los tratos privilegiados de que gozaba Montesinos en la base disparó las miradas hacia el expresidente Fujimori, de 83 años, quien cumple su condena de 25 años en un cuartel policial al este de Lima.
“Traslado de Vladimiro Montesinos a un penal común es una notificación que las prisiones doradas se acabaron en este gobierno. Caso Alberto Fujimori debe entrar en evaluación”, tuiteó Vladimir Cerrón, jefe del oficialista partido Perú Libre.
La sugerencia fue rechazada por la hija y heredera política del expresidente.
“Rechazo este cruel y vil chantaje político de un personaje que quiere usar a mi padre como rehén. Mover a Alberto Fujimori en su muy delicado estado de salud sería simplemente un HOMICIDIO”, respondió Keiko Fujimori en Twitter.
Alberto Fujimori está preso desde 2007 por crímenes contra humanidad. Es el único recluso en el cuartel policial, donde se dedica a cultivar flores y pinta