Una científica bangladesí que ayudó a desarrollar una vacuna oral muy económica contra el cólera, un pionero paquistaní de la microfinanciación y un pescador filipino fueron galardonados el martes con el equivalente asiático del Premio Nobel.
Firdausi Qadri, de 70 años, fue una de las cinco galardonadas con el Premio Ramón Magsaysay –que lleva el nombre de un presidente filipino fallecido en un accidente aéreo– por su “dedicación a la profesión científica durante toda su vida” y su “incansable contribución al desarrollo de vacunas”.
Qadri, que trabaja en el Centro Internacional de Investigación de Enfermedades Diarreicas de Daca, tuvo un “papel clave” en la creación de vacunas más asequibles para combatir el cólera y la fiebre tifoidea, precisó en un comunicado la fundación del premio, con sede en Manila.
La científica bangladesí también fue citada por su papel de líder en una campaña de vacunación masiva en los campos de refugiados rohinyás del distrito de Cox’s Bazar, en el sureste de Bangladés, que en los últimos años evitó un brote de cólera.
Esta enfermedad provoca diarrea aguda y se propaga a través de alimentos y agua contaminados.
Qadri también fue citada por sus esfuerzos para aumentar la capacidad de investigación científica de Bangladés.
El pakistaní Muhammad Amjad Saqib, de 64 años, fue galardonado por su “primer programa de microfinanciación sin intereses” y sin garantías, que ha ayudado a millones de familias pobres.
Por su parte, el pescador filipino Roberto Ballon, de 53 años, fue reconocido por ayudar a “revivir una industria pesquera moribunda” en la isla sureña de Mindanao, donde los estanques de peces abandonados habían destruido bosques de manglares.
El Premio Ramón Magsaysay se creó en 1957 para honrar a las personas y grupos que abordan problemas de desarrollo.
Se ha celebrado virtualmente este año después de que se cancelara el evento en 2020 debido a la pandemia de coronavirus.