El gobierno del presidente Luis Arce rechazó este jueves el “sesgado” memorando del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que señaló a Bolivia, junto a Venezuela, por haber fallado durante un año en sus obligaciones para la lucha antidrogas.
“Bolivia rechaza enfáticamente el sesgado documento publicado por la Casa Blanca, que no valora los resultados obtenidos”, como una erradicación con respeto a los derechos humanos de los cocaleros, afirmó la cancillería boliviana en un comunicado público.
Según la diplomacia del país andino, Estados Unidos es el país “con mayores índices” de consumo de drogas ilícitas en el mundo y “carece de legitimidad y de autoridad moral”.
La reacción de La Paz surgió después que Biden emitiera un memorando dirigido al secretario de Estado, Antony Blinken, y publicado en la víspera por la Casa Blanca.
El mandatario estadounidense dijo que designaba “a Bolivia y Venezuela, como países que han fallado de forma demostrable en realizar esfuerzos sustanciales durante los 12 meses anteriores para cumplir sus obligaciones, en base a los acuerdos internacionales de lucha contra las drogas”.
Según la cancillería boliviana, el país “viene trabajando decididamente en una lucha frontal contra el narcotráfico”, aunque culpó al anterior gobierno transitorio de la derechista Jeanine Áñez (2019-2020) por el incremento de cultivos de coca, materia prima para fabricar cocaína.
Un reciente informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) señala que los plantíos de cocales se incrementaron en un 15% entre 2019 y 2020: de 25.500 hectáreas a 29.400 hectáreas.
Bolivia reconoce por una ley aprobada en 2017 un máximo de 22.000 hectáreas de la milenaria planta para usos tradicionales, como mascado, infusión y rituales religiosos aymaras. Todo saldo más allá de ese límite debe eliminarse.
Bolivia y EEUU carecen de embajadores desde 2008, cuando el presidente de izquierda Evo Morales (2006-2019) expulsó al entonces jefe de la oficina diplomática en La Paz, Philip Goldberg, acusándole de apoyar a la derecha local.
Morales, luego, también echó a la agencia estadounidense antidrogas DEA y al organismo de cooperación USAID.