La latina está a favor de que personas con el conocimiento, aunque sin título, puedan ejercer, como el llamado “periodismo ciudadano”.
Rebecca Aguilar, la primera latina que preside a nivel nacional la Sociedad de Periodistas Profesionales (SPJ) en los 112 años de esta organización, dice que en Estados Unidos las cosas “no están muy bien” para sus compañeras de profesión, que enfrentan todavía muchas barreras.
Tanto es así, que Aguilar, de 63 años, dice en entrevista con Efe que la situación “está a lo mismo” que estaba hace cuatro décadas, como en 1981 cuando ella empezó a ejercer el periodismo.
Un informe elaborado por Women in the Media Center, por ejemplo, encontró que durante todo 2020 en los cinco programas mayores de debate político los domingos el 68 % de los invitados fueron hombres, y la participación latina fue de apenas el 4 %, con 2 % para latinos y 2% para latinas.
Por su parte la Contraloría General (GAO), una oficina del Congreso que audita al Gobierno, indicó en un reciente informe que mientras la participación de latinos y latinas en todas las otras industrias subió del 16 % al 18 % entre 2014 y 2019, apenas creció del 11 % al 12 % en los medios.
En la industria de medios sólo el 8 % de las posiciones profesionales está ocupado por latinos y latinas, y según GAO, “es menos probable que los hispanos trabajen en posiciones gerenciales de primer nivel y nivel medio (7%) o en posiciones ejecutivas (4 %).
Estas dificultades son aún mayores para las latinas en los medios y Aguilar mantiene su esfuerzo por reducir esos problemas al frente de la SPJ que, con unos 6.000 miembros, es la organización de periodismo de base más amplia del país y está dedicada a fomentar el ejercicio libre del periodismo y proteger las garantías de libertad de expresión y prensa de la Primera Enmienda.
Pero esa labor viene de lejos, y en 2015 creó en Facebook el grupo “Latinas in Journalism”, que actualmente tiene unos 2.600 miembros.
“Me cansé de los jefes de los periódicos, de televisión, de radio que te dicen ‘Ay, no podemos encontrar a alguien con la experiencia para hacer esto’. Ya me cansé con las mentiras y las excusas. Ya uní a más de 2.500 mujeres y si alguien necesita una productora, un ‘anchor’ (conductora) o una reportera, aquí están”, dijo.
En ese grupo, indicó, cualquier responsable de un medio de comunicación puede encontrar valiosas periodistas latinas, que son inmigrantes, que son bilingües…
“Ya no pueden echarme esas mentiritas ‘Ay, no puedo’. Se las estoy poniendo allí, frente de sus caras, para que ya empiecen a meter más mujeres en cualquier medio”, instó.
Pero Aguilar va más allá y dice que la situación de las latinas no es exclusiva del periodismo y puso como ejemplo el de la enseñanza.
Y lo sabe de primera mano porque terminó su maestría hace tres años para poder enseñar, pues, a pesar de sus 50 premios en periodismo y su trabajo en “todo tipo de historias” no podía ser profesora porque no tenía un máster.
Porque la latina está a favor de que personas con el conocimiento, aunque sin título, puedan ejercer, como el llamado “periodismo ciudadano”.
“Hay muchos que sí son verdaderos periodistas, quizá no tienen la educación de la universidad pero saben buscar y distinguir lo que es fake news (noticias falsas) y lo que no. No hay que discriminar porque no tengan un diploma universitario. Conozco muchos periodistas que nunca estudiaron periodismo. Saben cómo buscar para una historia que es lo que el público necesita”, indicó.
Pero sí quiso diferenciar a estos periodistas de raza, que no de título, de aquellos que por a través de internet y las redes sociales aprovechan para volcar sus opiniones y “chismes”.
“Y hay otros que piensan que son periodistas pero tienen su opinión, tienen sus ideas, lo que es muy distinto. Toman un lado de la historia y es lo que quieren poner. Deberían estar allí para decirle al público la verdad, no sus ideas, no este rumor, este chisme”, afirmó.
Porque para ella “cuanta más información podamos tener, mucho mejor” y las redes sociales lo han cambiado todo y “hay más puertas que se abren todos los días”.
“Los periodistas profesionales no tenemos que tener miedo de los periodistas ciudadanos. Debemos decir ‘a ver cómo los podemos ayudar, cómo podemos trabajar juntos’”, apuntó.
Porque para esta hija de inmigrantes mexicanos y nacida en Ohio, que tiene en su haber medio centenar de premios y postulaciones para premios por su tarea como periodista, esta profesión “es una experiencia a la que no le puedes poner un precio”.
La carrera de Aguilar comenzó como reportera en una estación de televisión de Toledo, en el estado de Ohio, y ha trabajado desde entonces en estaciones de grandes ciudades como Chicago o Los Ángeles.
“El mundo es mi oficina”, dijo Aguilar. “Todos los días cambia, todos los días conozco a alguien. No te haces rica, pero doy gracias a Dios que me dio este talento”.
“A veces me preguntan ‘¿oye, tú cuándo te vas a retirar?’. Creo que cuando me muera”, añadió. “Debemos tener un amor, una pasión para esto”.