Acumular deudas en tu tarjeta de crédito no solo es malo para tu presupuesto. También podría afectar tu salud.
El estrés de tener deudas de tarjetas de crédito durante la edad adulta está relacionado con problemas de la salud, incluyendo dolor y rigidez en las articulaciones que interfiere con las actividades diarias, según halló un estudio reciente de la Universidad de Misuri. Más allá de las preocupaciones en torno a saldar la deuda, uno de los motivos detrás de estos problemas de salud puede ser que las personas con altos niveles de deuda tienen poco dinero para costear recursos que protejan su salud, según sugirió el estudio.
Estos hallazgos llegan en un momento en el que la inseguridad financiera se ha intensificado para muchos estadounidenses como resultado de la pandemia, aunque el estudio señaló que el nivel de deuda no garantizada, como la de las tarjetas de crédito, los préstamos de nómina o las facturas médicas, ha aumentado mucho más rápido que el ingreso en las últimas décadas.
La nueva investigación inspeccionó datos del Departamento del Trabajo para analizar la salud financiera de casi 7900 miembros de la generación del “baby boom” a lo largo de más de una década, desde sus 28 hasta sus 40 años, así como su salud física a los 50 años. Este análisis descubrió que las personas que soportaban altos niveles de deuda no garantizada de manera constante tenían un 76 por ciento más de probabilidad de padecer dolores que interferían con su vida diaria que las personas que no tenían deudas no garantizadas.
Las personas con deudas a largo plazo dijeron padecer peores problemas de salud física a una edad más avanzada, comentó Adrianne Frech, socióloga médica y profesora adjunta en la Escuela de Profesiones de la Salud de la universidad, quien es la autora principal del estudio.
Además, los efectos permanecieron aunque la deuda fuera saldada, dijo. La gente que había liquidado su deuda con el paso del tiempo todavía tenía un 50 por ciento mayor probabilidad de padecer dolores que dificultaban sus actividades cotidianas.
El estudio ahonda en investigaciones previas que hallaron que la deuda no garantizada es más onerosa que otros tipos de deuda, ya que tiene tasas de interés más elevadas y a menudo se asume en tiempos de desesperación.
“Es estresante saldar la deuda no garantizada”, afirmó Frech.
La salud precaria y los altos niveles de deuda pueden alimentar un ciclo que es difícil de romper, explicó. Las personas asumen deudas y el estrés afecta su salud, lo cual, a su vez, podría limitar su capacidad para trabajar y pagar su deuda de intereses elevados. El simple hecho de decirle a la gente que administre mejor su dinero no es suficiente, declaró Frech.
“Tenemos que atender las desigualdades sistémicas que crean estas circunstancias desesperadas en primer lugar”, sostuvo.
El periodo del estudio antecede a la crisis financiera de 2008 y a la recesión económica inducida por la pandemia. No incluyó la deuda estudiantil, la cual muchos prestatarios aún batallan para liquidar tras cumplir los 30 y 40 años.
Luego de ir en aumento durante años, las deudas de tarjeta de crédito cayeron a principios de 2020, a medida que los estadounidenses redujeron sus gastos y liquidaron los saldos de sus tarjetas durante la pandemia. Las cuentas morosas disminuyeron gracias a los programas de estímulo federales, así como a la tolerancia voluntaria que ofrecieron los bancos a los prestatarios con dificultades.
Este año, el promedio de saldo de una tarjeta de crédito fue de 5525 dólares, una cifra menor comparada con la de alrededor de 6500 dólares en 2019, según el buró de crédito Experian.
A continuación, algunas preguntas y respuestas sobre la administración de deudas de tarjeta de crédito:
¿Cuál es la mejor manera de liquidar los saldos de las tarjetas de crédito?
Ya que las tarjetas de crédito suelen cobrar tasas de interés de dos dígitos, la mayoría de los asesores financieros concuerdan en que ahorrarás más dinero si te concentras en pagar primero la tarjeta con la tasa de interés más alta.
“Yo prefiero el método avalancha”, dijo Benjamin Jacobs, un asesor financiero que solo trabaja por honorarios en Athens, Georgia, en referencia al nombre común de esta estrategia.
Así es como funciona: realiza el pago mínimo de todas tus tarjetas para evitar generar cargos por pago tardío, pero destina cualquier dinero extra que tengas al pago del saldo de la tarjeta con la tasa de interés más elevada. Cuando hayas liquidado ese saldo, sigue con la próxima tarjeta, y así sucesivamente.
Sin embargo, algunas personas quizá se sienten más motivadas a pagar la tarjeta con el saldo más pequeño, sin importar la tasa de interés. Este método, a veces denominado “la bola de nieve”, funciona de la misma manera: cubre el pago mínimo de todas las tarjetas, pero destina tu efectivo adicional al saldo más pequeño hasta que lo liquides, luego sigue con la próxima tarjeta.
“Me gusta el método de la bola de nieve porque tienes éxito inmediato”, comentó Melinda Opperman, presidenta de Credit.org, una agencia de asesoramiento financiero sin fines de lucro en Riverside, California.
Si te sientes abrumado y te estás atrasando con tus pagos, podrías considerar buscar ayuda de una agencia de asesoramiento crediticio sin fines de lucro. Esas agencias pueden ayudar a evaluar tu situación y negociar un plan con las empresas de tus tarjetas para que te permitan liquidar los saldos a plazos, por lo general, de dos a cinco años. La Fundación Nacional para el Asesoramiento Crediticio (National Foundation for Credit Counseling) puede ayudarte a dar el primer paso.
¿Cómo puedo evitar gastar de más durante las fiestas decembrinas?
Los compradores tienen previsto gastar casi 1000 dólares esta temporada navideña en regalos, comida, adornos y otras compras relacionadas con las festividades, según el pronóstico para 2021 de la Federación Nacional de Minoristas.
Sin embargo, Opperman dijo que muchos clientes le han dicho que siguen pagando gastos con tarjetas de crédito del año pasado. Ella sugiere enfocarse en disfrutar el tiempo compartido con los seres queridos durante la temporada festiva en lugar de comprar regalos costosos. Relató que les pregunta a sus clientes: “¿Recuerdas qué le regalaste a tu hermana o a tu hermano el año pasado?”. A menudo no lo recuerdan, contó. Pero sí recuerdan el juego con el que todos convivieron o la cena que disfrutaron. “Son más importantes los recuerdos del tiempo que pasamos con la familia y los amigos”.
Jacobs recomienda usar la tarjeta de crédito solo para artículos que sabes que podrás pagar en menos de un mes.
“Si no tienes el dinero para pagarlo por anticipado, no deberías comprarlo”, sugirió.
También propuso comenzar a desarrollar un fondo de emergencia, si es posible, de tres a seis meses de gastos cotidianos. De esa manera, será menos probable que recurras a una deuda de tarjeta de crédito que acumula altos intereses si de pronto tienes que pagar una factura inesperada.
En cuanto a las fiestas, un método básico para evitar gastar de más es elaborar un plan de cuánto vas a gastar antes de ir de compras, dijo Abigail Sussman, profesora adjunta de Mercadotecnia en la Escuela de Negocios Booth de la Universidad de Chicago que estudia cómo toman decisiones los consumidores.
“Puede ser útil establecer una meta baja de gasto”, aconsejó.
También señaló que muchas opciones de compras digitales, como guardar los datos de tu tarjeta de crédito en el sitio web de un comercio minorista, pueden facilitar tanto el proceso de compra que “sientes que es gratis”. Así que podrías eliminar los datos de tu tarjeta del sitio, recomendó, lo cual te obliga a dar el paso adicional de ingresar la información de tu tarjeta de crédito cada vez que quieras hacer una compra: “Haz que te sea más difícil gastar”.