Casi un millar de manatíes han muerto en Florida (EE.UU.) en lo que va de año, buena parte debido a la inanición y la pérdida de hábitat, una cifra récord, según el informe actualizado este martes por la Comisión para la Conservación de la Pesca y Vida Silvestre de Florida (FWC).
En el informe, la FWC da cuenta de que 997 manatíes han muerto desde el 1 de enero de 2021, en comparación con los 637 manatíes cuyas muertes fueron confirmadas en 2020.
En tan solo un mes han muerto en el estado unas tres decenas de manatíes, ya que en una tabla preliminar publicada en octubre pasado la FWC cifró las muertes desde comienzo de año en 968.
La entidad informó de que continúa investigando la causa de las muertes de los manatíes, pero que una primera evaluación indica que un gran número de ejemplares pudo sufrir el efecto fatal de la pérdida de algas marinas y las macroalgas.
Por ello, la “mejora” de la limpieza de las aguas y la “penetración de la luz es esencial para la restauración de los pastos marinos”, consigna la web de la agencia estatal.
Mientras que 589 de los mamíferos muertos anotados en el último informe fallecieron sin que se le practicara la autopsia, la mayoría murió por causas naturales o perinatal, detalla la agencia estatal.
Una muerte perinatal incluye aquellos “manatíes menores o iguales a 150 centímetros (5 pies) de longitud en los que no se verificó si murieron por causas relacionadas con los seres humanos”, según la entidad.
En octubre pasado, la FWC solicitó al Legislativo de Florida destinar 7 millones de dólares para salvar a los manatíes de la muerte por inanición, precisamente por considerar 2021 un año de mortalidad récord.
El dinero busca salvar del hambre a esta especie icónica de Florida afectada por la pérdida de pastos marinos y ayudar a centros de rehabilitación que albergan medio centenar de manatíes enfermos.
La agencia estatal ambiental detalló que 3 millones de dólares serían para restaurar el hábitat de los manatíes, otra cantidad similar para expandir la red de atención a este mamífero y el resto para el recate y manejo de la especie.
Asimismo, el grupo Save the Manatee Club, en el centro de Florida, región que acumula la mayor cantidad de muertes, alertó que “cada treinta minutos se pierde una pradera de pastos marinos del tamaño de un campo de fútbol”.
Los primeros estudios indican que “la mayoría” de estas muertes del manatí de Florida, una subespecie del antillano (Trichechus manatus), está ocurriendo en la laguna de Indian River, en el centro del estado.
En Florida, el nitrógeno y el fósforo están contribuyendo a la proliferación de algas dañinas en ríos y lagunas que están matando peces, aves y los pastos marinos, este último el principal alimento de los manatíes.
La población de manatíes de Florida ha crecido a un mínimo de 7.520 animales en la actualidad y, como resultado, la especie fue reclasificada como amenazada, según la ley federal de especies en peligro de extinción de 2017, indica la FWC.