En una conversación telefónica con el primer ministro irlandés, Micheal Martin, el “premier” británico llamó la atención sobre la “distancia sustancial” que existe todavía entre las posturas del Reino Unido y de la UE al respecto de la frontera en Irlanda.
El primer ministro británico, Boris Johnson, volvió ayer miércoles a amenazar con activar el artículo 16 del protocolo de Irlanda del Norte, que suspende ese acuerdo, si las negociaciones con la Unión Europea (UE) no fructifican.
En una conversación telefónica con el primer ministro irlandés, Micheal Martin, el “premier” británico llamó la atención sobre la “distancia sustancial” que existe todavía entre las posturas del Reino Unido y de la UE al respecto de la frontera en Irlanda.
A juicio de Johnson, el protocolo consigue mantener abierto el flujo comercial entre el norte y el sur de la isla de Irlanda -de forma que se conserve intacto el acuerdo de paz de Viernes Santo firmado en 1998-, pero no así los intercambios dentro del mismo país entre Irlanda del Norte y la isla de Gran Bretaña.
“No podemos permitir que se desarrolle una situación en la que el Gobierno sea incapaz de dar apoyo económico a Irlanda del Norte de la misma forma que en el resto del Reino Unido. Básicamente, el lugar de Irlanda del Norte en el mercado interno británico es crucial para su prosperidad a largo plazo y no podría ser dañado”, dijo en un comunicado un portavoz de Downing Street.
Johnson reiteró la demanda británica de que el Tribunal Europeo de Justicia es “parte de ese desequilibrio fundamental”, ya que cualquier disputa “se decide en la corte de una parte”.
“La implementación del protocolo está chocando ahora con las realidades económicas y políticas, y es necesario un cambio significativo”, dijo el portavoz.
Johnson y Martin coincidieron en que “una salida negociada es la preferida” y acordaron “trabajar duro” para conseguirla.
Sin embargo, “si las conversaciones no pueden dar un resultado equilibrado y sostenible, al gobierno no le quedaría más elección que usar las medidas de salvaguarda bajo el artículo 16”, que califica de una “provisión perfectamente legítima” del protocolo sobre Irlanda del Norte.
“Los dos líderes acordaron la importancia vital de la relación entre Reino Unido e Irlanda para encontrar soluciones y dar una estabilidad a largo plazo en Irlanda del Norte”, señaló el portavoz.