La rendición de cuentas se hizo ante el Pleno de la Asamblea Nacional, ente nominador del contralor y subcontralor de la República, en donde Gerardo Solís destacó el lema de su administración de evitar la corrupción y promover la corrección.
El contralor general de la República, Gerardo F. Solís Díaz, rindió un informe ante el ente nominador del contralor y subcontralor de la República, la Asamblea Nacional, a través del cual hizo un recorrido de la labor realizada durante estos dos años al frente de la entidad encargada de la investigación y fiscalización de los diferentes entes que componen los Órganos Legislativo, Ejecutivo y Judicial de Panamá.
Solís enfatizó en que en la actual administración de la Contraloría General de la República se evita la corrupción y se promueve la corrección, de allí que aclaró que en la pandemia se ha trabajado con el control previo, pese a que la organización en los momentos más críticos, únicamente trabajó con el 19% de su personal.
Ante el Pleno de la Asamblea Nacional y por espacio de casi dos horas, el contralor examinó la situación de la economía panameña en plena crisis del coronavirus, a la vez mencionó las perspectivas de crecimiento económico para este 2022; la realización del Censo Nacional de Población, que debió efectuarse en el 2020 y que tendrá lugar a finales del año en curso; la fiscalización de las cuentas; el control previo; la planilla del Estado; la realización de auditorías; la transparencia en las labores; así como los escándalos que se han dado a nivel nacional.
Entre estos, Solís mencionó la licitación para la compra de uniformes del Meduca; la compra y distribución de jamones navideños; la intención de compra de un equipo de informática en el Ministerio de Economía y Finanzas; la solicitud de compras en la Asamblea Nacional; alquiler de camiones volquetes para la recolección de la basura, en la Autoridad de Aseo Urbano y Domiciliario; compra de ventiladores; compra y construcción del hospital modular; compras de la Caja de Seguro Social; e investigación en albergues.
También hizo mención de la auditoría efectuada a la empresa Panamá Ports Company, por el contrato de concesión de los puertos de Balboa y Cristóbal; casos de los dos salarios que devengan algunos alcaldes y representantes de corregimientos; el Gordito del Zodíaco; auditoria en Panama Colon Container Port; grama del estadio Rommel Fernández; y el caso de la Procuraduría de la Administración.