ARAP busca liberar nuestras aguas de las peligrosas redes fantasmas

ARAP busca liberar nuestras aguas de las peligrosas redes fantasmas
Alrededor de 640.000 toneladas de “redes fantasma” (redes de pesca perdidas o abandonadas) acaban cada año en los océanos. Foto/Cortesía de la ARAP.

 Las ‘redes fantasma’ son equipos de pesca que se pierden en el mar y se convierten en un peligro para la vida marina.

La Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP), busca crear conciencia ante la población sobre el impacto negativo que tienen las redes fantasmas, no solamente en la biodiversidad, sino también en los recursos pesqueros y la afectación ocasionada a esos recursos dentro de los ecosistemas marinos, por lo que se hace imperante erradicarlas.

Las redes fantasmas son equipos de pesca artesanales o industriales que pueden ser arrojadas, abandonas o perdidas accidental o intencionalmente; son equipos de pesca que quedan a la deriva haciendo su función de pesca todavía, porque quedan flotando y es por ello que se le denomina pesca fantasma y lo preocupante es que nadie aprovecha ese recurso que siguen pescando.

Es innegable señalar que las redes fantasmas afectan a los pescadores, influyen negativamente en el desarrollo económico de una pesquería, ya que las mismas al estar a la deriva, siguen obteniendo capturas que no son aprovechadas por estos pescadores, por ende no sólo hay un daño sistémico, sino que también un enorme daño a la economía de las comunidades pesqueras.

Por todo ello la ARAP está creando conciencia, igual que un programa de capacitación, de extracciones que va de la mano con el pescador, quien es el que comunica dónde está esa red fantasma, para entonces organizar junto a ellos una coordinación estratégica para poder ir a extraer estas redes.

Este tipo de coordinaciones es un claro ejemplo de lo que la institución puede hacer con el sector pesquero para unirse en un beneficio común, que es la parte ambiental y la parte social y económica.

Entre los daños que ocasionan las redes fantasmas están la navegación y el ecosistema, porque muchas ballenas y mamíferos marinos quedan enmallados con estas redes que quedan a la deriva, además de afectar el buceo recreativo, como también el deterioro de los corales y la degradación de los fondos marinos.

La ARAP lleva a cabo giras de extracción de redes fantasmas por parte de buzos especializados de la institución. El esfuerzo va dirigido a todo el país, pues donde hay embarcaciones pesqueras hay un riesgo de que las redes fantasmas puedan estar presentes, por lo que se tiene una especial supervisión en la Bahía de Panamá y los sectores más productivos del sector pesquero.

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