Panamá lanzó este viernes una amplia campaña de seguridad en la selva del Darién, su complicada frontera con Colombia, para combatir y repeler a grupos insurgentes y del crimen organizado dedicados al tráfico de personas, de drogas, la minería y la tala ilegal.
La espesa selva del Darién, frontera natural de Panamá y Colombia de 266 kilómetros, ha sido utilizada por años para el tráfico de drogas, armas y personas, lo que ha generado crisis periódicas en la región.
También llamada el Tapón del Darién por ser el único punto en el que se interrumpe la carretera panamericana, que une al continente americano de norte a sur, esta selva es considerada la ruta migratoria más peligrosa del mundo. En el 2021 vivió una crisis inédita con el paso de más de 130.000 migrantes, una cifra que supera a la de los 9 años precedentes juntos.
La “intención del Estado panameño” con la campaña Wana Jumaradá es “reforzar la seguridad fronteriza, (donde) hay lo que es el tráfico de drogas, de personas, los delitos ambientales como la extracción de oro de nuestros ríos, quebradas y la tala de árboles”, declaró a Efe el ministro de Seguridad de Panamá, Juan Pino.
Pino resaltó que esta zona “no es una frontera normal: es selva virgen, donde hay caminos, trochas, hay que caminar por los linderos de los ríos, no es fácil”.
Del lado colombiano, dijo el ministro panameño, “existen grupos insurgentes que tratan de buscar la trata de personas, el tráfico de drogas y eso es lo que nosotros tratamos de evitar, que la droga entre porque se convierte en un problema de orden público. Por eso es esta campaña”.
Las autoridades de Panamá y Colombia mantienen una “buena coordinación” para combatir a “las redes criminales que delinquen en el área fronteriza, que están identificadas” pero que Pino rehusó revelar “porque es materia de Inteligencia y está en proceso” de investigación.
“En una selva como el Darién, conectada con Colombia, pasan algunas cosas, como la semana pasada: unos mochileros, 500 kilos (de supuesta cocaína) depositadas en una casa, una mercancía de alto valor, y todo ese trabajo (que llevó al decomiso) lo hizo el Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) de Panamá con mucha Inteligencia”, expresó el ministro de Seguridad.
UNA CAMPAÑA INTERINSTITUCIONAL PARA DEMOSTRAR CONTROL TERRITORIAL
El director del Senafront, Oriel Ortega, explicó a Efe que la campaña oficializada este viernes comprende un conjunto de operaciones que involucran a otras fuerzas e instituciones públicas como el Servicio Nacional aeronaval (Senan), el Servicio Nacional de Migración, el Ministerio Público o el Ministerio de Salud.
“En este caso la campaña va dirigida hacia la frontera con Colombia (…) para demostrar que el control territorial de Panamá lo tiene el Estado”, dijo Ortega.
El director general del Senan, Jeremías Urieta, afirmó a Efe que este organismo con sus medios aéreos, navales y terrestres colabora con el Senafront “principalmente con apoyo logístico, de movilidad, precisamente por lo inaccesible de algunos de los lugares donde operan estos grupos irregulares y donde tienen que infiltrarse fuerzas especiales” panameñas.
La campaña a “Wana Jumaradá”, una expresión de la lengua emberá que significa “Vamos con Todo”, se desarrollará hasta el 15 de mayo “a lo largo de la frontera de Panamá con Colombia, costas del Caribe y del Pacífico, la extensión territorial de la provincia del Darién y la Comarca Guna Yala”, dijo el Senafront.
Tiene como “principal objetivo interrumpir, debilitar y neutralizar las acciones y efectos de los grupos delincuenciales armados que atentan contra la seguridad” del territorio y poblaciones panameñas.
“Se llevarán a cabo tareas de control de territorio tanto terrestre como marítimo en áreas fronterizas, así como de integración comunitaria”, que incluyen la identificación de las necesidades sociales de las comunidades de difícil acceso para que sean resueltas por las autoridades competentes, dijo el jefe del Senafront.